En Quintana Roo, más de mil negocios de cada 10 mil fueron presa de la extorsión por miedo a ser víctimas de la violencia de organizaciones criminales de alto impacto, informó el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (Inegi), luego de la Encuesta de Victimización de Empresas (EVE), la cual fue recientemente publicada, en la que se señala que cada ciudadano pagó en promedio 64 mil pesos por su “seguridad”.
En la entidad, por cada 10 mil negocios, 7 mil 527 fueron víctimas de la delincuencia, de los que en 25 por ciento se cometió extorsión, hechos que ocurrieron por la calle, establecimiento o por cobro de piso, de los cuales, en el 67 por ciento se entregó el dinero solicitado.
También, el ejercicio concluye que aquellos que no pudieron pagar por razones económicas, se inclinaron por el cierre de sus negocios.
James Tobin, coordinador de la Mesa de Seguridad Ciudadana y Justicia del Estado, dijo que son los pequeños negocios los más vulnerables, por temor a las represalias que puedan tener las células delictivas, al no acceder al cobro de piso.
Entre los factores que influyen para que las pequeñas unidades económicas sean más propensas a esto es que al tener menos recursos financieros, es muy poco probable que inviertan en medidas de seguridad, como cámaras de vigilancia, alarmas y sensores de movimiento para prevenir cualquier delito; además, que dependen de la comunidad local para su supervivencia, lo que las hace más susceptibles a la presión y la coacción de grupos delictivos o individuos que buscan extorsionarlas.
La falta de denuncias se debe a que la mayoría de los ciudadanos sienten que no cuentan con apoyos institucionales o recursos legales para protegerse de este delito.
También dijo que esto no nada más es un problema en la entidad, sino que se convirtió en un negocio alterno de las células delictivas, es decir los mismos que se dedican a la venta de drogas, armas y secuestros, también son parte del problema de extorsión, porque es una manera de obtener recursos fáciles y como la gente tiene miedo no dice nada y paga lo que le piden, en caso de no alcanzar la cantidad requerida o no estar de acuerdo con el cobro obliga a los empresarios a cerrar los negocios.
El coordinador dijo que hace unos meses se lanzó una encuesta, para contabilizar de manera local, los casos de extorsión en las empresas, pero la respuesta de los empresarios se quedó corta, ya que esperaban una muestra de 500 negocios, para tener un panorama más real; sin embargo, apenas participaron 200 negocios, lo que indica que hay un tema de miedo colectivo.
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Uno de los grandes desafíos, cuando se trata de la extorsión, es la falta de denuncias, lo que queda en evidencia al analizar los datos del número de denuncias anónimas al 089 (brindado por la Secretaría de Seguridad Ciudadana), que muestra que entre 2016 y 2023 hubo 30 mil llamadas para denunciar extorsiones, pero en ese periodo la Fiscalía sólo recibió mil 30 denuncias formales.
