Molineros de Tizimín prevén aumento al kilo de tortilla

Proveedores informaron a los molineros sobre el aumento en el costo de las harinas, lo que podría obligarlos a elevar sus precios.
lunes, 16 de noviembre de 2020 · 16:00

Molineros de la localidad coinciden en que hasta la fecha no tienen previsto aumentar el costo de la tortilla, conscientes de la crisis económica que padecen los ciudadanos a raíz de la pandemia y del reciente impacto de los fenómenos naturales.

Sin embargo, están preocupados porque les informaron los proveedores que ascenderá el costo de las harinas y con el alza de este insumo temen verse obligados a elevar sus precios, lo cual también afectaría a los habitantes.

La semana pasada, el Consejo Nacional de la Tortilla anunció que en diciembre este alimento básico subirá un peso.

Por su parte, Willy Dzul, presidente de la Unión de Industriales de la Masa y la Tortilla de Tizimín A.C., señaló que no tienen contemplado ningún incremento, que siguen manteniendo el precio de sus tortillas y no tienen información o comunicado alguno de la Cámara Nacional de la Masa y la Tortilla acerca de un posible incremento del producto de la canasta básica.

Expuso que de registrarse dicho aumento sería como ponerse la soga al cuello, ya que las personas están desgastadas en su economía y las ventas podrían decrecer, afectando tanto los negocios como a la población, por lo que están tratando de salir adelante, manteniendo sus precios, absorbiendo el aumento en sus insumos, aunque sus ingresos sean mínimos.

Dijo que los gastos más fuertes a solventar son el del gas butano, el cual consumen alrededor de 5 mil pesos a la semana y 11 mil 300 pesos en la compra quincenal de la tonelada de harina.

José Manuel Ocampo Ojeda, molinero, puntualizó que no es posible pensar en un alza en el municipio, ya que no es la misma situación que se vive en todo el país, porque las personas fueron muy afectadas por el paso de la tormenta Gamma y el Huracán Delta, aunado a la crisis severa por la contingencia.

Añadió que como estrategia en su molino San José 2, ofrece la tortilla a 11 pesos el kilo, uno de los precios más bajos en la ciudad, consciente de que aunque no gane casi nada por kilogramo, el volumen de compra se incrementa y lo ayuda a salir a flote con sus gastos, además de que apoya a la gente de escasos recursos que tiene la posibilidad de acceder a su producto a un bajo costo.

Compartió que desde el primero de noviembre le aplicaron 500 pesos de aumento por cada tonelada de harina, “yo consumo aproximadamente 15 toneladas al mes y alrededor de 30 mil pesos mensuales en gas butano y con este aumento, tengo una pérdida de 8 mil pesos mensuales, sin embargo, hizo énfasis en que al reducir el costo de su producto cuando se vende más y logra sacar los gastos, incluso para el sueldo de 6 empleados fijos y 4 eventuales.

También, María Isabel Balam Chacón externó que la situación actual es deprimente, que muchas personas no llegan al molino por temor a contagios y por ende sus ventas son mínimas, “es de preocuparse con estas alzas que se avecinan en las harinas, porque no hay ventas significativas y se está esfumando el capital de trabajo”.

José Manuel Ocampo Solís añadió que sus proveedores ya les han advertido que es inminente el alza de 600 pesos por tonelada en el costo de las harinas, pero cada molinero puede decidir si le sube o no a sus tortillas, esto dependiendo de sus recursos y posibilidades, pues no hay algo que establezca una uniformidad en los precios por lo menos en el municipio.

Carlos Martín Franco mencionó que se encuentra entre la espada y la pared ya que al subir la harina los obligaría a pensar en subir el costo de las tortillas, pero esto es algo que aún no se decide, ya que son conscientes de que sus ventas pueden irse a pique, “porque la gente no tendría los recursos para adquirir la tortilla”.

Estos son los testimonios de los molineros que continúan lidiando con el alza en los insumos y con los efectos negativos en la economía derivados de la pandemia y del paso de los fenómenos meteorológicos, sin embargo, mantienen la esperanza de que la situación mejore, haciendo lo posible por absorber dichos incrementos y evitar que el precio de la tortilla ascienda, aunque temen que en el intento desaparezca su capital de trabajo.

Por Luis Manuel Pech Sánchez