Abuelitos empacadores de Playa del Carmen denuncian maltratos en Chedraui

A pesar del temor a perder sus empleos, adultos mayores decidieron alzar la voz sobre los actos de nepotismo y discriminación que se han registrado en el supermercado Chedraui de Villas del Sol en Playa del Carmen, los cuales han tenido que soportar de la Jefa de cajas, Lourdes Vicenta y del Gerente, René Rivera. Acusan a la primera de ridiculizarlos delante de los clientes cuando los regañan, al punto que los mismos clientes han salido en su defensa.

Los empacadores prefirieron reservar su identidad y ser llamados como: Raymundo Díaz, Domitilo Rojas y Constantina Chablé.  

En esta investigación, diario Por Esto! presenta las quejas que se recabaron de estos adultos mayores, muchos en situación vulnerable, ya que no consiguen trabajo fácilmente y tienen que laborar de “cerillitos”.

El amedrentamiento y hostigamiento laboral pone en riesgo el trabajo de los abuelitos, ya que Lourdes Vicenta amenazó con despedirlos a todos cuando sepa quiénes son los que la acusaron de actitudes de nepotismo.

“Sólo quiero decirles que las puertas del súper son muy grandes para que todos salgan. Realmente no los necesitamos para que trabajen con nosotros, apenas nos enteremos quién habló, todos serán despedidos”, informaron las personas mayores que se ven desprotegidas, al estar acéfala la representación del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) en el Estado de Quintana Roo.

Los actos de nepotismo y discriminación se han registrado en dicho supermercado, el cual está ubicado en la colonia más grande de Playa del Carmen, aseveraron los empacadores, Raymundo Díaz, Domitilo Rojas y Constantina Chablé.  

“La Encargada de Recursos Humanos (de Chedraui) nunca se ha acercado con nosotros para saber si estamos bien o qué se nos ofrece, a diferencia de la anterior Directora, que era más tratable y planteaba soluciones a las diferentes dudas. Yo recuerdo una frase que dijo el Gerente, René Rivera: “los viejitos son muy problemáticos, chismosos y argüenderos”, expresó la señora Rojas. 

Asimismo, con nombre y apellido, los empacadores acusaron a la encargada de cajas, Lourdes Vicenta, de no mostrar la mínima educación de una persona que tiene un cargo de jefa.

“Molesta su prepotencia y la actitud de decir: Aquí mando yo y decido quién trabaja y quién no. Entiendo que debe ser una persona preparada, por eso está en dicho puesto, tiene el derecho de llamar la atención con palabras adecuadas, pero no de gritar a los empacadores y ridiculizarlos delante de la gente. Tiene una falta de educación por avergonzar a las personas, nada le cuesta dar la indicación aparte del público para no humillarnos, situación a la que los compañeros con hipertensión son susceptibles”, dijo Raymundo Díaz. 

Detallaron que uno de los problemas principales es que el sistema de trabajo del supermercado ha hecho que pierdan dinero, porque los empacadores les ofrecen las monedas a las cajeras, que no cuentan con morralla, pero muchas veces ese dinero no regresa a sus bolsillos, dijeron.

A la vez, Constantina expresó: “Las cajeras trabajan 13 horas, en horarios cortados, lo que hace que renuncien todo el tiempo, si les va bien, algunas ganan a la quincena alrededor de cinco mil pesos, pero corren siempre el peligro de que les descuenten por los cortes. Los dólares también se los cobra la gerencia aunque esté un poco rotito y la gerencia se queda con el billete. Si le están cobrando al cajero el dólar, debe ser suyo”, expresó.

Domitilo Rojas señaló que después que se diera a conocer a la prensa las acusaciones, la intención de quienes están al frente de la tienda fue de hostigamiento laboral.

La intención era “castigarlos” para que no tuvieran los mismos ingresos que tenían antes, al estar solos con las cajeras y con este fin, que se cansaran y renunciaran, ya que hicieron que los 26 empacadores estén de a dos por cada caja, situación que es contraria al protocolo sanitario que estableció la Secretaría de Salud de México (SSA) para evitar el alza de los contagios de coronavirus.

Expresaron que, pese a que la empresa tiene un lado humano y acepta a personas con discapacidad, con “casos especiales” de ciudadanos con capacidades diferentes que no tenían seguro social, con la llegada de la pandemia, por ser el sector más vulnerable, la gerencia los descartó, pero cuando regresaron emplearon a parientes y amistades que no cumplen por su mal comportamiento. ¿Por qué a los compañeros que estuvieron trabajando antes de la pandemia no los consideraron para regresar a laborar?, se preguntó Constantina, quien aseguró que la situación de todos los empacadores en México es la misma, ya que el Inapam sólo existe para que puedan ser contratados y que reciban su pensión los que tienen 65 años de edad, pero no les brindan apoyo como institución.

“Por esta razón los empacadores que contrató el Chedraui en Playa del Carmen son de Walmart, los cuales se quedaron sin empleo, además que la tecnología los dejó a un lado al instalar cajas automáticas para los clientes”, dijo. 

Afirmaron que por ser adultos mayores, la única oportunidad laboral es la que brindan los supermercados, donde no sólo se ganan unos pesos sino que también lo necesitan para sentirse útiles. 

Asimismo, compartieron, los números de denuncias que dicho supermercado comparte con los empleados “Chedraui Te Escucha”, en los cuales nunca les han respondido al 800 910 00 13, 800 00019 11, 55 55 63 22 22.

Hartazgo

La pandemia sacó a la luz el abuso de la empresa Chedraui en Villas del Sol para llenar sus arcas a costa de la necesidad de los ciudadanos, expresaron los empacadores, que están bajo la leyenda de “voluntarios”. “Esto es muy importante y lo quiero recalcar y escribirlo con letras grandes, que el supermercado nos iba a apoyar durante el confinamiento por la presencia del COVID-19 en 2020, con los donativos que los clientes proporcionaron, entonces por cada peso del donador, Chedraui pondría otro peso, pero creo sólo fue una propaganda más a beneficio de la compañía”, asentó Raymundo Díaz.

 “Hubo gente que cuestionó si realmente nos entregaban la aportación que ellos estaban dando, porque a veces no preguntaban y aparecía descontado en el ticket, ‘Aportación para empacadores cinco pesos’. Nadie reclamaba nada con tal de ayudarnos. Es importante decir que en 2020, cuando entregaban el dinero del donativo a la tarjeta del monedero, durante los primeros cinco meses de ese año, era cada semana, pero lo que se juntaba por caja para cada trabajador en cuatro horas eran alrededor de 300 a 400 pesos el monto más bajo”, aclaró Raymundo Díaz, quien dijo le tocó que le quitaran 600 pesos que él tenía en su monedero para poder ingresarle los 300 pesos.

Detalló que los clientes les reconocían en las calles y les decían que estaban entregando un apoyo para ellos porque sabían que son personas de la tercera edad y que son vulnerables. Raymundo Díaz especificó que en los últimos meses les llegaron a mandar a la semana 30 pesos, cifra que calificó como una burla.

“Villas del Sol es un lugar de la clase obrera que ha sido explotado hasta por el Gobierno. Todavía hacen casas en las que no cabe ni una familia y dejan que estas empresas engorden. Desfilan trabajadores, entran y salen por atrás, les ofrecen ocho horas de trabajo y al final son 13 horas laborales y ni les quieren pagar sus horas extras y en horarios quebrados; los orillan a irse”, dijo.

Operatividad

Informaron que actualmente son 26 colaboradores de entre 60 hasta 75 años de edad. La mayoría son hombres y cubren dos turnos, de 10:00 a 15:00 horas y de 15:00 a 20:00 horas.

Domitilo Rojas manifestó que, por ser mayores deben de tomar en cuenta que les asignen un día fijo de descanso y no rotarlos, para que puedan dar seguimiento a sus problemas de salud, sin el miedo de que con tres faltas los corran.

Recordaron que antes de que llegara el coronavirus, en Chedraui de Villas del Sol en Playa del Carmen tenían turnos de 7:00 a 11:00 horas; de 11:00 a 15:00 horas; de 15:00 a 19:00 horas y de 19:00 a 23:00 horas.

Indicaron que los encargados de administración ponen reglas que ni ellos mismos respetan, como permitirles a los nuevos compañeros provenientes de Walmart que se muevan de sus cajas, debido a que este era el modo de trabajo que tenían en la empresa estadounidense, con el que sacaban mil 600 pesos diarios, cosa que no sucede en Villas del Sol, porque apenas en los días de quincena, cuando mucho, logran ganar 700 pesos al día. 

“Nosotros respetamos las reglas. Si mi cajero se va a comer yo también lo hago, no invado otras cajas. No hay equidad, porque cuando arrancó la entrega de papeles para volver a trabajar a muchos de los empacadores nos hicieron ‘correr’ para conseguir todos los requisitos, pero hay a quienes aceptaron rápido sin que tuvieran IMSS. Hoy sacamos de 300 a 350 diarios, pero ya nos acostumbramos a la Nueva Normalidad”, dijo Constantina Chablé.

Domitilo Rojas, por su parte, detalló: “ellos dicen que somos empacadores voluntarios, entonces ¿por qué nos ponen tantas reglas? No hay justicia, porque si un compañero no va a trabajar, al día siguiente, cuando llega a la tienda, los gerentes lo mandan a su casa. Nos han dicho que de tener algún malestar les avisemos, pero es entre comillas. La verdad todos quieren trabajar y trabajar, de hecho hay algunos que asisten hasta en sus días de descanso y ni cuenta se dan los directivos de la tienda”.

Además los empacadores embolsan rápido la mercancía y generan que se vendan más cosas de la tienda en el menor tiempo posible al despachar a toda la clientela. Son los principales vigilantes para detectar el “robo hormiga”, situación que no se los agradecen, ni mucho menos les dan alguna comisión o reconocimiento por ser el empacador del mes.  

Especificaron que parte de los requisitos para que puedan trabajar son: Carta de Vinculación Productiva, IMSS, acta de nacimiento, certificado médico, fotografías, comprobante de domicilio, una carta que designe quién se hace cargo de ellos por parte de su familia, que deben ser tres personas, y comprobante de la vacuna contra el COVID-19.

Laguna legal

Es bien sabido que los empacadores de los supermercados no tienen protección laboral, debido a que están bajo la figura de voluntarios. Además deben contar con Seguro Social para ser aceptados, tras el convenio que firmara el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam) en 2003 a nivel nacional con las cadenas de Chedraui, Soriana y Súper Aki.

Después del confinamiento por la pandemia, Walmart en Quintana Roo no ha vuelto a considerar a estas personas para que regresen a trabajar, de hecho ha ido a la vanguardia al instalar cajas de autoservicio, aunque en otros Estados de la República el regreso de los empacadores fue de manera paulatina, debido a los requisitos que pidió la tienda, como la Carta de Vinculación Productiva, que es emitida por el Inapam.

Cabe mencionar que en el Municipio de Solidaridad 160 personas ya regresaron a trabajar de manera continua, de acuerdo a lo que informó la coordinadora de la Estancia del Adulto Mayor en Playa del Carmen, Laura Casillas, quien reiteró que funge como un enlace para Inapam entre los empacadores y las grandes tiendas, al recibir la documentación para que éstos laboren.

Sin embargo, pudo constatarse que hay dificultades en la comunicación, ya que los empacadores creen que Laura Casillas es responsable del Inapam en Solidaridad y que ella debe ser la primera en defenderlos de los malos tratos de sus jefes.

Es importante mencionar con la llegada del actual Gobierno Federal se eliminaron los Delegados de Inapam, quienes tenían la responsabilidad de atender las problemáticas con los abuelitos. 

Este medio de comunicación, al contactarse con la coordinadora de Comunicación Social del Inapam a nivel Federal, Beatriz Ramírez Becerra, a quien se solicitó información de supervisiones a supermercados para saber si hay más casos de maltrato contra los empacadores y qué están haciendo para atender el tema, la funcionaria comunicó que por veda electoral no pueden dar entrevistas, pero en un comunicado expuso lo siguiente:

“El Instituto Nacional para las Personas Adultas Mayores (Inapam) informa que ninguna persona adulta mayor y mucho menos aquellos que pertenecen al Sistema de Empacadores Voluntarios no deben permitir ningún tipo de maltrato, discriminación, ni violación a sus derechos como son la igualdad de oportunidades, participación, autorrealización, dignidad y acceso a la justicia.

El Inapam hace de su conocimiento a las personas adultas mayores que prestan su servicio al Sistema de Empacadores Voluntarios, que cuando reciban algún tipo de maltrato pueden acudir a la gerencia de la tienda, si continua el maltrato, denunciar ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de Quintana Roo, además de acudir al módulo más cercano del Inapam en dicho Estado.

Asimismo, la Cdheqroo confirmó que hasta ahora no han recibido casos de discriminación contra los adultos mayores que trabajan como empacadores en los supermercados.

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CG