Con collages artista expresa el impacto de la pandemia en su vida

La artista del collage Andrea Molina expone su obra junto a una decena de creadores nacionales
viernes, 28 de mayo de 2021 · 13:34

Todo se transforma. Ese es el sentido de la frase en latín Omnia Mutantur, la cual da sentido a la exposición artística organizada por la Universidad de la Comunicación, en Ciudad de México. Entre los más de 10 artistas jóvenes nacionales que proyectan su obra en Omnia Muta se encuentra Andrea Molina, quien participa con tres collages basados en el conocimiento de sí misma y las vicisitudes que ello implicó.

El collage, explica Andrea a POR ESTO!, “es una técnica artística que me gusta mucho porque siento una libertad diferente”. La distinción mencionada por la artista cancunense, que hasta antes de la pandemia vivió en Mérida, es que “estás trabajando algo que ya existe y le estás dando otra vida, otro discurso. Es tomar la realidad y reescribirla”.

Usualmente, se aprende a tomar las tijeras para hacer los primeros recortes cuando se está en la infancia. “Al inicio, cuando niña, no tenía noción de lo que estaba haciendo al recortar”, reconoce Andrea Molina. “Hace unos tres años”, rememora, “me encontré una libreta que tenía, una especie de diario. Ahí, había collages de una Andrea que no sabía hacerlos. Me pareció chistoso ver lo que hacía de chiquita”.

Hoy, su arte luce “distinto”. Eso puede verse en su perfil en Instagram (@ansinsal). “Todo lo que hago nació en pandemia, en los primeros cuatro meses. Al final, pienso que todo se fue transformando. Suelo decir que tengo la libreta donde escribo las cosas, pero desde el inicio, mi idea era crear con eso algo tangible. Ahora, con la visión de Andrea, de 21 años, logro entender que la inquietud de hacer arte siempre estuvo ahí”, comenta.

Las tres obras que Andrea expone, abiertas a la vista del público gratuitamente junto al resto de Omnia Muta en omniamuta.uc.edu.mx, se titulan Lejanía, Es difícil ser y Ya ni me reconozco.

“Elegí Lejanía”, explica su autora, “porque representa cómo las relaciones interpersonales tuvieron una evolución muy significativa durante la pandemia. En un taller de escritura, conocí a muchas mujeres que no viven cerca de donde estoy yo. Pero me siento muy cercana a ellas. Con ellas inicié otro taller, donde hicimos collages. Lejanía es uno de ellos. Estamos lejos, pero espero conocerlas cuando esta pandemia termine”.

Es difícil ser resulta “muy significativa” para Andrea: “fue como si, en lugar de que yo hiciera la obra, la obra me hubiese hecho a mí. A veces, cuando no sé de qué escribir, tengo una caja con palabras recortadas. Un día, las puse sobre la cama. Fui eligiéndolas al azar. Cuando cobraron un sentido, yo agregué lo que faltaba. En pandemia, cambié demasiado. Tuvo que ver con el proceso de ver lo que hay dentro de mí. Me di cuenta de muchas cosas, y saber que realmente todo es parte de una misma es parte de ellas. Eso tiende a ser muy complicado; te rebasa la vida. De ahí el nombre. En pandemia, hubo demasiado tiempo para pensar, interiorizar y ver que no sólo soy un cuerpo”.

La corporalidad es una inquietud latente en la obra de Andrea. “El cuerpo ha sido un tema complicado. Mi cuerpo no cabe dentro de los estándares de belleza. Yo crecí rodeada de gente flaca. Siempre fue un complejo que tuve. No pude hacer las paces con ello hasta hace un año. Ahora veo el cuerpo de una manera diferente. Es algo que es parte de mí, como también lo son mis pensamientos.  Es el medio con que me guío en el mundo. Por ejemplo”, reflexiona la artista, “el hecho de que mis manos hagan lo que hacen, se ha vuelto muy valioso para mí”.

Soy feminista”, afirma Andrea al hablar de sus ideales. “Eso es algo que ha influenciado mi obra en todos los aspectos, no sólo en las obras que hablan específicamente de feminismo. Y las mujeres, en general, me inspiran: mis amigas, mi mamá, mi abuela, mi hermanita, las mujeres que me rodean”.

Añade, sobre el mismo orden de ideas, que “las infancias son también un tema que me importa mucho. Siento que se debería hablar de todos los problemas por los que pasan los infantes. El adultocentrismo hace que la gente no vea a las niñas y los niños como personas; las ven como inferiores. Eso me aflige mucho”.