Depresión y estrés laboral, el precio de la industria turística en Quintana Roo

Al menos el 12 por ciento de la población quintanarroense se ve afectado por depresión y estrés laboral debido a la presión de la industria turística
viernes, 23 de febrero de 2024 · 12:21

El 12 por ciento de la población de Quintana Roo tiene algún grado de depresión o tendencia al suicidio. Asimismo, hasta el 32.1 por ciento de los médicos en la Entidad tienen un alto síndrome de burnout (desgaste profesional o estado de agotamiento mental, emocional y físico, que se presenta como resultado de exigencias agobiantes, estrés crónico o insatisfacción laboral).

Además, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Caribe Mexicano marca tendencia de crecimiento de casos.

El hecho que Quintana Roo sea un Estado cuya economía está volcada totalmente hacia el turismo, que es una industria intensiva en mano de obra y fuerza de trabajo, y debe brindar servicios las 24 horas, los siete días de la semana, es un factor que, sumado a otras variables, como una pirámide poblacional orientada hacia la población joven y la vulnerabilidad que genera la intensidad laboral de los destinos turísticos, lo convierten en un caldo de cultivo perfecto para el deterioro de la salud mental, especialmente por las desigualdades que se generan en este tipo de polos de desarrollo.

Lo anterior se establece en el estudio “La salud mental como derecho humano en Quintana Roo, México. Análisis desde la disciplina de la política pública” de los especialistas y catedráticos de la Universidad de Quintana Roo, Miguel Ángel Barrera Rojas y Alejandro Baeza Ruiz.

El pasado octubre, el Poder Legislativo aprobó una nueva justificante laboral, que incluye que el burnout, la depresión, la ansiedad y el insomnio, trastornos mentales que finalmente fueron reconocidos como padecimientos que pueden ser causados por el empleo, de manera que quienes sean diagnosticados con alguno de ellos tendrán derecho a incapacidad.

Por ello, el Senado de la República dio luz verde a una reforma a los artículos 513, 514 y 515 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) para actualizar la tabla de enfermedades laborales. El proyecto fue impulsado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) luego de más de cinco décadas sin haberse modificado y que considera 88 nuevas patologías.

Antes de estos cambios legales, el único padecimiento mental reconocido era la neurosis, la cual estaba catalogada como una enfermedad endógena, es decir, derivada de la fatiga industrial. Con la reforma se incluye por primera vez la clasificación de “trastornos mentales” dentro de este listado y se reconocen cuatro padecimientos: estrés, depresión, ansiedad y trastorno no orgánico del ciclo de sueño vigilia (insomnio).

Paradójicamente, desde el 2018, México reconoce a través de la NOM-035 que las condiciones en las que se desarrolla un trabajo, como las jornadas extensas, la sobrecarga o los liderazgos negativos, deterioran la salud mental de las personas, pero hasta ahora, no se reconocían las enfermedades que se ocasionan por la exposición a dichos elementos.

Al respecto, Lilian Negrete Estrella, titular del Centro de Integración Juvenil en Cancún, considero el hecho como “muy importante que se esté tomando en cuenta la salud mental y cómo afecta a los trabajadores, ya que si no se atiende de manera adecuada daña sus acciones y relaciones, así como su  desempeño laboral, ya que baja su rendimiento y puede causar riesgos en el mismo.

Precisó que “los Centros de Integración Juvenil llevan pláticas de prevención de salud mental a las diferentes empresas que nos lo solicitan y ponemos a sus órdenes el Autodiagnóstico del CIJ para conocer cómo se encuentran al respecto y darles atención”.

Indicó que los casos de depresión, ansiedad e insomnio por estrés laboral “son recurrentes más no puedo decir que sea grave como tal, pero sí ha aumentado el número de casos que solicitan atención”, aunque no precisó cifras al respecto.

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AT