"El Halconazo": por qué se llama así a la matanza del 10 de junio

miércoles, 10 de junio de 2020 · 13:49
El dos de junio de 1971 será recordada como la fecha en la que ocurrió la segunda agresión de estudiantes a manos del gobierno en menos de tres años: La Matanza del Jueves de Corpus o también conocida como "el halconazo", en referencia al grupo militar llamado "Los Halcones", responsable de la muerte de 120 estudiantes que se manifestaban en la Ciudad de México hace 49 años. En las calles de la capital del país, ese día, una manifestación estudiantil que marchaba en apoyo de la Universidad de Nuevo León, fue violentamente reprimida por un grupo militar denominado "Halcones", creado por el coronel Manuel Díaz Escobar para reprimir cualquier manifestación contra el gobierno de Luis Echeverría Álvarez. Estudiantes del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) respondieron al llamado y convocaron a una concentración, la primera después de que el 2 de octubre de hacía poco más de dos años, en 1968, el Ejército masacrara a cientos de jóvenes en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, bajo el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz. La marcha pasaría por el centro de la capital mexicana, comenzando en el Casco de Santo Tomás y recorrería las avenidas Carpio y de los Maestros para salir a la Calzada México-Tacuba. Granaderos, miembros de la Policía e incluso tanques antimotines salieron a las calles para controlar la marcha estudiantil. Un control que se llevó de forma violenta y desmesurada. En mitad de la protesta, la explosión de una granada era el anticipo de lo que se avecinaba. El entonces presidente de México, Luis Echeverría Álvarez, había anunciado intenciones de apertura democrática de parte de su gobierno, permitiendo el regreso al país de jóvenes dirigentes estudiantiles del movimiento de 1968 que habían sido orillados al exilio para proteger sus vidas. Así mismo, se liberó a algunos presos políticos y resurgieron personajes como José Revueltas. Sin embargo, las calles por donde se realizaría la marcha estaban repletas de policías y granaderos quienes impidieron el paso a los estudiantes. También había tanques antimotines  y vehículos militares "Los Halcones", el grupo de choque entrenado por la Dirección Federal de Seguridad y la C.I.A., atacó brutalmente a los estudiantes desde las calles aledañas a la Avenida de los Maestros después de que los granaderos abrieran sus filas. Los paramilitares al principio agredieron a los estudiantes con palos y porras, por lo que fueron repelidos fácilmente, sin embargo "los halcones" contraatacaron nuevamente pero ya con armas de fuego de alto calibre. El tiroteo duró varios minutos, durante los cuales algunos transportes daban apoyo logístico al grupo paramilitar, dotándolo con armas y transportes improvisados. El saldo fue de 120 estudiantes asesinados. A los que sobrevivieron al ataque y llegaron heridos a hospitales, llegaron "halcones" y los mataron dentro de la institución médica. Prensa nacional y extranjera cubría la movilización y fueron agredidos también de forma brutal. A muchos les fueron destruidas sus cámaras, mientras que otros fueron gravemente heridos. Sin embargo, es gracias a múltiples imágenes rescatadas que sabemos hoy de la participación de francotiradores apostados en las azoteas y de diversos vehículos que les brindaban a los halcones armas, municiones y apoyo logístico. La policía, sin órdenes de intervenir, observó la matanza para después subir por la fuerza a los sobrevivientes a las decenas de patrullas y camiones que estaban en el lugar. El ejército tenía listos transportes en las instalaciones del Colegio Militar. Los responsables, impunes La noche del 10 de junio, autoridades capitalinas salieron a decir que se había tratado de un enfrentamiento entre estudiantes y que “los halcones” no existían, que se trataba de una leyenda. Los medios impresos asegurarían que la cifra de muertos no pasaba de los 16, mientras que había testimonios de 30 cadáveres en el hospital Rubén Leñero. Posteriormente se publicaría una lista de 27 nombres y 13 más sin identificar. Hasta hoy, la cifra sigue sin ser exacta, pero no es menor de 120. Solo medios valientes como la revista Por qué? del periodista Mario Renato Menéndez señalaron las decenas de muertos que hubo, documentadas con fotografías, y cuestionaban los hechos tanto al presidente como al procurador de Justicia, Julio Sánchez Vargas. En semanas siguientes, mientras Echeverría negaba cualquier participación en los hechos del 10 de junio, renunciarían a sus cargos el jefe de la policía Roberto Flores Curiel y el Procurador Sánchez Vargas. El expresidente Echeverría llegó a ser investigado por el delito de genocidio, acusación que fue desestimada. En julio de 2005, se cerró la investigación del "Halconazo", exculpando a Luis Echeverría y a quien fuera secretario de gobernación Mario Moya Palencia. Con información de Agencias y Archivo Histórico Por Esto! Por Redacción Digital Por Esto! EH