Habitantes de colonias irregulares en Cancún celebrarán una Navidad austera

Aunque para unos cancunenses la Navidad es una época de descanso y prosperidad, para los habitantes de las colonias irregulares es una temporada de más trabajo para conseguir los alimentos necesarios para la cena, ya que la inflación y los bajos sueldos no les permiten comprar pavo o carne, por lo que optarán por piezas de pollo o granos de maíz, que suelen ser más baratos.

Y es que los ciudadanos dijeron que otro impedimento para la celebración, son los horarios que tienen que cubrir en los hoteles y restaurantes, pues la prioridad es atender a los turistas, para luego disfrutar con la familia.

Carolina Montes, vendedora de ropa usada de la colonia El Milagro, detalló que esta época es difícil para ellos, pues además de estar lejos de su familia, por la alta migración en Cancún, no les alcanza para comprar todos los alimentos de la cena, por lo que también optan por juntarse con otros vecinos para que el gasto sea menor.

“A diferencia de los demás, tenemos que trabajar más para conseguir los alimentos necesarios, que no son muy caros, porque no tenemos el suficiente dinero. Nos reunimos con los vecinos y todos cooperamos para gastar menos. Comemos pollo o gallinas que tenemos en casa; con lo poco o mucho pasamos la Navidad”, dijo en entrevista para Por Esto!

Por su parte, Rosario Pech, ama de casa, detalló que su cena es muy simple, pues su marido e hijos tienen que trabajar hasta tarde en la hotelería, ya que durante dicha fecha hay mucho trabajo y se quedan más tiempo, por lo que ya llegan muy tarde a sus hogares y con mucho cansancio, pues además al siguiente día tienen que trabajar.

“Casi no festejamos; sólo hacemos una cena pequeña. Toda mi familia trabaja hasta muy tarde y llegan fastidiados, sin ganas de nada. Entonces nada más cenamos y se van a dormir, porque al día siguiente también se trabaja y por varias horas. Nosotros no nos damos el lujo de tomar vacaciones”, continuó.

Deseos decembrinos

Finalmente, Telma Muñoz expresó su deseo por pasar una Navidad tranquila, sin las preocupaciones del dinero, pero desafortunadamente para ellos no es posible porque viven al día y no pueden gastar de más, además que no les alcanza para comprarse ropa o regalos.

“Solo hacemos una cena, muy modesta. Olvídate de comprar ropa y zapatos, ni para la usada nos alcanza, menos para darle un regalo a nuestros hijos, por lo que nos limitamos a comer algo que se prepara con lo que se tiene; no hay más”, concluyó.

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NR