Quintana Roo registra mayores casos de infecciones de transmisión sexual en la Península de Yucatán

El VIH es la ITS que más contagios presenta en la entidad, seguido del sífilis, los cuales han aumentado en los últimos años, de acuerdo con la Secretaría de Salud federal
domingo, 25 de septiembre de 2022 · 12:21

Hasta la tercera semana de agosto de 2022, la Secretaría de Salud (SSA) informó que Quintana Roo acumula casos de viruela del mono que se han transmitido por la vía sexual en la mayoría de los casos y no tanto por contacto superficial, como se advirtió en un principio, aunque no es la única que se extiende con rapidez al registrar una marcada diferencia en cuestión de días.

Según datos del Boletín Epidemiológico Nacional, hasta el 6 de agosto en la Península había 856 casos de sífilis y mil 27 del virus de inmunodeficiencia humana (VIH); en Quintana Roo hay 537 y 608 respectivamente, y en Yucatán 247 y 273, con diferencia de 72 casos de sífilis y 146 de VIH hasta la tercera semana del mismo mes.

Si bien las cifras son más altas respecto a los dos años anteriores, hay que considerar el contexto de la pandemia de coronavirus, donde las campañas de detección de estos y otros padecimientos, así como el seguimiento de casos, se vieron rezagados porque el COVID-19 se volvió prioritario para las autoridades de salud a nivel federal y local.

Quintana Roo reporta casi las mismas cifras de dichas infecciones de transmisión sexual que Entidades de mayor población como Ciudad de México; según los datos oficiales, en el tema de VIH y gonorrea, la Entidad caribeña supera a la capital mexicana en casos reportados en lo que va del año.

En este contexto “Alexis”, profesional médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Mérida, Yucatán, que prefirió no revelar su verdadero nombre, sostiene que este escenario responde a diversos factores geográficos y demográficos, pues “Quintana Roo es un Estado clave al ubicarse en la frontera Sur del país, y donde hay mucha población flotante”, tanto de turistas como de migrantes.

Por un lado, aunque en Quintana Roo no se habla de un turismo sexual de manera oficial, éste es un fenómeno que se da y que tiene un impacto en personas que ejercen el trabajo sexual, mismas que no cuentan con seguridad social ni servicios de salud, lo que dificulta la detección de casos, explica “Alexis”. “Hay migrantes que vienen de países de América del Sur, pasan por Quintana Roo, están ahí unos meses y después se desplazan a la frontera Norte y se quedan en algunos Estados en su camino”, y detalló que la población en la Península es ‘nómada’ por así decirlo, y en el contexto de la reactivación económica post COVID hay muchas personas que se mueven a Quintana Roo por cuestiones del trabajo.

Entonces, toda esta migración influye en el incremento de casos, sostiene. Esto aunado a que las personas que se desplazan por diversos motivos no cuentan con servicios de salud de manera fija como seguridad social, en IMSS, ni son derechohabientes del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (Issste), o de otros servicios de salud pública.

En el mismo sentido, Ricardo Baruch, experto en sistemas de salud con estudios de posgrado en el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señaló que la alta incidencia de casos de ITS en la Península, además de estar relacionada con “la falta de educación sexual integral y falta de atención oportuna”, en parte es consecuencia de que “no se han reforzado los servicios adecuados de salud”.

Otro aspecto que resalta “Alexis”, profesional que se desempeña en la primera y segunda línea de atención médica, en los Órganos de Operación Administrativa Desconcentrada (OOAD) del IMSS en Yucatán, es la falta de cultura preventiva y del autocuidado, pues hay personas que se automedican ante infecciones que en apariencia presentan síntomas leves, por lo que ya no acuden a servicios de salud para un seguimiento o un diagnóstico más preciso.

Lo anterior puede derivar en complicaciones, por ejemplo: si alguna persona infectada se embaraza y no sabe que vive con alguna infección de transmisión sexual, esta pude ser transmitida al feto durante el periodo de gestación, como el caso de la sífilis congénita y el VIH, padecimientos que si se detectan de manera oportuna en las primeras semanas de embarazo, pueden ser tratables y prevenibles. “Probablemente el conservadurismo de la sociedad y la doble moral permiten que las personas lleven una vida sexual activa, pero que no hablen mucho al respecto, y esto complica la visibilidad del problema”, apunta Baruch.

Otro problema cultural que se presenta en la población y en el sistema de salud es la falta de apertura para hablar de situaciones como conductas de riesgo, violencia sexual u otra cuestión que permitan un acercamiento a las instituciones de salud para descartar infecciones de transmisión por vía sexual, y en caso de confirmarse, poderse tratar, explica “Alexis”, entonces, las personas solo acuden al médico cuando las enfermedades ya son más graves y hay complicaciones. 

Respecto a los brotes de viruela símica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha resaltado que los casos se han presentado más en hombres que tienen sexo con hombres (hsh), que en otros grupos de la población de la región. Baruch recuerda que la OMS ha instado a los países a actuar de manera más rápida ante los brotes, sin embargo, han sido muy pocos los que han emprendido algunas acciones como la vacunación, situación que es preocupante “porque hasta que no empiece a afectar a mujeres y niños, no se le va a tomar en serio a este problema de salud”.

Además, el experto en salud pública precisa que de momento, son pocos los casos de mujeres infectadas por la viruela símica, “porque la transmisión de este brote se está dando básicamente por vía sexual y no por el contacto simple de piel con piel, como se creyó al principio, entonces esto hace que existan ciertas condiciones para que se dé una transmisión”.

El experto asegura que desde el sistema de salud federal “están más preocupados por el tema de la transmisión simple que por la transmisión sexual, que está enfocada en hombres que tienen sexo con hombres”, y destacó que es posible que las acciones para contener nuevas infecciones tarden en llegar. “Aún no hay un plan para vacunar contra la viruela símica, desafortunadamente pasarán muchos meses para tener alguna respuesta efectiva y, por lo tanto, la respuesta de momento está enfocada en informar, plantear estrategias, por ejemplo de reducción de riesgos, más que de prevención”, asegura Baruch.

En el mismo tenor concuerda “Alexis”, quien también agrega que las campañas y programas para reducir la transmisión de ITS no son efectivas, pues no consideran los factores claves como la movilidad de la población, el turismo sexual, la violencia de género y otras problemáticas que hacen que el virus prevalezca y tenga mayor incidencia en grupos vulnerables como las personas LGBTIAQ+ y personas en situación de pobreza.

“Resulta fundamental crear campañas que nos hablen realmente de los riesgos que existen en la actualidad, cuando se tienen relaciones, particularmente entre hombres, que es la población donde está concentrado el brote, pero muchos Gobiernos no hablan abiertamente de ello, lo cual resulta problemático”, concluye Baruch.

Síguenos en Google News y recibe la mejor información

CC