Vecinos de Las Américas gastan hasta 40 mil pesos para reparar sus casas

Los habitantes afectados en el Fraccionamiento Las Américas de Mérida invirtieron desde 10 mil hasta 40 mil pesos en la reparación de sus viviendas.
jueves, 12 de noviembre de 2020 · 10:46

Las situaciones complicadas en el Fraccionamiento Las Américas aún no cesan, si bien por el momento, las condiciones climáticas, les han dado tregua a los vecinos de esta unidad habitacional, ahora se enfrentan a otra realidad y es que deben invertir en lo desperfectos y las consecuencias que luego del temporal se hacen evidentes, paredes, pisos llenos de moho, grietas en las fachadas, pedazos de construcción colapsando parte de lo que ahora se puede observar.

Entre 10 y 40 mil pesos han invertido vecinos de esta zona, por los efectos que dejó el temporal; criticaron que el valor de sus casas caerá y, a decir verdad, así no podrán vender ese lugar al precio que lo adquirieron.

“Hemos tenido que meter de nuestro dinero para reparar los desperfectos, desde cambiar la cablería que se quemaron con las inundaciones, reparar paredes, reemplazar muebles, electrodomésticos”, compartió Josué Ascencio, vecino del lugar.

El afectado relató que la humedad acumulada en las paredes terminó por tirar parte de la fachada.

Explicó que el suplicio de las afectaciones la empezó a experimentar desde el pasado mes de junio, cuando la Tormenta Tropical Cristóbal impactó a la entidad.

Josué Ascencio estimó que luego de poco más de 5 meses ha tenido que invertir para no ver deteriorado su patrimonio unos 40 mil pesos, lo que le causa disgusto, ya que debería ser responsabilidad de la constructora y de las autoridades municipales.

Consideró que los apoyos y la resolución de Sadasi y de las autoridades han sido lenta, por lo que por cuenta propia decidió hacer las reparaciones para no ver más deteriorarse el lugar que con esfuerzo construyó para vivir con su familia.

El vecino teme que les sigan dando largas, lleguen los tiempos electorales del próximo año y se le dé carpetazo al asunto, es decir, “que cambie en este caso la administración municipal y no se le dé una solución”.

De manera similar, otro vecino que solo quiso identificarse como Juan, por miedo a represalias, dijo que en su caso se vio obligado a cambiar prácticamente todas las puertas de su casa, por los daños que sufrieron.

Dijo que, alrededor de unos 10 mil pesos fue lo que destinó para dicho cambio, sumado los muebles que se averiaron, electrodomésticos y los daños estructurales de la vivienda.

Por su parte, el señor Jorge Sánchez, quien tiene un negocio en el fraccionamiento, teme que la humedad acabe tirando la facha de la casa, “como ya ha pasado con otros vecinos”.

“Dicen que la temporada de ciclones no ha acabado, entonces no podemos hacer mucho, serían en vano, esperaremos a que termine la temporada para hacer lo pertinente”, expresó.

También consideró que la constructora, así como las autoridades, se han demorado para atender de forma eficaz las demandas de las personas afectadas por el temporal.

Jorge Sánchez consideró que los problemas de fondo que se están viviendo en Las Américas tienen que ver con la corrupción entre autoridades y empresarios, “puede ser que acabe la administración municipal y no nos resuelvan los problemas”.

“Como ellos no son los perjudicados, como ellos tienen un sueldo que es más allá de lo las personas de a pie pueden ganar, pues no nos voltean a ver”, criticó.

Norca Lugo también está padeciendo las afectaciones en su vivienda y compartió que recientemente inició las labores de limpieza y reparación de paredes, electrodomésticos, puertas, incluso tuvo que construir una especie de barrera de concreto en la puerta de su casa, que mide 40 centímetros de alto, “para impedir el paso del agua para futuras inundaciones”

Los vecinos claman repuestas rápidas tanto de la constructora, como de las autoridades municipales, pues ven como su patrimonio está enmohecido y carcomido. Cabe mencionar que algunas de las casas del fraccionamiento ya tienen letreros anunciando la renta o venta. 

Por Guillermo Castillo