Comunidades de SLP denuncian plaga de moscas por actividad ganadera de empresas

Más de 200 toneladas de estiércol de gallina de granja puestas al Sol y al aire libre al día han provocado una plaga que se extiende a 30 kilómetros a la redonda de los municipios de Vanegas y Catorce, situación que afecta a los vecinos de dichas comunidades
domingo, 2 de enero de 2022 · 15:40

Vecinos de los municipios de Vanegas y Catorce han denunciado la presencia de una plaga de moscas que se extiende por esa región de San Luis Potosí, a raíz de la actividad ganadera de la empresa Proan, que instaló tres granjas avícolas para producir el Huevo San Juan y cuyo estiércol de gallina es transportado a Nuevas Tecnologías Agropecuarias, presente también en la zona.

En concreto, el estiércol de las gallinas de granja es vendida a la empresa agropecuaria, que expone a la intemperie 200 toneladas diariamente para transformarlas en composta orgánica, algo que si bien es un acto de agricultura sustentable, ha ocasionado una plaga de moscas en las localidades potosinas a 30 kilómetros a la redonda.

“En vez de estar comiendo su alimento, está uno comiendo moscas”, reprochó don Agustín Villanueva, habitante del rancho Viborillas del municipio de Catorce, donde otras localidades como Carreta, Poblazón, La Pila y La Pasadita sufren por la plaga de moscas.

El vecino de Catorce relató las afectaciones provocadas desde que la industria avícola llegó a la región; “en el monte nada más sale uno y necesita andar nomás espantando a tanto animal y el olorazo que se viene”, y así clama porque la tranquilidad vuelva a su rancho, “lo que más puedan, quitarnos ese ‘mugrero’ de moscas”.

Su hija, la señora Elpidia Villanueva, asegura que la plaga está perjudicando por completo su vida cotidiana pues los insectos se entrometen en todos lados: el patio, la cocina, los corrales, el campo, han invadido por completo el rancho.

“Ha sido muy feo, muy triste porque hay muchos animales y pues tiene como tres años que estamos con las moscas batallando y batallando. Afecta a todos los animales, se los comen de sus manitas, de todo, andan mordidos, sangran dónde los pican; uno come con asco de ver tanto animal”.

Los matamoscas para aplastarlas son insuficientes; los afectados están usando un veneno en polvo que diluyen en agua para rociarlo en el ambiente, también dejan platos con el líquido y estos se desbordan de moscas. El tóxico, incluso ya les está provocando malestares como náusea, vómito y dolor de cabeza, junto con el olor fétido que desprenden las excretas.

Las actividades en el campo se batallan más, desde pastorear las chivas que tampoco aguantan el enjambre alrededor de sus cabezas, o en la extracción del aguamiel, ya que cientos de moscas merodean los magueyes raspados. Además, las gobernadoras, la planta que más abunda en la región, se están secando.

“Es difícil andar en el monte porque la mosca está fea, es molesto para empezar porque no puede ir uno en paz, así va con las manos (espantando las moscas) y los animales también”, dijo Gilberto, vecino de don Agustín.

Los afectados sostienen que tan solo una de las granjas de Proan, tiene alrededor de 6 millones de gallinas, más 25 mil cochinas productivas. “No estamos en contra de esa producción, lo que se pide es que manejen adecuadamente todas las excretas”, aclararon.

"Si es necesario, nos vamos": Representante del centro de compostaje “Las Palmas”

MILENIO solicitó la versión de la empresa Proan, que a su vez canalizó la petición con el ingeniero René López Ruelas, representante legal de la empresa Nuevas Tecnologías Agropecuarias (NTA), a quien “se le venden las excretas para generar composta orgánica”; él radica en Jalisco, pero aceptó una entrevista en su centro de compostaje “Las Palmas”, –en el tiradero–, como le llaman los locales, ubicado en Catorce.

“Nos queda claro que primero está la gente, por eso estamos aquí para ofrecer una disculpa, y si es necesario irnos, nos vamos, pero tenemos nuestra licencia municipal que nos la otorgaron, tenemos el contrato de arrendamiento”, sostuvo López Ruelas.

La empresa NTA mostró el contrato de arrendamiento por un año de un predio de 20 hectáreas que renta al ejido Refugio de los Amayas en mil 600 pesos mensuales. Sostuvo que tiene licencia del ayuntamiento, pero evadió responder si presentó Manifestación de Impacto Ambiental; aunque es evidente que dicha actividad ha violentado el derecho humano al medio ambiente sano para el desarrollo y bienestar, consagrado en la Constitución Mexicana y reconocido por diversas instancias como la ONU.

“Nosotros presentamos el proyecto de sustentabilidad y más bien el beneficio que ocasiona una buena composta, por esa razón es que nos dieron los permisos. Si empieza una afectación, lo que tenemos que hacer es retirarnos, ahora también nos dicen que es un lugar sagrado, nosotros no lo sabemos, nos dicen que el uso es rústico, incluso filmaron una película que se llama El infierno”, resaltó.

El ingeniero destacó que con la gallinaza producen composta, mediante un proceso aerodinámico, por ello requiere estar al aire libre, pues se requiere del sol para alcanzar una temperatura de hasta 70 grados centígrados. Sostiene que el insumo orgánico ha mejorado la producción de maíz y limón en los campos de cultivo de su estado, “de manera sustentable”.

“Estamos recibiendo cerca de 200 toneladas diarias de estiércol, nosotros necesitamos este fertilizante orgánico, ya que viene a dar parte de la solución que necesitamos los agricultores porque los fertilizantes químicos además de que degradan los suelos, están por las nubes, están demasiado caros”.

A diario, generan 80 toneladas de composta que se destinan a productores agrícolas de Michoacán, Estado de México, Querétaro, Hidalgo y San Luis Potosí.

La tonelada de urea cuesta 19 mil pesos; en contraste con los 5 mil pesos que pagan por la composta de gallinaza.

Eduardo Guzmán Chávez, ejidatario de Margaritas y miembro del Comité por el Cuidado del Agua y de la Tierra de Catorce, resaltó que el sitio “es un altar principalísimo de la cosmovisión del pueblo Wixárika”, por ello, reprochó que Proan, la segunda productora de huevos a nivel nacional, no se preocupe por la salud de las personas que habitan en los alrededores de sus granjas.

“No es posible que tenga el descuido de tener un tiradero de excretas en cualquier sitio, sea sitio sagrado o no, donde haya una afectación a la población humana y ambiental.

Al escuchar las denuncias por tal actividad, la empresa prometió realizar fumigaciones en las comunidades afectadas, o incluso tecnificar su proceso de compostaje, esto es secar las excretas desde la granja, para evitar olores y moscas durante su proceso al aire libre. Así que si no llegan a un acuerdo con los afectados, prometen retirarse en seis meses.

“El proyecto ya está, estamos parados en cuestión de energía eléctrica, y las granjas ya tiene toda la infraestructura para empezar (...) No es cuestión de la empresa, es cuestión de que tenemos que solicitar un servicio público”, dijo Víctor Manuel Hernández, asesor técnico del patio de composteo Las Palmas.

Nadia Morales Yáñez, también integrante del Comité del Cuidado y Defensa de la Tierra y el Agua de Catorce, dijo que un proceso de composteo debería eliminar cualquier crecimiento de insectos, “porque se supone que alcanza altas temperaturas y eso debería inhibir la producción de moscas y el resultado es que hay una gran infestación, puede que para ellos sea un proceso de composteo, pero la cantidad de olor que se produce, las moscas, si dicen que es normal, los invitamos a que pasen unos días aquí”, apuntó.

Dijo que la infestación de moscas incluso provocó que los pequeños productores de frutales, perdieran su producción, debido a que ejemplares como el higo se agusanaron.

“Las personas han tenido un fuerte impacto, hay personas que se han cambiado de casa porque no pueden estar viviendo aquí. Y mientras esté tipo de granjas siga expandiéndose en la región, va a afectar a todo el municipio”, lamentó.


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AESC