Día Internacional de la Danza: El cuerpo y su Naturaleza Muerta

Durante el día que celebra este arte serán transmitidas dos recientes creaciones de Créssida
jueves, 29 de abril de 2021 · 20:34

El 29 de abril de cada año, hasta ahora, se convocaba festivamente a celebrar el Día Internacional de la Danza. La contingencia sanitaria mundial limita en la actualidad el movimiento humano, esencial para la expresividad física. Naturaleza muerta, una obra en cuatro capítulos surgida a partir de la conversación reflexiva sobre los días más duros del confinamiento, es la propuesta que la compañía Créssida Danza Contemporánea transmitirá hoy en Facebook (@cressidadanza) a las 19:00 y 21:00 horas, presentando Días Líquidos (Capítulo II) y La Cita (Capítulo III), respectivamente. 
“El confinamiento, como bailarines, creadores y profesionales del cuerpo, vino a bloquear y detener toda nuestra naturaleza creativa”, comenta a POR ESTO! la directora de Créssida, Lourdes Luna. “Nos dimos entonces a la tarea de buscar la manera de seguir encontrándonos entre nosotros y con el cuerpo. Una de las estrategias fue precisamente generar esta obra de danza para pantalla a través de sólo dos personas, lo que reducía el riesgo de contagio. Normalmente, trabajamos 10 personas en un salón”


En su extendida trayectoria profesional, la maestra Luna está “acostumbrada a crear obras que duran un programa completo, de 60 o 70 minutos. Las audiencias, en el modo digital, no se queda tanto tiempo viendo algo. Decidimos entonces a hacer obras cortas. Cada pieza dura entre 8 y 10 minutos, viéndolas como capítulos. El tema es el mismo, pero lo ubicamos en lugares completamente distintos y lo abordamos con diferentes estéticas y atmósferas”. 
Los capítulos que se han estrenado son La Habitación (I), Días Líquidos (II) y La Cita (III). Pueden verse gratuitamente en la página en Facebook de Créssida. El cuarto capítulo está aún por estrenarse. 
El concepto de Naturaleza muerta se consolidó “justo por eso, porque sentimos que nuestra naturaleza, nuestra esencia como artistas se estaba viendo muy dañada”.
Plantear un nuevo lenguaje visual fue necesario para hacer llegar el mensaje: “empezamos esta propuesta instalando dos cámaras GoPro en los cuerpos de los bailarines a través de un dispositivo. La idea original era plantear una narrativa a partir de lo que la cámara iba captando del otro cuerpo a través del movimiento. Evidentemente iba a ser un lenguaje ‘de cámara’. A partir del segundo y tercer capítulo, quitamos las cámaras del cuerpo y empezamos a jugar más desde fuera”, comenta Luna. 
Cristaliza una de las piezas que se transmiten hoy: “Días Líquidos, se grabó debajo de la piscina. Ese fue todo un reto para los bailarines también. La idea es sentir cómo es que ‘el agua nos llega al cuello’ con esta cotidianidad en el encierro con el otro, entre las cosas que se pueden resolver y no, así como la poética perdida de una relación amorosa que se va transformando justo por el encierro. La idea era trasladar una habitación de la casa adentro de la piscina, y que el agua fuera cubriendo poco a poco hasta que ya no se pudiera soportar porque están completamente ‘ahogados’”. 


“Esa pieza en particular”, añade la coreógrafa, “se ideó para que se diera la noción de un espacio muy limitado. Al inicio de Días Líquidos, un hombre y una mujer están sentados en cada esquina de la piscina, enfrentados pero alejados, pero considerando que es una habitación de unos tres por tres metros. Desde ese momento se plantea la narrativa: ‘estoy frente a ti, en este espacio. No sé lo que va a suceder’, pero, de entrada, es un enfrentamiento. El espacio, la limitante de estar todo el tiempo en un mismo lugar durante tanto, con la misma luz en la que nada cambia. Todo es una repetición constante de las atmósferas, y es lo que nos genera ansiedad. Eso intentamos plasmar en la obra”. 
“Honestamente”, responde la artista a la cuestión sobre cómo espera que sea la danza después de la pandemia, “quisiera regresar a la normalidad. Finalmente, la danza tiene una misma naturaleza, que es el movimiento del cuerpo y el contacto con el otro, e incluso la creatividad en colectivo. Deseo volver a donde estábamos antes: sin temor, con toda la confianza, con esa misma pasión y ese mismo espíritu que tenemos. Eso se nutre día a día haciéndolo, y si no lo hacemos, se pierde, va muriendo”.