Recordar es hacer taxidermia: Irma Torregrosa

En entrevista con Irma Torregrosa, poeta yucateca, quien actualmente escribe su proyecto Lugar de Taxidermia
sábado, 12 de febrero de 2022 · 23:22

Luego de que el Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) Yucatán diera a conocer sus resultados, se entrevistó a diversos artistas peninsulares, entre los que se encuentran Irma Torregrosa, poeta yucateca, quien actualmente escribe su proyecto Lugar de Taxidermia.

Siendo una de las vertientes de las nuevas generaciones de poetas mexicanas, Irma comparte su experiencia estética y su relación con la escritura. Tras publicar su primer libro Piélago, ahora traza una cartografía personal que la dirige a una interacción química con las palabras, siendo la poesía, principalmente, la sustancia para preservar la memoria.

¿Qué te motivó originalmente a escribir? Momentos que hayan motivado tu vocación literaria.

Han sido una serie de circunstancias las que me han llevado a querer dedicarme a la escritura. La primera de ellas es querer decir algo, en esa búsqueda de cómo expresarme y de cómo decir las cosas que quería decir o mostrar mis inquietudes encontré la literatura, que para mí fue lo más cómodo para poder expresarme en la manera en la que sé hacerlo y sigo aprendiendo a hacerlo, porque finalmente uno nunca deja de aprender. No se trata de una motivación única, son motivaciones diferentes que parten del mismo ímpetu de querer decir algo […]

¿En específico, qué te llevó a la poesía?

La verdad es que intenté varias cosas, pero la poesía fue el único género que me permitió, al menos al principio, explorar mi subjetividad y aprender a expresarla. Desde siempre he sido una persona receptiva y sensible, entonces la poesía era el único género que me permitía expresar y explotar esa subjetividad que tenía guardada de manera potencial. Actualmente, he encontrado en los géneros híbridos, como el ensayo, otra manera de explorar la subjetividad, estudiarla, y tender un puente con el mundo material, fuera de mí misma. Al ser la poesía un género se nutre de la visión personal, subjetiva de cada uno de nosotros, eso la hizo la herramienta que me ayudó a traducirme a mí misma al mundo.

Ahora que mencionas el ensayo y la poesía como formas de explorar la subjetividad, ¿cómo a partir de ese interés surge tu proceso creativo?

Siempre he sido una persona muy curiosa, desde chiquita, siempre he sentido curiosidad por muchos temas y si bien, no siempre esos impulsos de curiosidad terminan en una exploración para agotar el tema o explorarlo a fondo, en algunos momentos sí he encontrado temáticas por las que tengo una especial fijación, puede ser por alguna circunstancia personal, o también por cosas que estoy observando afuera en el mundo, en lo cotidiano, y sucede que veo algo que no logro comprender del todo y me interesa al punto de querer profundizar y aprender todo lo que está relacionado al tema.

Eso es justo lo que me llevó a escribir mi proyecto actual, mi interés por la taxidermia, por ejemplo, es uno que he tenido por varios años; sin embargo, en este momento de mi vida esa inquietud resurgió y eso me llevó a explorar ese tema desde la curiosidad; a partir de ahí comienzan a fluir las ideas para la escritura, se hacen las conexiones de asociación literaria para ver qué es lo que puedo decir y por qué quiero decir eso sobre este tema.

Los intereses también corresponden con los cambios en la vida, los que vas teniendo y perdiendo. Por ejemplo, mi primer libro es sobre el mar y el agua, y a pesar de que ese interés sigue ahí, ya es un interés que, para mí, poéticamente, al menos en este momento, está un poco guardado. He escrito poemas donde hablo de otros temas, por decir, sobre mujeres, o relaciones entre mujeres, o consigo mismas, entre otras cosas. Tengo muchas líneas de interés, no todas llegan a ser profundizadas de la misma forma, pero creo que eso me abre el camino a muchas posibilidades de escritura que incluso yo misma no he explorado del todo, tal vez porque tengo la tendencia a fijarme en un tema por un tiempo bastante prolongado, y después pasar a lo siguiente, es un proceso natural y psíquico, donde el interés viene y va.

Es lo interesante de la literatura, que nos permite movernos entre diferentes intereses, y hay muchos temas que son tanto inagotables como de múltiples perspectivas. Ahora que mencionas Piélago, noté que hay una serie de temas, la memoria, la identidad, la naturaleza, y el mar, como tú lo dijiste. Incluso hay varios pasajes que se integran un incluso de un imaginario bíblico. Eso me lleva a preguntar, sobre Lugar de Taxidermia, nos puedes comentar que te interesa de la taxidermia, ¿qué te interesa abordar sobre ello?

Lo que me interesa primordialmente es que se trata de un método de conservación, pero, mi interés más profundo y poético yace en la taxidermia como una posibilidad de hacerle frente a las pérdidas. La taxidermia sirve para preservar, de una manera casi siempre científica, el ejemplar de alguna especie y no perderla, pues, aunque se pierda, es una manera de tenerla ahí, aunque sea un simple cuerpo disecado. Muchos ejemplares han pasado por este proceso para su preservación y su estudio, lo que facilita el conocer cómo vivían y cómo eran, por ejemplo, si el elefante se llegara a extinguir, hay ejemplares taxidermizados, y eso conserva el recuerdo de ese animal de manera más tangible, aunque las cosas se hayan perdido.

Eso es lo que me interesa de la taxidermia, como una forma de conservación científica, que parece muy creepy, pero a mí se me hace interesante porque nos habla del miedo científico a no perder esas especies y el miedo a perder el registro de ellas, sea animal o vegetal. Aunque la taxidermia no sea precisamente un método que no a todo el mundo le agrade o entienda, de alguna manera todos hacemos taxidermia de ciertas cosas; por ejemplo, tomar una foto es hacer taxidermia de un momento, porque finalmente cuando uno quiere recordar un momento vuelve a mirar esa foto para rememorar lo que viviste, de alguna manera es similar a la taxidermia porque se vuelve un registro de algo que pasó, lo mismo ocurre con los diarios o con conservar cosas de personas que han fallecido y que son significativas.

En realidad, ese fue mi primer interés, que en el tema, que ésta es una forma de conservación bastante poco entendida, que ha estado desde siempre en el mundo científico, pero que en realidad el discurso científico justifica la taxidermia desde la ciencia, pero encubre el miedo a perder el registro de las especies que se están tratando de conservar, y eso es algo muy cercano a las cosas las personas hacen en su vida cotidiana: nosotros guardamos cosas, conservamos cosas, para alimentarnos, para no olvidar, para no dejar ir, entre otras cuestiones. De eso va un poco el libro, de formas de conservación de alimentos o de cosas y profundizar en esos métodos de conservación que nosotros mismos realizamos para no olvidar o para dejar de manifiesto que aquí sucedió algo, que aquí vivimos como personas o que aquí pasó algo importante.

Es muy poderoso, finalmente el miedo a la pérdida está también vinculado al miedo al olvido. Ahora que hemos comentado sobre tu nuevo proyecto, quería preguntarte cómo va tu proceso escritural, ¿ha sido diferente a lo que has tenido que realizar con respecto a tus trabajos anteriores?

Mi proceso creativo siempre ha sido diferente porque los temas siempre me llevan a lugares diferentes. En cuanto a Lugar de Taxidermia el proceso ha sido muy largo, lo empecé a trabajar desde el primer poema que escribí sobre el tema y eso fue hace cuatro años. Escribí sobre la taxidermia a partir de que visité un museo de historia natural y esa idea se quedó, a partir de ahí empecé a investigar y dejé que mis acciones me llevaran hacia ciertos lugares donde pudiera encontrar la taxidermia, uno de ellos, los museos. También me he enfocado en el aspecto científico de la taxidermia y he tenido que leer manuales de conservación y de disecar, también he ido a varios museos de historia natural en otras partes del país, esto, para entender lo que la taxidermia puede darme a mí, como creadora, con todos sus matices.

Este proceso no ha terminado, sigue construyéndose y sigo queriendo viajar a otros lugares para seguir visitando museos y los espacios en donde se realiza la taxidermia, pero por la pandemia esto está detenido, sin embargo, el Internet también me ha permitido encontrar bastante información. Trabajando otros temas que se derivan de la metáfora de la taxidermia, he podido trazar algunas líneas para continuar con este interés del miedo a la pérdida y las formas de conservación.

Ha sido un proceso muy ñoño si lo comparo con Piélago, que casi se escribió de manera inconsciente. Tenía un tema bastante fijado y durante muchos años escribí sobre ello, pero este ha sido una búsqueda más consciente, y ha tendido puentes con lo cotidiano, lo personal, y lo científico que puede llegar a ser.

Para ir concluyendo, ahora que hablamos de tu proceso escritural, me gustaría preguntarte como percibes el panorama literario como escritura, y en ese sentido, ¿cómo lees a tus contemporáneas? ¿Te sientes emparentada con algunos de sus trabajos o consideras que existen incluso búsquedas en común?

Creo que el panorama del que vienen todas nuestras búsquedas viene de la incertidumbre del mundo y de la vida, creo que en común tenemos eso los escritores de mi generación, sin embargo, todos lo expresamos de manera distinta con pretextos diferentes, lo que nos hace parecer más distanciados. Quisiera pensar que tengo algo de conexión con los temas o con las búsquedas de ciertas personas, aunque no me atrevería afirmarlo, creo que el panorama literario es muy amplio, pues podemos tener acceso a todo lo que queramos leer. Eso hace que justo que nuestros caminos se vayan diferenciando más, porque cada uno lee y le interesan cosas distintas, pero creo que todo parte de la misma cuestión: del cuestionamiento y la incertidumbre, de buscar nuestro lugar en el mundo y ocuparlo.

Eso podríamos tener en común los escritores y escritoras de mi generación. Al mismo tiempo, la cantidad de cosas que se encuentran en nuestros libros es maravillosa, porque desmiente la concepción de nuestra generación como personas que viven desconectadas de otras. Yo creo que leyendo a autores jóvenes puedo ver las experiencias humanas en esa supuesta vida tan tecnológica y despersonalizada que otras generaciones piensan que tenemos. Creo que hay una amplia posibilidad de leer a muchas personas, hay literatura para todos los gustos, los intereses, las inquietudes, depende de uno decidir qué es lo que quiere leer.

Síguenos en Google News y recibe la mejor información.

RM