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Quintana Roo

“Voces de lo vivido": Testimonios durante el paso del huracán Wilma en Quintana Roo

Hasta el día de hoy se siguen contando la experiencia de haber vivido uno de los huracanes más impactantes del estado
Benitojuarenses aún recuerdan todo lo vivido ese 21 de octubre del 2005
Benitojuarenses aún recuerdan todo lo vivido ese 21 de octubre del 2005 / POR ESTO!

Además de las repercusiones al sector económico y turístico de la entidad, los daños ocasionados dentro de la ciudad son parte de la historia de Quintana Roo, en donde se cometieron actos de rapiña, obligando a las autoridades a replantear las medidas de vigilancia con elementos federales que tuvieron que cuidar tiendas y plazas comerciales. En total, fueron saqueados 73 negocios.

El impacto económico del ciclón representó 2 mil 675 millones de dólares en pagos por parte de las aseguradoras.

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Antes del impacto

El 19 de octubre, cuando se anunció la “Alerta Roja”, las clases se suspendieron en los municipios de la Zona Norte, y se advirtió a los residentes de las áreas costeras que buscaran refugio, pero en un principio, la mayoría de la gente que vivía en las zonas bajas de Cancún se negó a salir de sus viviendas, hasta que se dieron cuenta que debían salir para salvar sus vidas.

Se recomendó a los turistas de la ciudad de Cancún y las islas regresar a sus lugares de origen, al final, en la Zona Norte se evacuaron 40 mil turistas y 70 mil personas fueron desalojadas de las costas de Quintana Roo y Yucatán.

Mientras la policía preventiva realizaba recorridos por todo Cancún en apoyo a la ciudadanía y a los turistas varados, el techo de su cuartel general, ubicado sobre avenida Xcaret, se desplomó. Ante la falta de combustible, las autoridades permitieron tomar gasolina de los carros que se encontraban en el corralón, porque no había forma de llenar las patrullas para seguir brindando el apoyo, sobre todo, a la gente que vivía en las zonas bajas de la ciudad, como Puerto Juárez, La Donceles 28, Corales, Las Culebras, que al principio no querían abandonar su vivienda, pero al ver lo fuerte que estaba el huracán decidieron ir a los refugios en las patrullas que aún hacían la evacuación de esas zonas.

El agua inundó varias viviendas, causando miles de pérdidas materiales
El agua inundó varias viviendas, causando miles de pérdidas materiales / POR ESTO!

Aquél huracán desbordado los saqueos en prácticamente toda la ciudad, generando un gran desconcierto social, pues la realidad es que, hasta ese momento, no había falta de productos de primera necesidad y desde luego no se justificaba la rapiña, que precisamente provocó esa escasez.

Mucha gente batalló para conseguir agua y alimentos enlatados, porque en las mismas tiendas, los dueños decidieron duplicar y hasta triplicar los costos de los productos.

En ese contagio colectivo, gente de diversas clases sociales fueron fotografiados saliendo de las tiendas con televisores, refrigeradores o aires acondicionados. De hecho, horas después, elementos del Ejército y de las Fuerzas Federales de Apoyo tuvieron que cuidar estas plazas para evitar más robos. En total, fueron saqueados 73 negocios y con el paso de los días, muchos de los que cometieron los actos de rapiña fueron denunciados de manera anónima, las autoridades de la entonces Procuraduría de Justicia pidieron a la gente que entregara lo robado al Ministerio Público, pero ante el temor de un arresto, los arrepentidos comenzaron a dejar los aparatos en plena calle o en camellones, algunos ya inservibles porque la lluvia siguió por tres días más.

De los aparatos recuperados, muchos quedaron a disposición de los jueces penales, otros más permanecieron en las oficinas del entonces PGJE, hoy FGE hoy Fiscalía y otros más, en las casas de algunos servidores públicos, con todo y el número de la averiguación previa, por si algún día tenían que devolverlo.  

La electricidad dejó de existir por varios días, dejando incomunicados a toda la población
La electricidad dejó de existir por varios días, dejando incomunicados a toda la población / POR ESTO!

Si bien, las cuadrillas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que llegaron de apoyo desde el centro del país, trabajaron días y noches enteras para restablecer el suministro, principalmente el sustituir las decenas de torres de electricidad que quedaron dobladas, la falta de electricidad que en algunas zonas como el Crucero, las regiones 60. las 100 y las 200 tardó hasta 15 días, provocando que cientos de vecinos se organizaran para hacer cuadrillas de vigilancia por las noches, encendiendo fogatas, que a los pocos días trajeron como consecuencia enfermedades respiratorias en menores de edad y adultos mayores, de hecho, gran parte de la ciudad olía a humo.

Hubo muchos problemas con las comunicaciones, como la telefonía tradicional, dejando a las ciudades afectadas parcialmente incomunicadas por un par de días. En las viviendas, el suministro de agua también duró varios días y en algunas zonas como en Villas del Caribe fue irregular durante meses. Los pocos que tenían alberca usaban esa agua para lavar trastes, para la limpieza de la casa y los baños.

Cadenas de supermercados y negocios sufrieron saqueos
Cadenas de supermercados y negocios sufrieron saqueos / POR ESTO!

La luz fue sustituida por linternas y velas durante una semana en algunas regiones y los pocos que tenían algún tipo de generador o planta de emergencia la usaban sólo pocas horas por la noche para poder dormir sin tanto calor y por las mañanas conectaban el refrigerador por un rato.

Otra situación que provocó la vigilancia nocturna en algunas colonias como Villas del Caribe o las Regiones 96, 97, 99 o las 100, fue el rumor de que alrededor de 100 de reos escaparon de la prisión durante el huracán, a través de unos boquetes de las bardas perimetrales del penal, lo que sin duda ocasionó un enorme temor entre la población, sobre todo, de las áreas habitacionales cercanas a la prisión.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) envió dos aviones Hércules, de 15 toneladas cada uno a Chetumal, cargados con láminas para la reconstrucción de las viviendas, otros dos más con agua embotellada y comida para los albergues. La Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación confirmó severos daños en Solidaridad, Cozumel, Isla Mujeres, Benito Juárez, Lázaro Cárdenas y Carrillo Puerto.

Una semana o diez días después del paso de la tormenta, las plantas de energía, aeropuertos y carreteras reanudaron sus operaciones. Los turistas varados lograron regresar a casa, el pillaje disminuyó y poco a poco todo regresaba a la normalidad en la ciudad de Cancún, pero la Zona Hotelera seguía sin la vida que le caracterizaba y las luces nocturnas de las discotecas estuvieron apagadas por semanas, el acceso general estuvo cerrado, había elementos de la Marina en la entrada y salida del boulevard Kukulcán, pero también podían verse elementos custodiando la zona de discotecas que estaba completamente a oscuras.

Durante los primeros 15 días, únicamente se permitió el acceso a hoteleros, residentes, trabajadores o gente relacionada con los locales comerciales y a medios de comunicación que pudieran acreditarse.

En todo Cancún habían rastros de árboles caídos, postes de luz y caos total
En todo Cancún habían rastros de árboles caídos, postes de luz y caos total / POR ESTO!

Los testimonios

El encargado de despacho de Bomberos en Cancún, Aquileo Cervantes Álvarez, recordó que en ese entonces tenía tres años de haber ingresado a la corporación, dijo que había postes de luz, árboles y cable caídos, lo que les hacía imposible transitar y todo el apoyo que brindaban era por tierra.

“Movilizamos a muchas personas hacia los refugios como se podía, porque sus casas estaban inundadas, realizamos muchas actividades en ese huracán, en ese entonces nos tocó trabajar a todos 24 x 24, y éramos cerca de 100 elementos, también apoyamos en las evacuaciones en la Zona Hotelera, porque ya teníamos las 6 bases y el personal recorría cerca de sus bases. Fue una experiencia muy complicada, y después seguimos apoyando para levantar la ciudad, creo que contribuimos trabajando en conjunto con todas las brigadas de los tres órdenes de gobierno”.

Por su parte, Amilcar Galaviz, director de la Cruz Roja en Cancún, dijo que en ese entonces estaba en la corporación, pero en Playa del Carmen. Recordó un servicio, justo durante el meteoro, cuando explotó un tanque de gas en una casa; y dos menores de edad resultaron con quemaduras graves.

“Afortunadamente teníamos una ambulancia tipo 9 (montada sobre chasis de tráiler) y con esa ambulancia se les llevó al Hospital General, aunque horas después, por su gravedad de las quemaduras fueron llevados a Cancún, en un camión anfibio de la Marina, fue un servicio muy difícil porque fue justo en el momento en que azotaba con mayor fuerza el huracán y debido a que eran unos niños se tomó la decisión de salir a buscarlos”.

Wilma sin duda dejó muchas enseñanzas, entre ellas, provocó que los parámetros de Protección Civil en la entidad crecieran y ahora las autoridades están preparadas para una contingencia de hasta 120 horas.

Wilma marcó un antes y un después en la historia de Quintana Roo que se sigue recordando hasta la fecha

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Zafiro Bravo, quien en aquel entonces tenía 16 años de edad, recuerda que se quedaron sin energía eléctrica en toda la colonia, por lo que los vecinos comenzaron a recoger ramas y muebles de madera, para hacer fogatas en las noches; mientras los hombres hacían guardia en las calles para evitar que los amantes de los ajeno se llevaran las pocas pertenecías que se lograron rescatar.

“Recuerdo que esa noche, el viento comenzó a aumentar y la lluvia era intensa, mi familia y yo nos refugiamos en un cuarto interior, pero el ruido era muy fuerte, el techo de nuestra casa se derrumbó y tuvimos que escapar a casa de un vecino, donde esperamos a que todo terminara”

Zafiro también recordó que en aquellos días la gente comenzó a meterse a las tiendas de autoservicio para sacar artículos del hogar y de línea blanca. “Algunos trasladaron las televisiones hasta en bicicleta, todo mundo quería obtener algo, por lo que dejaron los comercios completamente vacíos”.

El huracán Wilma causó terror a los quintanarroenses debido a su fuerza
El huracán Wilma causó terror a los quintanarroenses debido a su fuerza / POR ESTO!

En cuanto Juan Rosas, quien actualmente vive en la Ciudad de México, dijo que esas fueron sus peores vacaciones ya que se encontraba en destino turístico con la familia cuando el huracán llegó. “Nos evacuaron del hotel y nos llevaron a un refugio, el lugar estaba lleno de gente y no había suficiente comida ni agua, pasamos dos días sin saber qué estaba pasando afuera, cuando salimos, vimos la destrucción y el caos en la ciudad; además, tuvimos que volver en un vuelo comunitario, porque algunas aerolíneas no estaban en operación”.

Para Araceli Ortega es una fecha especial, ya que esos días era su primera semana con trabajo y justo esa noche le tocó el turno nocturno, “el viento rompió las ventanas y la lluvia inundó el lobby, los huéspedes estaban aterrorizados, los empleados, tuvimos que evacuar a todos a un lugar seguro, lo más impactante fue salir y ver toda la ciudad destruida, pero el mar en calma, azul como siempre”

En el caso de Alberto Bustamante, dijo que su negocio estaba en el centro de la ciudad sufrió daños significativos. “La ventana principal se rompió y el agua inundó el local. Perdí inventario y equipo. Después del huracán, tuve que cerrar temporalmente. La recuperación fue lenta y difícil”.

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