El Centro Nacional de Identificación Humana (CNIH), organismo de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), abrió “la rendija” en Quintana Roo para apuntalar los trabajos de localización e identificación de personas, a fin de restituir la dignidad de las víctimas y dar aliento a sus familiares.
Luego que el estado se colocara en semáforo naranja por la creciente desaparición de personas, cifra que incluye a migrantes que van de paso, turistas y ciudadanos, el organismo seleccionó a Quintana Roo para iniciar la toma de muestras genéticas y entrevistas para integrar una ficha somatológica, a instancias de la sociedad civil, colectivos y la federación.
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Asociaciones revelan cifra de más de mil 500 personas desaparecidas en Quintana Roo
Areli Alatorre, directora de Investigación y Registro Forense del CNIH, confirmó que es falso que hayan llegado a la entidad solicitados por el gobierno estatal; también señaló la apatía de la Fiscalía General del Estado (FGE), pues ésta ni siquiera ha entregado los datos requeridos para el proceso, aunque sí hay un acuerdo de entrega que espera que se cumpla pronto.
Explicó que su labor en la entidad es la respuesta a una petición que realizaron los colectivos “Verdad Memoria y Justicia”, “Madres Buscadoras de Quintana Roo” y “Madres Buscadoras de Isla Mujeres” a la Comisión Local, a cargo de María López Urbina.
En la entidad hay discrepancia de datos en cuanto a personas desaparecidas, pues mientras la estadística oficial del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) sostiene que de enero a agosto hubo 883 víctimas, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas reportó que de enero a mayo la cifra llegó a mil 213.
Asimismo, habría más de 800 cuerpos sin identificar en el Servicio Médico Forense (Semefo), en Cancún, según la propia FGE, a los que se sumarían los incinerados de manera clandestina en dos crematorios recién clausurados y las fosas ilegales encontradas.
Desafíos a su labor
El CNIH inició su trabajo en el 2022, enfocado principalmente en estados del Norte del país, donde el número de desaparecidos es “alarmante”. El equipo liderado por Alatorre se enfrenta a dos desafíos: la falta de base de datos que debe proporcionar la FGE, así como la angustia de las familias que se quejan que dicha dependencia estatal no da respuesta, no hace su trabajo y no le tienen confianza.
Reconoció de manera tácita que Quintana Roo es un punto clave por el número de casos de personas desaparecidas, porque además de ciudadanos locales han atendido a familiares de no localizados extranjeros, como cubanos.
“Hasta ahora- en el segundo de cinco días de trabajo programado- nos va bien, todo en orden y esperamos avanzar lo más que podamos. Dejaremos abierta la posibilidad de regresar”, dijo.
Requisitos
En las jornadas se les toman muestras de sangre para obtener un perfil genético, con el fin de realizar la confrontación con la base de datos a nivel nacional, que suma a 3 mil 700 personas no localizadas. Asimismo, se realizan entrevistas para integrar la ficha somatológica, presentado una galería de fotos de la persona desaparecida; se les pide a los familiares que presenten la denuncia hecha ante la fiscalía, acta de nacimiento o CURP, documentación médica y cualquier otro documento que pueda ayudar a la búsqueda. Este proceso dura alrededor de dos horas y está a cargo de cinco investigadores forenses, dos genetistas y ella misma.
“La tarea se divide en cuatro fases una vez que se cuenta con la base de datos. Primero enfocarse en la búsqueda, que la realiza otra área de la CNB, luego la localización e identificación de personas, para que una vez corroborado todo el protocolo y los datos obtenidos se finalice con la restitución digna, es decir, que los familiares conozcan qué paso con su ser extraviado”.
Desapariciones aumentan un 20 por ciento
En la entidad aumentaron más de un 20 por ciento los casos de personas desaparecidas entre mayo de 2023 y el primer semestre de 2024, según un análisis del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia (IMDHD).
En los últimos 10 días, las autoridades han emitido 15 fichas de alerta por desaparición de personas, cuatro de ellas menores de edad, dos ya fueron localizadas.
La desaparición de personas en México es un problema grave y generalizado. Según la Comisión Nacional de Búsqueda, hay más de 115 mil no localizados en el país. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha establecido que la desaparición forzada es una grave violación a los derechos humanos que coloca a la víctima en un estado de completa indefensión, por ello es importante que los estados adopten medidas para prevenir e investigar estos casos y que se garantice la protección y asistencia a los familiares, pero hasta la fecha existen acciones inmediatas.
En Quintana Roo, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas brindó el curso -taller “Protocolo Homologado de Búsqueda de Personas No Localizadas”, para proporcionar un marco de referencia unificado y claro que guíe a las autoridades y actores involucrados en las investigaciones.
Crisis nacional
La crisis forense que atraviesa el país, reconocida por el Gobierno Federal, impide garantizar parte del derecho a la verdad que implica saber a quién se ha localizado y entregarle dignamente a sus familiares, así como saber qué le sucedió a la persona desaparecida para poder garantizar una investigación efectiva como parte del derecho al acceso a la justicia, precisa la CNB.
El procesamiento de cuerpos, la identificación forense, así como la construcción, homologación y sistematización de bases de datos genéticas, y los registros de personas fallecidas identificadas y desconocidas, corresponde, hasta ahora, a las fiscalías mayoritariamente –y en algunos casos– a tribunales de justicia o a la Secretaría de Salud. La administración de fosas comunes corresponde a los panteones, que son municipales.
Reconoce que existen decenas de miles de cuerpos sin identificar y no existe un censo al respecto, tampoco está sistematizada la metodología de toma de muestras genéticas; no hay una base de datos genética centralizada que permita la confronta ordenada, dedicada a personas desaparecidas y organizada por grupos familiares con detección previa de donantes potenciales; la información genética que existe rara vez se contrasta y comparte, y no hay capacidad ni voluntad para hacerlo de manera masiva.
No hay un censo sobre cuerpos no identificados en las fosas comunes y, en ocasiones, no hay trazabilidad de los cadáveres que se encuentran ahí, ya sea porque se encuentran mal registrados o porque no se registran.
La información forense se encuentra fragmentada, incompleta y no existe comunicación técnica entre las personas expertas que ejecutan los procedimientos forenses útiles para la identificación, además de que trabajan bajo un enfoque individual y no masivo.
Los servicios médicos forenses son insuficientes. Existen decenas de miles – número aún indeterminado – de cuerpos y de restos sin identificar en ausencia de una política pública nacional en materia forense con enfoque en la búsqueda de identificación humana en relación con la desaparición de personas.
Procesos en construcción
Las mecánicas y procesos colaborativos se encuentran en construcción y revisión constante para generar sinergias orientadas a garantizar el derecho de toda persona desaparecida a ser buscada.
Inicialmente, la información sobre el hallazgo de fosas clandestinas, cuerpos y restos exhumados, así como su avance en la identificación, fue solicitada a las fiscalías de los estados y la FGR a partir del 1 de diciembre de 2018, con actualización permanente. Posteriormente, se solicitó información sobre el hallazgo de fosas clandestinas, cuerpos y restos exhumados de 2006 a 2018, con el objetivo de tener un diagnóstico histórico de los hallazgos, se precisa.
Para complementar dicha información, se realizó una solicitud sobre el avance de identificación, sin embargo, solo algunas fiscalías de los estados proporcionaron datos parciales, por lo que no se cuenta con un diagnóstico integral sobre el avance de identificación del 2006 a 2018, reconoce la CNB.
Existen fiscalías que no han remitido la información actualizada, o no dan toda la información requerida. En dicho registro interno también se consideran los datos obtenidos de los hallazgos de fosas clandestinas y cadáveres exhumados, derivado de las acciones de búsqueda en campo donde participó personal de la CNB.
El organismo detalla que del 2006 a junio de 2023, se tiene registro del hallazgo de 5 mil 781 fosas clandestinas y 10 mil 88 cuerpos exhumados. Los cinco estados que, en dicho periodo, concentraron el mayor número, 2 mil 644, que corresponde a un 45.74 por ciento del total, fueron Veracruz, Tamaulipas, Guerrero, Sinaloa y Chihuahua.