El bordado como arte

Cuando es evocado el textil, emergen las tramas mismas de la humanidad: las fibras del conglomerado humano ligado a la transmisión de la cultura y la memoria histórica
viernes, 7 de enero de 2022 · 18:28

Elena Martínez Bolio


Cuando enhebro la aguja con el hilo, lo mojo con la lengua para que penetre al orificio. En algunos momentos no entra, otras veces se abre la punta del hilo en dos, otras simplemente el hilo es demasiado grueso para el tipo de aguja o la aguja es inadecuada para la fibra que vamos a intervenir. Mientras estos actos de acomodo van sucediendo, como en todo ritual, inicia cierta ansiedad para llegar a la tela y picarla, iniciar el dibujo, la concentración, las horas extraviadas entre las puntadas, de pronto el hilo se acaba, vuelvo al beso húmedo y a pinzar con los dedos la aguja para proseguir las horas, hipnotizada ante este lienzo que me enamora.

Cuando es evocado el textil, emergen las tramas mismas de la humanidad: las fibras del conglomerado humano ligado a la transmisión de la cultura y la memoria histórica. El textil parece ser el resultado de una actividad de dioses al lograr un lenguaje de hilos que comunican.

Los textiles siempre han contado historias, episodios de guerra, de alianzas, de ceremonias funerarias, donde amortajan al ser que se adelanta, o de celebración por el nacimiento del ser esperado. La iconografía y los colores de las prendas que porta la gente indican el grupo cultural que las ha bordad; son fibras del corazón que, con un sencillo hilo, hacen evidente ante los ojos y tangible al tacto lo imperceptible, y consecuentemente ejercen un poder enternecedor ineludible. Al evocar el textil, emerge la trama misma de la humanidad y sus tiempos, surgen las fibras de nuestra condición humana, ligada a la transmisión de la cultura y memoria histórica, actividad exclusiva de los dioses al tratarse de un lenguaje de hilos que comunican y estremecen.

Mi iniciación en el arte textil sucedió como una revelación: el dibujar con una aguja e hilo me favoreció de inmediaro su poder sanador. ¿En qué momento la aguja se convirtió en anzuelo para ahondar en esa emoción (o miedo en esa primera ocasión), que necesitaba ser expresada? Ahora, como artesana de bordado libre, es mi propio lenguaje, el cual utilizo para suturar alguna herida o para bordar alguna esperanza. Durante mi labor creativa, hay momentos en que los hilos enfrentan un compromiso social: así, las injusticias continúan siendo bordadas zurciendo corazones de hilo para dar voz a los sectores marginales y otorgar color a las comunidades en su vida cotidiana, cambiantes día a día, a través de escenas costumbristas actuales dignas de ser dibujadas con un hilo.

Toda obra narra una historia, como la violencia que hay en el mundo, pero también queda plasmada en el folclor actual, el entrecruzamiento de lo público y lo privado en los asunto familiares. Y aunque muchos aspectos de la vida no son siempre explícitos en los bordados, lejos de buscar la perfección de la puntada, no dejan de ser verdades, siempre que lo parecen en su peculiar lenguaje mediante el relato de cuentos, fábulas, parábolas y la historia de la vida misma. Cuando se quiere entender algo, siempre se toma el objeto y se le observa de cerca. Así los bordados, la forma de acercamiento es a través de las historias que representan.

Desde hace tiempo, muchos artistas han dejado las técnicas tradicionales para experimentar con otros materiales y otras formas para así expresarse desde otras plataformas. En el caso del arte textil, es un medio que permite la expresión de una manera sencilla por utilizar elementos comunes que están  en casi todos los hogares, como ese costurero emergente de sienmpre. Vivimos inmersos, en mayor o menor escala, en la tecnología que nos aleja del ser humano y nos esclaviza al ofrecernos distracción. Por ende, hay poca observación de nosotros mismos y de lo que nos rodea; hay prisa por todo y todo se reduce a copiar y pegar; hay ansiedad. Mi trabajo creativo no es de prisa, tiene la misión de enlazar diversas reminiscencias, con la voluntad de hilvanar todo lo que de otro modo estaría disperso. Todo ello en una trama que nos supera y nos abarca y que nos hace recordar que no estamos solos.

Cuando miro las madejas y sé que de sus delgados hilos emergerán personajes, agradezco poder hacer que los hilvanes les den voz y cuenten sus historias. También me siento responsable de ser la bordadora de tales historias. Por otra parte, pareciera que mis creaciones abarcan poco en dimensión, pero llevan, sobre su trama y la urdimbre, alma. Tan sólo son rozar con las manos estos bordados, cualquiera se daría cuenta que los personajes de las escenas viven.

De acuerdo con lo que señala el filósofo rumano Marcea Eliade en su libro Lo sagrado y lo profano, los textiles han sido el orgullo del hombre, la solución de vida y el encuentro consigo mismo. El textil, el tejido o el entrelazado están siempre en la historia de la humanidad. Los textiles han servido para la vida humana y el desarrollo social. El hombre los ha aplicado a su existencia como una forma para encontrar su esencia humana. Con los textiles ha sido posible crear los mitos que más adelante constituyen las distintas historias de la humanidad, enriquecidas con los misterios de la vida.

(Fragmento del libro Retrospectiva de una aguja, de Elena Martínez Bolio. (2021). Ed. Libro de Piedra, Editores.

Retrospectiva de una aguja

Es el primer libro de Elena Martínez Bolio, en el cual se pueden mirar algunas de sus obras íntimas y artísticas; parte de las exposiciones en las que ha participado; así como algunos bordados que ha realizado para el hogar y como vestimenta. También permite adentrarse a su espacio creativo, su casa taller.

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MG

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