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Los últimos dos “Nortes” regresaron la mayor parte del arenal que Playa Norte perdió en noviembre pasado.
Los concesionarios comenzaron a reforzar sus defensas para evitar la erosión. Las palizadas fueron renovadas con varios bultos de arena y les colocaron ramas de coco para evitar que la gente se suba y las debilite.
El retorno de los arenales comenzó desde diciembre y los vientos del Oeste y Noreste se reforzaron hace dos semanas. Los siguientes fenómenos continuarán acercando más arena.
En la parte Este hay una pequeña “península” de 2 mil metros cuadrados, por donde está la torre de vigilancia de Protección Civil, según un recorrido de Por Esto!
Ayer jueves no llegó sargazo, señaló el personal de los comercios cercanos. Además, desde primera hora el personal de limpieza de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) retiro la basura.
Los concesionarios también protegen las dunas y áreas verdes. Aunque según el recuento de daños, ninguna mata de coco se cayó por la erosión generada durante los recientes meteoros.
Aunque el agua sí avanzó playa adentro, hasta alcanzar la torre de vigilancia del lado Este, paradójicamente la playa ganó terreno.
Aunque en noviembre y diciembre del 2023 se llegaron a asomar las raíces de las palmeras, el daño fue menor que en el 2022: aunque el esfuerzo de proteger las matas, áreas verdes y dunas permitirá que en la siguiente temporada de viento se puedan amortiguar, incluso huracanes.
En el caso de Playa Centro, el daño fue menor, aunque ahora también se encuentra en franca recuperación coincidieron los trabajadores que extienden sombras y camastros.
El deterioro que se registró en la parte Norte, en colindancia con el arenal vecino, ya se recuperó, y se espera que con las condiciones climáticas, en las que predominará el viento del Sur hasta la primavera, continúe recuperándose la superficie del balneario.
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HS
