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Escrito por Iridiany Martín
Pasión y música en una sola expresión, escape de la realidad y rescate de la cultura con la fusión de la música clásica con la trova yucateca, es la propuesta de Josué Gardoni Trujillo, yucateco de corazón, quien por su amor al arte encontró su personalidad y sentimiento a través de cada cuerda de su guitarra.
Desde niño el interés por la música tocó el corazón de Gardoni, pues inició con la batería, después pasó al bajo, pero encontró su verdadera pasión en la guitarra y la música clásica, desde ese momento supo que dedicarse a este arte sería su meta.
La disciplina y la constancia fueron su compañía para crear su trayectoria, al considerar que existe una desconexión cultural cuando se adentra en este ámbito por la falta de conocimiento en la música, para él fue un reto aprender a leer las partituras, pues, con su fino oído, lograba identificar cada instrumento y el ritmo de ellos, pero era esencial saber leer la música.
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Por su esfuerzo logró llegar a países como Rusia, Alemania e Inglaterra, fue cuando se dio cuenta de que la música clásica era un verdadero reto y sin miedo se enfrentó con orgullo para representar a Yucatán, desde entonces tomó la iniciativa de fusionar el ritmo de la trova con la música clásica.
Esto no solo lo llevaría a preservar ambas culturas que atesora, también a crear su propio estilo, pues en diversas presentaciones en las que participó se percató que las piezas mexicanas no eran interpretadas y menos las yucatecas, por lo que se tomó la tarea de crear piezas únicas audibles y mostrar el potencial de la trova yucateca.
En sus melodías se siente la cultura yucateca que marcó a generaciones, que acompañada de la delicadeza de los sonidos de las cuerdas enternecen el corazón y te impulsan a querer disfrutar cada segundo de la presentación.
Actualmente, tiene presentaciones en eventos de gran talla donde muestra su talento y aptitud para crear y fusionar la música, él considera que para ser el mejor no se necesita tocar la pieza más difícil, sino tocar con pasión, además de trabajar en proyectos personales para alcanzar su meta mayor.
Para Gardoni Trujillo, la interpretación sigue siendo un reto que toma con amor y dedicación, pues con apenas 21 años de edad comparte sus conocimientos y alienta a que otros lo hagan sin que sientan presión social.
Se desempeña desde hace cuatro años como docente del Centro Municipal de Música de Mérida, y se enorgullece de ser parte de los representantes de la música del Estado que lo sigue viendo crecer.
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NM
