Día Mundial del Sueño: ¿Todos soñamos?

Soñar es un proceso fisiológico que le sirve al cuerpo para descansar y para recargas energías que fueron consumidas durante el día, En el aspecto emocional, se trata de episodios de lo vivido y buena parte, deseos reprimidos

Las investigaciones científicas indican que, salvo contadas  excepciones, todos soñamos todas las noches, lo que sucede es raras veces lo recordamos…

Las fases del sueño…

Cuando dormimos pasamos por 5 fases de sueño que se van repitiendo a lo largo de toda la noche, cuando acaba la quinta, vuelve a empezar la primera y así hasta que nuestro gran amigo el despertador nos devuelve a la realidad para empezar un nuevo día (con amigos así…)

De esas 5 fases, las 4 primeras se denominan NREM (No REM), mientras que la última es la conocida Fase REM. REM viene de Rapid Eye Movement (Movimiento Ocular Rápido) y se caracteriza porque los ojos se mueven velozmente de un lado a otro, además de porque no podemos mover nuestro cuerpo, ni se regula bien la temperatura corporal. Es durante esta fase cuando soñamos, y como todos pasamos por ella, todos soñamos.

Esta fase ocurre cada 90 minutos aproximadamente. La primera vez suele durar unos 10 minutos, pero a medida que vamos pasando por ella va siendo cada vez más larga, pudiendo llegar a durar hasta 1 hora o más. Durante una noche normal, de estas que no trasnochas mucho y te levantas a una hora decente, podemos llegar a pasar por esta fase unas 5 veces, soñando en todas ellas.

Aunque algunos estudios afirman que no solo se sueña en esta fase, sino que en alguna de las otras cuatro también podemos sufrir este fenómeno, pero que no es lo más habitual.

La capacidad de recordar los sueños es algo que todos tenemos, pero que si no lo entrenamos o estimulamos no funciona (ya se sabe, todo lo que no se usa, se acaba atrofiando), así que si queréis recordar todas vuestras aventuras oníricas, lo principal es querer hacerlo y mentalizarse de ello. Si realmente estáis interesados, suele ayudar el tener un diario de sueños, en el que apuntéis todo lo que recordéis, cuanto más detalle mejor, porque a la larga esto os hará la tarea más fácil.

Hay veces que los sueños son una pasada y merece la pena ser recordados, aunque si os da pereza escribir un diario de sueños, dejadlo correr, al fin y al cabo saber qué es lo que soñáis solo puede serviros para tener algo que contar en la máquina del café, en los descansos del trabajo.

AR