"Palas y las Musas", tomo de seis libros que junta la ciencia y el arte

La publicación "Palas y las Musas" fue un esfuerzo titánico, según editora Olga Sánchez
sábado, 13 de febrero de 2021 · 15:41

Dividida en seis tomos, la colección Palas y Musas. Diálogos entre la ciencia y el arte es el resultado de la búsqueda por recuperar el diálogo constante entre ambas esferas, esa correlación intrínseca existente que no es visible en un primer momento y que ha sido objeto de filósofos, historiadores y todo tipo de estudiosos de todas las épocas y naciones.

En entrevista la coordinadora general del proyecto y su edición, Dra. María Olga Sáenz González, describe a éste como “intenso y titánico”, ya que tan sólo en cinco años (2012-2017) ella y su equipo de trabajo, integrado por amigos y colegas, fueron capaces de reunir, a través de una serie de ensayos, la visión de la histórica correlación desde la perspectiva de lo acontecido en Europa y Occidente.

Fue en el 2012, relata la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que, dentro del Instituto de Matemáticas Aplicadas y en Sistemas, y el Instituto de Investigaciones Estéticas, surgió la necesidad de abundar en el tema. Junto con el matemático Pablo Padilla Longoria, “nos dimos cuenta que el hacer la división entre arte y ciencia era inconveniente y deficiente en los resultados de la investigación. Era mejor unir esfuerzos entre ambas esferas para realmente sacar a la luz una investigación unitaria. La figura clave de esta metodología fue Leonardo da Vinci, quien hizo obra artística y científica en el Renacimiento. Por eso partimos de ese momento, el cual nos remite al origen de la cultura de Occidente: Grecia”.

Por tal motivo, para titular el proyecto emplearon el pasaje mitológico de “Palas y las musas”, rememorando el origen de la cultura occidental. En los seis volúmenes se contempla la correlación entre ciencia y arte ocurrida durante los periodos del Renacimiento, Barroco, Ilustración, Romanticismo, Moderno y Contemporáneo.

Al ser cuestionada sobre un apartado especial dedicado al continente americano, Sáenz González externa que por su naturaleza “compleja y desgastante”, sería la misión de “jóvenes con nuevos bríos” continuar la construcción del acervo.

Seminarios quincenales realizados en la UNAM les permitieron perfilar cada uno de los tomos; desde ahí percibieron que era infinito el temario de estudio. Por tal motivo lo parcializaron en “causas” para que pudieran limitarse a algunos temas paradigmáticos. “Era imposible abarcar todo. La cultura es múltiple. Sería un planteamiento equivocado y nadie puede alcanzar el conocimiento infinito de una época”, explica la investigadora de la Máxima Casa de Estudios del país.

Identificando las causas que distinguieron a cada uno de los periodos, fue que el Instituto de Matemáticas de Guanajuato fungió como sede de un Congreso Internacional que reunió a investigadores nacionales y extranjeros que sumaron su visión a lo ya trabajado por Olga Sáenz y Pablo Padilla.

Fue así que Martin Kemp (Escocia), activo estudioso del trabajo de Leonardo da Vinci, se integró al proyecto junto con colegas de Italia, España, Estados Unidos y Canadá.

Con los ensayos en producción, nuestra entrevistada (quien radica desde hace algunos años en Mérida) emprendió la búsqueda de apoyo económico. “Soy muy necia y persistente. Fui con todas las instituciones académicas que pudieran sumarse”. Agrega que el proyecto incluso fue del conocimiento del promotor cultural e historiador Rafael de Tovar y de Teresa, antes de su fallecimiento.  

Con el apoyo del rector de la UNAM, Enrique Graue, fue que consiguió el aval para emprender la impresión de Palas y Musas. Diálogos entre la ciencia y el arte. Además, ante la importancia de la aportación científica, histórica y artística que se estaba concretando, la Universidad Autónoma de México (UAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), se sumaron al proyecto editorial.

La impresión de los seis tomos corrió a cargo de Siglo XXI Editores, ente encabezado por Jorge Labastida, también director de la Academia Mexicana de la Lengua.

Especial

De tal forma que cada uno de los volúmenes de la colección fue dirigido de la siguiente manera: Renacimiento (coordinan Pablo Padilla Longoria y Fernanda Gisholt Márquez), Barroco (española Paula Revenga Domínguez), Ilustración y Romanticismo (Óscar Flores Flores), Moderno (Olga Sáenz), y Contemporáneo (Silvia Hernández y Jaime Alfonso Lobato Cardos).

En 2017, el año en que vio finalmente la luz Palas y Musas. Diálogos entre la ciencia y el arte, recibió el Premio al Arte Editorial, en la categoría Científicos y técnicos en general, que confiere la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem).

Actualmente en la ciudad, comenta Olga María Sáenz González, en la Biblioteca del Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (CEPHCIS UNAM) existe una colección para consulta libre del público. También, si algún interesado quisiera adquirir los seis tomos, podrá encontrarlos en la Librería Península CEPHCIS Casa Lol-Be, ubicada en la calle 22 por 19 y Av. Colón, de la colonia García Ginerés.

Sobre si queda duda sobre  por qué la ciencia y el arte están íntimamente ligados, Sáenz González pone como ejemplo la problemática a la que se enfrentaron los pintores impresionistas, quienes, al intentar sacar el óleo para plasmar las escenas cotidianas ocurridas en el exterior, se secaba. Los avances tecnológicos permitieron que se crearan los tubos que contenían el colorante. Sólo así, pudieron andar por el mundo creando su legado pictórico.

“La creación siempre puede sorprendernos. Creo que lo ha hecho porque aparecen nuevos lenguajes y formas de comunicación, una nueva retórica con rasgos filosóficos, sociales y políticos. Es una conjunción de elementos que acompañan al hombre en su caminar. En este largo recorrido han surgido la filosofía y las ciencias sociales, e incluso el arte”.

JG