Se registra un 70% de deterioro en los humedales de la Riviera Maya: Ambientalista

De 1980 al 2023 se perdió el 70 por ciento de los humedales de la Riviera Maya, advirtió el ambientalista Aniceto Caamal Cocom, quien culpó de este ecocidio a la corrupción y los malos Gobiernos.

Recordó que el Programa de Ordenamiento Territorial (POT), creado durante la Administración de Mario Villanueva Madrid, ordenó que ningún hotel, club de playa u otros negocios se construyeran a menos de 80 metros de las playas, pero nunca se respetó.

Dijo que el ejemplo más claro se encuentra en Chunzubul, que era el último reducto de manglares en la ciudad y dio paso a clubes de playa como Mandarinas.

Aunque señaló que no hay una medición precisa del impacto negativo de la pérdida de manglares en la Entidad, los especialistas calculan que a nivel nacional se ha afectado hasta el 65 por ciento de esas áreas.

El entrevistado recordó que a mediados de los años 80, Playa del Carmen era una zona de manglares y humedales, que fueron sepultados por los desarrollos hoteleros.

En el caso de la colonia Luis Donaldo Colosio, el Hotel Paradisus sepultó tanto los manglares como los cenotes; lo mismo que el complejo Corasol, que únicamente conservó una pequeña porción por el acceso a Playa Punta Esmeralda.

Caamal Cocom añadió que en 1994 la Administración Estatal firmó el POT con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Este documento establecía que no se podía construir a menos de 80 metros de la playa.

“El Blue Parrot fue el primero en romper la regla y luego vino la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) que puso su cárcamo en la playa. Después llegó el Hotel Porto y así se fue perdiendo”, lamentó.

Lo último que quedaba de mangle en la zona turística estaba detrás del club de playa Mamita’s y también lo sepultaron. En la desembocadura de la avenida CTM, junto al hotel Coco Bay, también había humedales, que corrieron con la misma suerte.

“Y eso que ya había esa ley que prohíbe remover el mangle”, dijo en alusión a la Ley General de Vida Silvestre Federal y el Artículo 60 TER.

Este prohíbe “la remoción, relleno, trasplante, poda o cualquier obra o actividad que afecte la integralidad del flujo hidrológico del manglar; del ecosistema y su zona de influencia; de su productividad natural; de la capacidad de carga natural del ecosistema para los proyectos turísticos; de las zonas de anidación, reproducción, refugio, alimentación y alevinaje; o bien de las interacciones entre el manglar, los ríos, la duna, la zona marítima adyacente y los corales, o que provoque cambios en las características y servicios ecológicos”.

“Si hablamos de los años 80, era una maravilla ver la cantidad de recursos naturales que había en el Norte de Quintana Roo, desde Holbox hasta Xcalak: humedales, esteros, manglares, flora y fauna marítima y terrestre. En 2023 tenemos un 70 por ciento de deterioro”, recordó.

Destacó que se ha perdido fauna como el cangrejo azul, que antes solía atravesar las zonas urbanas, así como caracol y langosta, que se encontraban con facilidad en la Riviera Maya. También se podía apreciar el flamingo rosado y aves tan emblemáticas como el tucán.

“Hasta las especies de escama ponen sus huevos en el manglar, y si ya no hay, ¿dónde anidan? Por eso cuando practican pesca turística muchas veces dicen que no hubo y que es ‘mala suerte’, pero no es mala suerte, sino que ya no hay recursos”, advirtió.

Consideró que ninguna autoridad municipal, estatal o Federal ha frenado esta situación, todos han sido sobornados y corrompidos.

“Como ambientalistas, responsabilizamos a la Semarnat o a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), así como a los Gobiernos municipales y del Estado, que son sobornados por empresarios que llegan a pedir perdón y no permiso; lo que provoca el deterioro de humedales”, indicó.

Finalmente, el entrevistado advirtió que en poco tiempo “todos pagaremos la factura de este deterioro, porque ya contaminamos los cenotes, cavernas y ríos subterráneos que, como es sabido, también están relacionados con los humedales”, explicó.

“El deterioro va muy acelerado y el efecto será fuerte con los huracanes. Cada día se pone más complicado el destino; no queremos competencia, pero si se deteriora, todo está destinado para ser negativo. Playa del Carmen será todo negativo, nada positivo”, concluyó.

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