Autoridades sanitarias en Chetumal ignoran las dispensadoras de agua purificada

En Chetumal, las autoridades sanitarias como la Sesa y la Cofepris no están supervisando los numerosos dispensadores automáticos de agua purificada
domingo, 7 de enero de 2024 · 08:49

Desde hace un par de años, en la ciudad de Chetumal han sido instalados varios dispensadores automáticos de agua purificada, donde la gente llega a rellenar sus garrafones, pero no hay una vigilancia oficial de parte de la Secretaría Estatal de Salud (Sesa) ni de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), lo cual podría ser un riesgo para los consumidores.

Desde hace algunos años, la ciudad de Chetumal ha experimentado un aumento en la instalación de dispensadores automáticos de agua purificada, brindando a los habitantes una opción conveniente para rellenar sus garrafones, sin embargo, preocupa la ausencia de una supervisión oficial por parte de la Secretaría Estatal de Salud (Sesa) y la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), lo que plantea posibles riesgos para la salud de los consumidores.

A pesar de la creciente popularidad de estos dispensadores automáticos, la falta de regulación y vigilancia por parte de las autoridades de salud ha generado inquietudes en la comunidad, además de la competencia desleal que significa en contra de las empresas vendedoras del vital líquido y que sí cumplen con las reglas de salud establecidas, por lo que se duda de la calidad del agua de las máquinas automáticas, ya que esto es fundamental para garantizar la salud pública, y la ausencia de inspecciones periódicas podría dar lugar a problemas de contaminación o deterioro en los sistemas de purificación.

La comunidad local ha expresado su preocupación por la falta de información sobre la calidad del agua suministrada por estos dispensadores, la ausencia de sellos de aprobación o certificaciones de organismos reguladores deja a los consumidores en la incertidumbre sobre la pureza del agua que están adquiriendo.

Hasta el momento la Secretaría Estatal de Salud y la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios no han implementado un sistema eficiente de monitoreo y control de estos dispensadores, la falta de una supervisión constante podría permitir prácticas inadecuadas por parte de los proveedores de agua, poniendo en peligro la salud de quienes confían en estos puntos de abastecimiento.

Ante esta situación, se espera que la comunidad exija una acción inmediata para establecer un sistema de regulación efectivo, la transparencia en la calidad del agua, así como la implementación de medidas de control y sanciones para aquellos que no cumplan con los estándares sanitarios, son fundamentales para garantizar la seguridad de los consumidores.

Tomando en cuenta, además, que otro de los puntos a favor que tienen estas máquinas automatizadas son los precios, ya que van desde los 10 a los 12 pesos por cada garrafón de 20 litros, mientras que las empresas que lo distribuyen casa por casa, lo venden entre 35 y 45 pesos la misma cantidad, lo cual es una gran diferencia.

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HS