Comisaría de Xcunyá cumple nueve días bajo el agua, habitantes piden apoyo

La comisaría de Xcunyá, ubicada al norte de Mérida, ya lleva nueve días inundada tras el paso del Huracán Delta.
miércoles, 14 de octubre de 2020 · 06:29

La comisaría meridana de Xcunyá cumple 9 días con sus calles y sobre todo un importante número de casas inundadas por los efectos del Huracán Delta, así como lo que aportó la Tormenta Tropical Gamma.

Las vías principales de la comunidad ubicada al Norte de la capital yucateca lucen anegadas, con lodo, las casas donde el agua alcanzó poco más del metro de altura e incluso en las inmediaciones de la iglesia gótica de la localidad se aprecian los estragos, ese es parte del panorama, por lo que pobladores piden ayuda de las autoridades.

“Estamos bajo agua y lo peor es que no podemos hacer nada, casi ni podemos salir de la casa, perdimos casi todo, salvamos nada más algunas ropas”, informó el señor Ángel Couoh.

Relató que cuando empezaron a sentir las lluvias del Huracán Delta al momento no pasó a mayores, fue en el transcurrir de los días que el agua empezó a estancarse, “brotando del suelo”. El poblador consideró que es porque se encuentran, por así decirlo, en la parte baja de la localidad y el agua termina acumulándose en ciertas zonas de Xcunyá como en la calle 21, que es la principal, o en la zona conocida como Xaman, que es la calle 17 con 18, donde los estragos son más evidentes.

Lamentó que poco han podido hacer las autoridades municipales para atender sus demandas, que más bien están focalizadas en ciertos puntos de la comisaría, pero declararon que en realidad “todo Xcunyá está inundado”.

Asimismo, recordó que el primer impacto a su economía y patrimonio se dio en el mes de junio, fecha en la cual la Tormenta Tropical Cristóbal afectó la localidad, ahora 4 meses después se suman los meteoros Gamma y Delta.

De manera similar, Eduardo Couoh señaló que, dentro de su domicilio, el agua alcanza los 80 centímetros de alto y poco puede hacer, sólo esperar a que con la ayuda del sol y de las pipas que están desalojando el agua al fin baje el nivel del agua.

“Yo perdí casi todo, ropero, muebles, tele, porque el agua desplomó una base que sostenía un mueble, donde estaban las cosas”, indicó.

Pidió apoyo de las autoridades competentes, tanto para él como para sus vecinos, ya que está consciente que otros pobladores también perdieron todo con estas inundaciones.

De igual forma, la señora Teresa Hoil comentó que, además de algunos muebles que no logró poner a salvo por las inundaciones, perdió su refrigerador, la puerta de su casa permanece anegada y dentro de su domicilio el agua sobrepasa los 90 centímetros de altura.

“Hasta una mesa tuve que ponerle a mis perros para que estén en lo alto y no se mojen, si por mi fuera me voy a casa de mis familiares, pero tengo que quedarme en casa, sino me roban las cosas”, explicó.

La jefa de familia Celia May comentó que para evitar que su familia se enferme, sobre todo sus nietos y ante la cantidad de agua que se metió en su hogar, tuvo que adecuar unos tablones para evitar que se mojen los pies, además de que los aleja de alguna manera de la humedad. Eso sí, como los demás vecinos se queja del fuerte olor que ahora despide el agua estancada y los embates de los moscos; teme también contagiarse de las enfermedades transmitidas por el molesto insecto.

Llegan las pipas

Los pobladores informaron que desde el 12 del presente mes llegaron las pipas a Xcunyá para desalojar el agua que está en las inmediaciones, parte del centro es de las pocas áreas sin encharcamientos, los trabajos se realizaron en la calle 21 de la comunidad que es una de las arterias principales, al principio se pudo observar una pipa con capacidad para 20 mil litros, algunas horas después personal del Ayuntamiento arribó con 3 de estas unidades, señalaron que estiman retirar en una jornada alrededor de 100 mil litros del vital líquido que por el momento inunda las calles de la localidad y que ha terminado, como hemos mencionado, en el interior de los domicilios.

Los habitantes de Xcunyá están conscientes que no son los únicos, que en la capital yucateca están padeciendo las consecuencias del mal tiempo, sin embargo, claman por ayuda, ya que de alguna forma toda la población se ha visto afectada. Esperan que las autoridades las volteen a ver y les resuelvan su situación, en momentos en que la pandemia de COVID-19 agudiza las circunstancias de estas personas que viven a 15 kilómetros al Norte de la capital del Estado.

Por Guillermo Castillo