¿Qué les pasó a las abejas?, documental que expone la vulnerabilidad de la apicultura

Millones de abejas murieron en Campeche. Las comunidades mayas apicultoras y sus representantes han decidido organizarse para detectar la causa y enfrentar a las autoridades y a la compañía transnacional Monsanto, la cual ha puesto la subsistencia de las comunidades en peligro por la siembra de soya transgénica en su territorio.

Esto se lee en la sinopsis de la película ¿Qué les pasó a las abejas?, acreedora al Premio al Mejor Documental Ambiental del Festival Internacional Cine de Puerto Madryn, MAFICI 2020, Argentina.

A estrenarse en Mérida el 7 de mayo a las 20:00 horas en el Salón Gallos, la cinta fue dirigida por la cinematógrafa yucateca Adriana Otero y el comunicólogo campechano Robin Canul. Los protagonistas son Leydy Pech, activista ganadora del Premio Goldman 2020 por su compromiso con la protección ambiental, y Gustavo Huchín, del Colectivo de comunidades mayas de los Chenes.

“Es un retrato, un documento vivo de cómo el ser humano se relaciona con otro ser tan importante, como lo son las abejas”. Adriana Otero describe su producción a POR ESTO! “Es una película que nos permite adquirir muchos conocimientos; entre ellos, la cosmovisión de las comunidades mayas en torno a la apicultura y el medio ambiente. Permite que el espectador se sienta identificado. No es una película de ‘los otros’, como si fueran ajenos. Hay un momento en el que uno mismo se siente parte de la situación, dándonos cuenta que también podemos aportar”.

El documental es la continuación de un esfuerzo prolongado. “Hace años ya que el tema medioambiental ha estado sonando muy fuerte”, comenta Otero. “Sabemos que, desgraciadamente, las condiciones ambientales son cada vez peores. La relevancia de la apicultura, la importancia de las abejas, que es eje de la película, es algo que ya sabíamos, pero que, a menudo, necesitamos reforzarlo. Pero hay tanta información que uno se abruma y puede pensar ‘sí, ya sé que las abejas son importantes’. De acuerdo, ya lo sabemos. Pero, ahora, ¿cómo podemos aportar a mejorar la situación? Eso es lo que creo que sucede con la película y con este tipo de obras artísticas, que tienen un sentido de activismo”.

Espera que el documental tenga un impacto social en varios niveles. “Uno está en la recepción colectiva, un cambio de mentalidad en la audiencia que vea la película para que puedan reflexionar sobre lo que se está presentando, así como sobre los riesgos de las prácticas agroindustriales en nuestro medio ambiente”.

“Luego”, prosigue la directora, “podríamos escalar también al cambio de actitudes de la gente. Cuando ya se recibe y entiende la importancia de las abejas, entonces podemos emprender acciones para mejorar la situación. Por ejemplo: si alguien le teme a estos insectos y encuentra una colmena en su casa, ¿qué es lo primero que se hacía? Se les echaba agua o insecticida a los panales. Ahora, a partir del conocimiento que se ha tenido sobre las abejas, se sabe que es preferible llamar a un apicultor para que vaya a rescatar y reubicar la colmena”.

“Yo creo también que esta película tiene alcance para un cambio de estructuras que tenga que ver con las leyes, cuya función llegue a las personas que toman decisiones al presentar las políticas públicas en torno a la apicultura y los agrotóxicos, tema que está tremendo en nuestro país, por su falta de regulación. También tiene que ver con el respeto a los derechos de las comunidades indígenas mayas”, complementa Otero.

Además, advierte: “lo más impactante es ver la irresponsabilidad de las autoridades. La situación es de urgencia, que tiene que ver con el medio ambiente, que es de todos, y con la salud humana, que está en peligro. Hay, aparentemente, avances, pero al no cumplirse esas leyes y sentencias que se han dado, retrocedemos. Queremos, con la película, volver a traer esa conversación a flote, que ha sido sepultada no sólo por la pandemia, sino por otros problemas que pasan en la península”.

En abejascine.com se encuentra la iniciativa cultural y artística que extiende los alcances del documental. Los centros culturales que así lo deseen pueden gestionar  proyecciones.

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JG