Mariana Echeverría Góngora, la primera yucateca en pertenecer a la Ópera de Bellas Artes en la CDMX

La soprano Mariana Echeverría Góngora es la primera yucateca en pertenecer a la compañía de Ópera de Bellas Artes, donde ayer hizo su debut. Su pasión por el canto la hizo seguir un camino de preparación, esfuerzo y dedicación, que hoy la posicionan como la mayor representante del Estado en esta categoría.

En entrevista con POR ESTO!, compartió sus sueños y dijo que está dispuesta a poner en alto el nombre de Yucatán, aunque reconoce que es una responsabilidad muy grande.

La intérprete, con quien se habló vía telefónica, pues reside en la Ciudad de México, compartió que desde muy pequeña su entorno fue la música. En especial creció cerca del coro, pues sus padres también lo practican, lo que hizo que su interés surgiera desde joven y se propusiera la meta de prepararse profesionalmente para esto.

“Desde pequeña pertenecí al coro infantil del Ayuntamiento, donde tuve buenos maestros como Nidia Góngora y Juan Villegas, que me instruyeron formalmente hacia el camino de la música”, explicó Mariana.

Durante su formación en el canto aprendió a tocar el violín y el violonchelo, además de otras habilidades que desarrolló y que la llevaron a adentrarse más en la música.

“La ópera me cautivó, por eso me decidí por este género. La música tradicional es buena, pero cuando se habla de ópera se piensa en técnicas, estrategias, pues no es fácil, pero sí hermoso cuando se domina”, expresó.

Entró a la Universidad de las Artes y ahora cursa el último semestre, pero desde entonces ha pasado por concursos, presentaciones y ha tenido la oportunidad de estar junto a orquestas internacionales que elevaron sus perspectivas y preparación.

Actualmente, radica en Ciudad de México, se mudó allá desde que fue aceptada en el estudio de la Ópera de Bellas Artes y a sus 33 años tuvo su debut en el escenario que más deseó, el del Palacio de Bellas Artes.

La ópera, para Mariana, representa delicadeza y preparación, pues es el género con el que creció y aprendió a amar.

Confesó que se siente muy contenta, pero con una responsabilidad muy grande y sabe que tiene que esforzarse más para poder dejar en alto el nombre de Yucatán.

“Me veo a futuro logrando formar parte de alguna casa de ópera, (quiero) poder cantar con orquestas, radicar en otro país y poder estar en movimiento. Todo esto es parte del esfuerzo para llegar a lo que se desea”, compartió.

Asimismo, invitó a quienes se preparan, ya sea para la música o cualquier área, a que nunca dejen de soñar, porque soñar lleva a donde nunca habrías imaginado. Los sueños se vuelven realidad mientras no se queden solo en sueños y se vuelvan metas.

“Trabajo en ello y luchar firmemente, el camino no es fácil, pero llegar es una gran satisfacción”, concluyó la soprano. 

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NM