Operativos en antros de Playa del Carmen alejan a turistas de la vida nocturna

En medio de las vacaciones de la Semana Santa, las inspecciones policiacas a los antros de la ciudad de Playa del Carmen han sorprendido a algunos turistas que, no esperan que todo un motín de elementos armados por la Dirección de Seguridad Pública ingrese a los centros nocturnos para inspeccionar a los jóvenes que están de fiesta. Esto con el motivo de cerciorarse que en el sitio no haya gente con estupefacientes u otros artículos que están penados por la ley, como armas.

Mientras hay ciudadanos que guardan las fechas de la Semana Mayor, por ser días de asuetos que están ligados a la celebración de la fe cristiana, también existe el sector de la población, mayormente juvenil que estas vacaciones son tomadas para el esparcimiento en los diferentes sitios de la vida nocturna que se ofrece en Playa del Carmen.

Este sábado ocho de abril, el flujo de los turistas nacionales y extranjeros, no fue tan grande como esperaban algunos gerentes y encargados de los antros y bares de la zona turística. 

Pero esa noche, la mayoría de los “fiesteros” presenció las intensas inspecciones que el cuerpo de la Secretaría de Seguridad Pública llevó a cabo a uno de los antros más populares, ubicado en la calle 10 entre Quinta Avenida.

Estas requisas llegaron hasta los bolsos de las jóvenes que minutos antes estaban bailando y divirtiéndose, así como también, los policías inspeccionaron a los varones de los pies a la cabeza, para ver si no guardaban drogas o armas.

Incluso, hubo ciudadanos que se escondieron por debajo de las mesas ante el temor de ser llevados ante la autoridad, sin embargo, en esta inspección los policías no detuvieron a ninguna persona.

Daniela Bustamente, Franco Enríquez y Sari Abigail son algunos de los playenses que mencionaron ya habían presenciado estos cateos, “la primera vez que vimos entrar a los policías salimos corriendo del susto, luego ya nos enteramos de que es trabajo que seguirán haciendo, sí da un poco de miedo al principio, por el temor que se arme una balacera, pero también al ya saberse que estos rondines existen dentro de los antros, la gente se cuida más”, dijo.   

Franco Enríquez “el único problema, que sucede es que la policía nos corta la fiesta, porque en el tiempo que están, ya no hay música y no se puede hacer nada”.

Los adolescentes comentaron que, mientras hay centros nocturnos en los cuales la vigilancia es más visible y hasta en los sanitarios de damas, han colocado avisos, para que las jóvenes que son víctimas de acoso, puedan recibir ayuda por el personal del sitio, también hay otros bares, que rebasan el horario establecido y que mucho menos tienen detectores de metales en las entradas.

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AA