Se reactivan bodas y bautizos en iglesias de Yucatán

Con un mínimo de 50 personas, iglesias podrán celebrar bodas y bautizos.
domingo, 8 de noviembre de 2020 · 15:45

Este lunes 2 de noviembre se extendió el permiso para realizar fiestas como bodas, bautizos y cumpleaños, siempre y cuando se respete el aforo de 50 personas para lugares cerrados y 100 para sitios abiertos; Mauricio Seijo y Paola Olavarrieta aprovecharon para concretar finalmente su matrimonio, que había sido pospuesto desde el mes de marzo.

Asimismo Gradriel, quien cumplió 15 años, aprovechó para asistir a una misa para dar las gracias, en donde se observó que a casi dos meses de que las iglesias pudieron reabrir sus puertas, algunas respetan el aforo y otras no.

En punto de la 1:00 de la tarde, en Tercera Orden, se reunió la familia más cercana de los novios para participar en la ceremonia litúrgica que los uniría en matrimonio ante la Iglesia Católica.

Únicamente 25 de los familiares pudieron asistir a la referida ceremonia, pues es la cantidad autorizada de aforo dentro de la Catedral, según señalaron.

Según aseguró una de las invitadas, “su boda estaba programada para marzo, pero hasta ahora lograron casarse”. Posteriormente se dirigieron a la Hacienda San Pedro Chimay para el festejo, lugar donde se podrían integrar otros familiares y amigos.

La misa en la cual Gadriel celebró sus 15 años fue a las 7:00 de la tarde en la iglesia de San Sebastián, templo que rebasaba el aforo permitido, aunque contaba con todas las medidas sanitarias contra el virus. Cabe destacar que de las cinco personas que habitualmente se podían sentar en cada banca, actualmente sólo se permite que dos la ocupen, dando como resultado que el templo antes tuviera capacidad para aproximadamente 300 personas y actualmente sólo sea para 60.

Por otro lado, se presenció que para el momento de la paz se anuló, al menos por ahora, el saludo estrechando manos e incluso el sacerdote cambió la sentencia “pueden darse la paz” por “deséense unos a otros la paz”; ante lo cual todos procedieron a realizar una pequeña reverencia, desde sus lugares, diciendo “la paz”. Asimismo, la comunión se realizó dando la hostia en la mano izquierda, evitando el contacto directo.

“Antes de que empiece la misa sanitizamos todas las bancas”, aseguró Manuel Cantón, quien colabora en la iglesia en cuestión.

También se pudo observar que aún transmiten la misa en vivo para quienes no pueden asistir.

Por otro lado, la iglesia de La Ermita que cuenta con un aforo permitido de 35 personas, apenas alcanzó las 25, entre las cuales entre el 90 y el 95% eran personas de la tercera edad.

El párroco Lorenzo Mex Jiménez únicamente tiene la puerta principal habilitada para el acceso de feligreses. En esa entrada cuentan con gel antibacterial, tapete sanitizante y toma de temperatura; al igual que en la iglesia de San Sebastián.

Igualmente se pudo observar que cuando llegó una madre con su bebé en brazos, le solicitaron que escuchara la misa desde la Capilla del Niño Jesús con el fin de protegerlos.

Según señaló el sacerdote Alberto Ávila, “hay muy poca gente, no se llena ni siquiera el aforo que tenemos disponible”. Esto ocurre a pesar de que, según señaló su secretario, Said Rivero, ahora tienen menos misas que antes.

Wilbert Manuel Villamil, hombre de la tercera edad que visitó la iglesia, aseguró que “uso gel igual que todos” y aseguró que sólo faltó a misa al principio de la pandemia y luego comenzó a ir a San Juan.

También Teresita Sosa afirmó que faltó muy poco tiempo a misa, “como mes y medio porque yo sirvo y venía a ayudar al padre, pero eran misas a puerta cerrada”.

En general se pudo percibir que, debido a que la pandemia continúa, se cuenta con medidas que mantengan seguros a los asistentes; sin embargo, ya comienzan a llenar el aforo permitido, pues las personas ya se sienten con mayor seguridad.

Por Cecilia Abreu