María Félix Vs. Carlos Fuentes

lunes, 26 de agosto de 2019 · 04:01
Por Fernando Muñoz Castillo IV El segundo encuentro en el ring, de María y Carlos, fue con la publicación de “Orquídeas a la luz de la luna” (1982). Ahora, no es una novela ni un guión de cine, sino una obra de teatro en la que pone frente a frente a las dos grandes divas del cine mexicano: Dolores del Río y María Félix. El desarrollo de esta historia es definitivo para el gran rompimiento público, con aspavientos, dimes y diretes entre estos dos grandes personajes de la Cultura Mexicana del siglo XX. Habría que anotar, que después de la puesta en escena en Europa de “El tuerto es rey”, de Carlos Fuentes, actuada por su aún esposa Rita Macedo y dirigida por Ricard Salvat, el buen Carlos, al igual que Ermilo Abreu Gómez con Ninfa Santos, la abandona en París, es –según se cuenta–, María Félix quien le da un o unos centenarios de oro a Rita, pues Carlos la dejó sin un centavo, para que pudiera regresar a México y proseguir con su trabajo. Esta, anécdota, nos puede dar la idea de cómo se hizo una zanja más ancha entre María y Carlos. Pensando que María era una mujer que apoyaba a las mujeres, muy a su manera. Después de este ignominioso percance, Carlos Fuentes publica su obra de teatro. La obra se estrenó en una universidad de Estados Unidos, representada por dos afronorteamericanas, no por dos mulatas, no. Estas actrices representaron a Dolores y a María; imagínense lo que esto ocasionó en el ego de la diva –que jugó canasta uruguaya con Luzbel, ella que se había negado a trabajar en Hollywood, porque decía que para hacer de india piel roja mejor representaba indias de su país–, al saberse representada por dos actrices de una minoría étnica ajena a la latina. Este estreno fue el 9 de junio de 1982, en inglés, en la Universidad de Harvard, Cambridge. El estreno en México se realizó primero en 1985 en el Foro Isabelino con Alejandro Celia, como María, y Juan Jacobo Hernández, como Dolores. Pero fue un fracaso de público. Poco después la volvieron a montar con Jorge Carrillo como María y Juan Jacobo Hernández como Dolores. Fue cuando Dolores, que viajaba para internarse en un hospital norteamericano, dijo simplemente que María hablaría y lucharía por ella. Y María habló y dijo: “¡MUJERUJO!” Los fans y el resto de los mexicanos se rieron y burlaron a gusto de Fuentes, quien era para la mayoría un ilustre desconocido, no así la Félix. La verdadera historia del montaje en México La obra se comenzó a montar en la Ciudad de México con Patricia Reyes Espíndola y Dunia Zaldívar, el problema fue la adicción de esta última, lo que le impidió poder aprenderse el texto y accionar en el escenario como actriz. Entonces el director, esposo de la Zaldívar, se inclinó por seguir la otra sugerencia de Fuentes que era que la obra la podían representar dos actores. Para ello, Ignacio Hernández llamó a Juan Jacobo Hernández y a Jorge Carrillo (+). La obra la pusieron ante las declaraciones de propios y extraños en los periódicos y la t.v. Director y actores temblaban, pero quisieron dar la nota y hacerse notorios, o sea, tener sus quince minutos de fama aprovechando el borlote farandulero. Continuará.