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El panorama para el maíz criollo o nativo es crítico porque la sequía se prolonga y son pocos los periodos de lluvia abundante, producto del cambio climático que se vive, expuso la ingeniero agrónomo y académica de la Universidad Intercultural Maya, Karla Avilés Pérez. Sin embargo, expuso que pese a esa situación, los productores se resisten a dejar de cultivarlo, a pesar que los rendimientos son muy bajos.
Expuso que no solamente el maíz está en esta situación, también productos como calabaza, frijol, ibes y lentejas.Señaló que existe una erosión genética de las variedades de maíces nativos porque ya no se está trabajando como antes, debido a los bajos rendimientos que tienen, comparado con los híbridos. Pese a ello, en la actualidad existen programas prioritarios en el Gobierno, con los que se impulsa el rescate de las semillas nativas.
Igualmente, abundó, hay organizaciones civiles que trabajan en la misma tarea, no solamente formando bancos de semillas, también trabajando esos granos en parcelas.
Dijo que se espera es que con las acciones que se están llevando a cabo desde el Gobierno y las organizaciones civiles y la agroecología se mantengan vivas estas semillas.
Comentó que la milpa (ich kool) donde se trabaja el maíz nativo es un sistema de producción muy importante, porque es donde se trabaja el grano asociado con otros cultivos que, según ella, puede ser la clave para garantizar la seguridad alimentaria para la población.
La Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo llevó a cabo diversas actividades académicas en el marco del Día Nacional del Maíz, y en ellas se habló de la importancia de preservar las semillas criollas ante el deterioro genético de la misma.
Junto con la Red de Productores de Servicios Ambientales (Repseram) organizó un tianguis de productos agroecológicos en el edificio Cero, de esa institución educativa.
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AT
