Sin servicios ni seguridad, así se encuentran los asentamientos irregulares en Mérida

Habitantes de asentamientos irregulares ubicados en Mérida tienen que valerse de adaptaciones para poder realizar sus actividades diarias.
lunes, 9 de noviembre de 2020 · 08:00

De acuerdo con el Instituto de Vivienda de Yucatán, en Mérida existen al menos 150 asentamientos irregulares, principalmente en la zona Sur y Oriente y Poniente. Debido a las condiciones de irregularidad de los terrenos, que son invadidos ilegalmente, la calidad de vida se complica porque no tienen acceso directo a servicios básicos, como agua o electricidad y tienen que usar su ingenio para conseguirlos. 

Tal es el caso de Nicolasa Sánchez y Martha Elena Caamal Uicab, dos mujeres, fundadoras de la naciente colonia La Guadalupana II, un terreno de poco más de dos hectáreas, enclavada en el llamado Sur Profundo de Mérida.

El lugar no cuenta con calles, drenaje, seguridad, ni con ningún tipo de apoyo.

Explicaron que desde hace casi siete años con sus propias manos levantaron sus casas y comenzaron con la limpieza de lo que son las calles rústicas.

En la actualidad, viven poco más de 30 familias en casas indelebles.

Luego de múltiples gestiones, la Japay les instaló dos tomas de agua comunitaria con las cuales al conectar sus mangueras llenan sus cubetas con agua potable para que les sirva para lavar, bañarse y cocinar.

Asimismo, con palos colocaron instalaciones de electricidad hechizas, así como un improvisado sistema de alumbrado público.

No cuentan con servicios sanitarios por lo cual practican el fecalismo al aire libre.

Además, algunas personas que no tienen el espacio, se ven obligadas a bañarse a la intemperie, como observamos el caso de unos pequeños que se valían de una manguera para asearse.

Se estima que alrededor del 90 por ciento cuenta con estufa y sólo algunas familias cocinan con leña.

Aún con todas las carencias, las mujeres indicaron que están contentas debido a que están forjando un patrimonio.

Aseguraron que desde hace más de seis años han estado solicitando la regularización de los lotes con el Ayuntamiento de Mérida.

Indicaron que han enviado cartas al Alcalde, Renán Barrera Concha, sin embargo, no les responde, tampoco ha aceptado la invitación para ir a dialogar con los vecinos.

Explicaron que acudieron al Instituto de Vivienda de Yucatán (Ivey), donde les indicaron que esos terrenos les pertenecen al Ayuntamiento por lo cual ellos les pueden dar certidumbre.

 “Nos dijeron que ellos tienen un espacio para algo cerca de este punto y que lo podrían convertir en espacios públicos”.

Doña Nicolasa, dijo que les urge que el Ayuntamiento acuda a fumigar, debido a que cerca de ese punto hay una sacabera la cual está llena de agua y es un mega criadero de moscos.

“Ya lo solicitamos al Ayuntamiento, pero no nos hacen caso”.

El mismo panorama en La Mielera

Candelaria Echeverría Castillo, vive en la naciente colonia conocida como La Mielera, también en la zona Sur de la capital yucateca.

Desde hace cuatro años vive junto con sus cuatro hijos en una casa construida con maderas y techo de lona. Su vivienda cuenta con agua, la cual pudo llevar gracias a que les colocaron toma comunitaria y energía eléctrica que ellos mismos instalaron.

Para sobrevivir, la mujer se dedica a elaborar dulces tradicionales como de cocoyol, calabaza o camote.

Indicó que entre ellos mismos se cuidan debido a que, por el difícil acceso al lugar, no entra la policía a vigilar.

En el lugar existen cerca de 400 casas y llevaban cuatro años luchando para que les regularicen el lote, sin embargo, hasta ahora no han tenido mayores resultados.

“Sabemos que es difícil que nos desalojen, pero estamos expuestos a ello”, indicó la mujer. La mayoría de las personas que habitan en ese lugar son originarias de Chiapas, Tabasco, Veracruz y en menor medida de Yucatán.

La estampa es muy similar en todos los predios invadidos, debido a que no están regularizados el acceso a servicios básicos es complicado. Incluso usar un sanitario suena como una posibilidad lejana, aunque esto incremente los riesgos a la salud que ya corren debido a las condiciones de los predios.

El Ivey explicó que el proceso de regularización consiste en una serie de trámites que muchas veces es tardado debido a que se tienen que tomar en cuenta factores, como la ubicación del terreno, la propiedad de éste, si está destinado a algún desarrollo, espacio público, asimismo se tiene que verificar y corroborar al solicitante, entre otros.

Por David Chan Caamal