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Alejandra Márquez Iturbide es una piloto mexicana originaria de la Ciudad de México, con 22 años de experiencia profesional. Actualmente, capitanea un Air Bus A 320 de VivaAerobus.
Vestida con el elegante traje que las caracteriza, amablemente concedió unos minutos a Por Esto!, pues tenía programado un vuelo con destino a Puebla.
Comentó que ella comenzó a volar desde muy joven, cuando ingresó a la compañía Mexicana de Aviación, luego de concluir la carrera de piloto aviador comercial en San Antonio, Texas; y explicó que el tiempo que tardan en la escuela dependerá de cómo se paguen las horas de vuelo.
Cuestionada si en algún momento sintió discriminación, al ser México un país que aún conserva tintes machistas, no dudo en responder que no, que nunca tuvo problemas de ese tipo, por lo contrario, recibió mucho apoyo de sus compañeros y por eso siempre ha disfrutado su trabajo.
Además, dijo que cada vez es más común ver pilotos mujeres, y recordó que cuando estuvo en Mexicana eran 18; en Interjet otras 18; cuando ingresó a Mexicana Clic no había ninguna, pero pronto terminaron siendo como 10 o 15, y ahora en Viva Aerobus son muchas más, aunque no recordó el número exacto porque tienen diferentes bases, pero en Cancún son siete.
Márquez Iturbide dijo que ha tenido la posibilidad de viajar a muchas partes del mundo; lo más lejos que ha llegado es Europa, y recordó la ocasión en la que tuvo la oportunidad de ir a Alemania por un avión, no para vuelos comerciales, sino que únicamente lo trajo para que operara la compañía Mexicana Click. En ese vuelo hubo dos tripulaciones, porque tenían que hacer el traslado en un solo día.
Otra anécdota que contó está relacionada con sus inicios en la aviación, lo que le causó un enorme beneplácito.
“Lo que más me ha gustado, es que cuando estudié la carrera, tuve la oportunidad de conocer a un controlador aéreo de la torre que yo admiraba muchísimo, y le dije que mii sueño era regresar y aterrizar en ese aeropuerto, en el de San Antonio, en un avión comercial, y al poco tiempo de mi regreso a México tuve la oportunidad de entrar a Mexicana y él estaba controlando. Lo saludé desde el avión y me dijo que estaba autorizada a aterrizar en la pista 12 Derecha, que era la que yo quería, pues era la que hacían los aviones comerciales y fue muy emocionante poder aterrizar ahí porque fue donde estudié, pero ya en un avión comercial”.
Es evidente que este tipo de profesiones no son para cualquier persona, se debe contar con temple de acero entre otras muchas cualidades y conocimientos, para hacer frente a situaciones extraordinarias o que pudieran resultar peligrosas para su tripulación y pasajeros, para lo cual deben tener la cabeza fría y tomar decisiones en cuestión de segundos.
“Una vez me tocó una falla de motor, lo cual es un procedimiento que no pasa normalmente. En 22 años volando me ha ocurrido solamente una vez, pero para eso vamos a un simulador y nos adiestramos, para practicando ese tipo de fallas. Por fortuna hicimos muy buen equipo con el copiloto que llevaba y todo salió muy bien”, relató.
Recordó que también le han tocado emergencias médicas en pleno vuelo, pero aclaró que para esos casos hay distintos protocolos y todo se logra controlar durante el mismo vuelo, porque cuentan con médico abordo y los sobrecargos están muy bien capacitados y dan las primeras asistencias en caso de ser necesario.
Finalmente la entrevistada, invitó a las mujeres para que estudien aviación, porque es una carrera muy bonita, que se disfruta mucho y que definitivamente no solamente es para hombres.
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HS
