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Escrito por Carlos Sánchez Fabro
Debido a los trabajos de construcción del Tren Maya han sido encontradas varias piezas arqueológicas que hasta el día de ayer no habían sido entregadas de manera legal al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Quintana Roo, por lo que suponen están desaparecidas, en poder de alguien o de más personas relacionadas, ya sea con las empresas constructoras o con el titular de la dependencia federal, Diego Prieto, según dio a conocer el reconocido arqueólogo, Fernando Cortez de Brasdefer.
Desde el inicio de los trabajos del Tren Maya, obra emblemática del Gobierno mexicano, destinada a conectar diversos puntos turísticos de la región Sureste, se ha dado el hallazgo de piezas arqueológicas durante las labores.
Por ello, Fernando Cortez de Brasdefer, conocido por su experiencia en la región y su participación en diversas excavaciones arqueológicas y por reconocimientos que ha recibido por el trabajo realizado a lo largo de su carrera; ha expresado su inquietud sobre la situación actual, ya que, según él, las piezas descubiertas deberían haber sido entregadas al INAH de inmediato, siguiendo los protocolos legales y respetando la integridad del patrimonio cultural.
El arqueólogo no ha descartado la posibilidad que las piezas estén en manos de personas relacionadas con las empresas constructoras o incluso con el titular del citado instituto, Diego Prieto, quien no ha querido emitir información al respecto, estas afirmaciones han generado un debate público sobre la transparencia y la ética en el manejo de los descubrimientos arqueológicos durante proyectos de esta magnitud.
El INAH, por su parte, no ha declarado que está al tanto de la situación y está llevando a cabo las investigaciones correspondientes para determinar la ubicación y estado actual de las piezas arqueológicas, se espera que se tomen medidas legales si se confirma que las normativas de protección del patrimonio cultural han sido violadas.
La comunidad arqueológica, los defensores del patrimonio cultural y la sociedad en general observan de cerca el desarrollo de este caso que plantea preguntas fundamentales sobre la gestión adecuada de los descubrimientos arqueológicos en el contexto de proyectos de infraestructura de gran envergadura como el Tren Maya, la resolución de este conflicto no sólo tiene implicaciones legales, sino también repercusiones en la preservación de la rica historia cultural de México.
Por estos motivos, el arqueólogo Cortez de Brasdefer exige al titular del INAH que informe de manera oficial, en dónde están todas las piezas prehispánicas encontradas en las excavaciones de los trabajos del Tren Maya en casi toda la Península de Yucatán, un tema que tendrá que revelarse de manera directa.
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HS
