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La estafa a turistas en la mayoría de las joyerías sigue siendo una problemática recurrente, perpetrada impunemente por gente procedente de Cancún, según revelan diversas denuncias dirigidas hacia un establecimiento específico, ubicado en la calle Madero. Los afectados solicitan la intervención de la Oficina de Turismo.
Sara Nerren-Brown solicitó ayuda para reparar un anillo adquirido recientemente en la joyería“Blue Diamond”, ubicada frente a lo que antes fue el Hotel Martínez. Rápidamente, otros visitantes frecuentes confirmaron varias estafas sin resolver. “Acabo de comprar un hermoso anillo en esta tienda hace nueve días y ya se cayó una piedra. ¿Alguien tiene una forma de contactar al joyero?», posteó en su cuenta, pidiendo ayuda a los miembros del grupo de redes sociales «Isla Mujeres». Pronto, empezaron a surgir más denuncias contra esta tienda, generando críticas por parte de los afectados.
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Sara Nevens también compartió su experiencia de estafa, expresando su decepción al afirmar: “es una pena que se salgan con la suya porque ahora no quiero volver nunca a la isla”.
Brittany Leigh Jones comentó que esta situación se tolera con demasiada frecuencia. Destacó que los estafadores se dirigen directamente a los visitantes que llevan pulseras para ingresar al Parque Nacional a nadar o que llegan de embarcaciones de algún club de playa. Se hacen pasar por amigos de los directivos de clubes, hoteles o negocios para ganar la confianza de los turistas y luego intentar venderles piezas de oro y plata, que en realidad resultan ser falsas.
Jones compartió el incidente en el que al esposo de Brittany le robaron su teléfono el pasado julio, al detenerse en una tienda de souvenirs. Los estafadores le estaban vendiendo un brazalete de tobillo con “piedras reales” por más de 100 dólares.
Los afectados resaltan que estos vendedores maliciosos se vuelven molestos e incluso llegan a insultar a los turistas cuando no realizan compras. En este punto, hacen un llamado a la Oficina de Turismo para que intervenga y organice una redada, ya que estos actos perjudican el trabajo de promoción y afectan la reputación de la isla.
Diane Wilson O’Connor solicitó a aquellos que hayan sido estafados por estas joyerías que presenten denuncias al Departamento de Turismo. Recordó un caso de estafa a un amigo suyo hace unos cuatro años y resaltó la importancia de las denuncias para que Turismo pueda tomar medidas contra estos engaños.
Angeleah Ott Fragoso compartió que la semana pasada un hombre en una joyería prácticamente obligó a su familia a entrar en su tienda, pese a que indicaron que no tenían dinero en ese momento. El hombre intentó venderles sus productos brillantes, pero cuando se dieron cuenta de que no realizarían una compra, cambiaron abruptamente su actitud, empujándolos fuera de la tienda y pidiéndoles que dejaran de “perder su tiempo”.
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HS
