Chetumal.- Al menos dos mil personas presenciaron la última ceremonia del Grito de Independencia presidida por el gobernador del estado Carlos Joaquín González, aunque en su mayoría, fue la presentación del grupo musical Calibre 50, la que atrajo a los Chetumaleños hasta la explanada de la bandera, pues aún cuando el protocolo ya había concluido, continuaban llegando para ver el concierto gratuito.
El último Grito de Independencia presidido por Carlos Joaquín, fue completamente protocolario, sin sobresaltos cumplió con la tradición en una ceremonia en la que estuvo acompañado de su familia.
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Diferente a lo que se esperaba, no se registraron gritos, abucheos y otro tipo de manifestaciones en contra del mandatario, tampoco se equivocó en la lectura del documento que marca el protocolo y concluyó de forma emotiva repitiendo tres veces “¡Viva Quintana Roo!”.
La que se salió del protocolo fue la presidenta municipal, Yensunni Martínez Hernández, presidenta municipal de Othón P. Blanco, quien previó a la lectura del documento “Sentimientos de la Nación” aseguró que se sentía muy honrada de preocupar en esta fiesta tradicional de los mexicanos.
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La mayoría de los chetumaleños que se concentraron en la explanada, lo hicieron no para observar la ceremonia del Grito de Independencia o el espectáculo de fuegos artificiales, si no para presenciar el concierto de Calibre 50, el cual inició inmediatamente después de concluir el protocolo
Para el acceso a la explanada de la bandera, se colocaron filtros de control en diferentes zonas, en la que se revisaban bolsas y mochilas, con la finalidad de evitar que ingresaran artículos prohibidos hacia el interior.
Esta medida tomada por elementos de la Policía de Quintana Roo, generó que se formaran largas filas de personas que buscaban acceder a la explanada de la bandera para presenciar el concierto.
Generó inconformidad que se dispuso de un área VIP, en el que se colocaron sillas para invitados especiales con la finalidad que pudieran observar el concierto, lo cual fue determinado como un acto de discriminación hacia el resto de la población.
Hasta el cierre de esta nota durante los primeros minutos de este viernes, aún se apreciaban filas para poder ingresar a la explanada donde se desarrollaba el concierto, aún cuando este estaba programado para tener una duración de 2 horas.
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jram