
El municipio de Benito Juárez encabeza las estadísticas en el delito de violación en Quintana Roo, de diciembre del 2024 a febrero de este año, al registrar 92 de un total de 182 y manteniendo un alza del nueve por ciento, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Según datos oficiales emitidos por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en México, una de cada cuatro niñas sufre de algún tipo de abuso sexual.

Noticia Destacada
Víctimas de abuso, poder e impunidad: Casos de mujeres violentadas por hombres escudados bajo un uniforme
De acuerdo con las cifras oficiales, elaboradas con base en los reportes brindados por la Fiscalía General del Estado (FGE), entre las fechas mencionadas, en el Caribe Mexicano se contabilizaron 182 violaciones, distribuidas de la siguiente manera: en diciembre del 2024 se registraron 66; en enero del 2025, 61 delitos de este tipo y en febrero fueron 55. La actualización de marzo todavía no se publica por las autoridades federales.
Del total de ilícitos ocurridos en el estado, 92 fueron en Benito Juárez, colocándolo en el primer lugar; el segundo puesto lo tiene Playa del Carmen, donde se registraron 28; en tercer sitio va Othón P. Blanco, con 21 casos; en cuarto lugar está Tulum, con 16 denuncias registradas; le siguen Felipe Carrillo Puerto, con 10 y José María Morelos, con tres.
Bacalar, Cozumel y Puerto Morelos son los encargados de cerrar la lista, cada uno de ellos registra solamente dos casos cada uno.
En general, en las nueve demarcaciones se ha generado un aumento del nueve por ciento en este tipo de delitos, mientras que la estadística anual arroja que, durante el último lustro, se sumaron entre 700 y 800 casos por año.

Según datos brindados por la Unicef, una de cada cuatro niñas México se ven afectadas por este tipo de violencia, una realidad que requiere atención urgente y acciones concretas para proteger a la infancia. Los especialistas de esta organización colocaron a México en el primer lugar a nivel mundial en este tipo de delitos.
Las niñas y niños víctimas de violación pueden tener consecuencias a corto y largo plazo, afectado su bienestar físico, emocional y social. Los adolescentes entre 14 y 17 años son los más vulnerables, con un incremento significativo en los abusos.