Día de muertos: tradición legendaria que aun persiste en Yaxcabá

Se recuerda esta fecha por ser un día emotivo donde recordamos a los que nos han dejado, adornando los altares con sus comidas y bebidas preferidas.
viernes, 30 de octubre de 2020 · 09:00

“A nuestros fieles difuntos se les debe honrar y recordar todos los días, pero cada año, los días 31 de octubre y 1 de noviembre son especiales por el Día de Muertos", precisó Manuel Dzul Ek, conocido cantante en la región.

En entrevista concedida, recordó que esta práctica sociocultural como tantas otras las aprendió de su extinto padre, el recordado J-meen Juan Bautista Dzul Uc, por lo que hay que trasmitirlo a las generaciones siguientes, porque de no hacerlo no sólo va cambiando, sino que se va perdiendo.

Añadió que para recordar a los fieles difuntos, días antes hay que limpiar los terrenos, “porque las almas de los difuntos son seres del más allá, son entes sagrados, ellos no recorren el camino de los terrenales y cuando (eso) sucede, uno puede cargar malos vientos; eso dicen los abuelitos, además, limpiar los terrenos y hogares antes de esas fechas significa también limpiar las impurezas del alma, para que cuando las almas lleguen nos vean puros”.

“Vemos que hoy en día por diversas razones la gente ya está cambiando los elementos que se ofrendan en la mesa, para eso lo indispensable, es el aromático chocolate, el pan dulce, atole (nuevo) y los tamalitos torteados, también se pone frutas de la región. Ahora bien, si el altar se dedica a alguien en especial, se debe poner el alimento predilecto del difunto, incluso sus bebidas”, señaló.

Dzul Ek, reconocido cantante entre los mayas contemporáneos, aseguró que las flores que se ponen en el altar, son las de la temporada, pero los pétalos tienen un alto grado de simbolismo religioso, son sagrados, ya que las almas de los niños lo utilizan para no perderse en el mundo terrenal, durante su estancia en los hogares. Reitera que en el altar de los niños difuntos hay que poner juguetes y alimentos como dulces típicos de la región.

“Para poner la ofrenda en el altar, es muy importante estar de acuerdo en lo que se va a hacer, no debe haber discusiones, porque de ser así no entrarán las almas de los difuntos en los hogares. La noche antes de la madrugada del 31 hay que tener todo listo, velas, mantel, panes para que en la madrugada se hagan las ofrendas con mucha solemnidad”, señaló.

Agradecemos las precisiones de don Manuel Dzul Ek para la elaboración de un video documental que servirá para montar un altar en la Universidad del Río Texas, Estados Unidos.

En los pueblos mayas, la celebración del Día de los Finados es una tradición ancestral que se remonta a la época precolombina, con la Conquista ocurre un sincretismo religioso, que todavía, conserva los rasgos esenciales para recordar a los que se nos adelantaron en el viaje eterno. Es común ver a los niños en estos tiempos andar con hilo negro en la muñeca, pues es un distintivo que, según la creencia popular, cuando las almas estén regresando al mundo de los espíritus se dan cuenta de que ellos siguen vivos y no se los llevan con ellos.

La celebración del Día de Muertos en este año, se ve empañada por la pandemia del coronavirus, la crisis que éste ha generado en las localidades más marginadas y la restricción de entrada en los camposantos para evitar aglomeraciones.

Por José Marcelo Tamay Poot

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