Tizimín se prepara para recibir el 'Halloween'

Comerciantes de la localidad reportan buenas ventas referentes a los productos de esta festividad.
sábado, 31 de octubre de 2020 · 09:00

Las ventas de trajes propios de Halloween fueron regulares para el comercio tizimileño pese a la crisis económica, ya que no pocas personas los demandan para disfrazarse en esta temporada del año.

Jessica Noemí Cervera Cordero, encargada de una tienda de regalos, compartió que se solicitan más disfraces de niños, aunque también los adultos se disfrazan en sus viviendas, ya que numerosas personas los están comprando.

En cuanto a los pequeños, mencionó que algunas escuelas les están solicitando que se disfracen como parte de su formación, por lo que contribuye a que estos trajes de monstruos, brujas y personajes terroríficos tengan salida.

Guadalupe May, encargada de una tienda de juguetes, señaló que aunque el Halloween es una tradición extranjera, debemos adentrarnos en ella para tener un panorama de lo que acontece en el mundo y también disfrutarla, disfrazándose para divertirse y salir de la rutina diaria, aunque por la contingencia sólo se limite a hacerlo en familia.

Los disfraces de Halloween tienen un precio de entre 170 hasta 450 pesos, la gente solicitaba los sombreros de brujas con un costo de alrededor de 35 pesos y las máscaras de luces led de 220 pesos, que fueron uno de los elementos más innovadores.

Productos propios de esta celebración como tazas, linternas, figurillas de calabazas, de calaveras, telas y demás adornos registraron buenas ventas, expuso Carlos Manzanilla, responsable de una tienda de telas, al recordar que ya estaban recuperando las ventas cuando de pronto se fueron a la baja por los efectos que causaron en la economía los recientes fenómenos naturales.

Indicó que tenían depositadas sus esperanzas en la venta de telas, pero casi nadie las demandó, pues la gente no cuenta con el poder adquisitivo para comprarlas, ya que prefiere destinar sus pocos recursos para la comida del día y por ende mucho menos puede costear la confección de un traje.

Por Luis Manuel Pech Sánchez