
Los montes tropicales de Yucatán resguardan tesoros que son ampliamente valorados por las comunidades rurales. Aunque podría parecer un alimento extravagante, las larvas de avispas conocidas como "ek", son un alimento codiciado entre los pobladores, quienes con suerte lo prueban más de una vez en la vida debido a su escasez.
El panal en donde se resguardan las larvas, tiene una forma cónica y puede alcanzar los 40 centímetros de diámetro y los 60 centímetros de altura. Se cree que cuando el avispero se encuentra elevado entre la vegetación, se debe cortar cuando la luna está en su fase llena. Por otro lado, si se ubica al ras del suelo, debe cortarse durante la fase creciente.
Al consumo de ese manjar se le atribuyen propiedades nutritivas, afrodisiacas y saludables. Las personas que han tenido la fortuna de probarlo, aseguran que cuenta con un sabor inigualable, por eso quien lo come camina la selva en su búsqueda, con la esperanza de poder degustar una vez más ese alimento que le regala el monte a las almas más afortunadas.

¿Cómo se prepara?
El panal debe ponerse a tostar boca abajo en un comal a una temperatura media, por un periodo de entre cinco a 10 minutos. Posteriormente las larvas deben de ser retiradas del panal, y se les puede añadir sal al gusto. La recomendación es que se acompañen con tortilla, a manera de taco, al que se le puede agregar yaaxik (chile verde) tamulado con jugo de limón.