Liberan a Nikita Spat, homicida de Juan José "Pepín" González en Chetumal

El asesinato de Juan José González Sabido ocurrió al inicio de septiembre del año 2007, en la ciudad de Chetumal por los abusos cometidos contra ella y sus hijas entre otros menores de edad
jueves, 16 de septiembre de 2021 · 08:53

Después de pasar 14 años en prisión, Martha Nikita Spat Avilés obtuvo el beneficio de libertad condicionada, al cumplir con todos los requisitos que marca la Ley Nacional de Ejecución Penal federal.

Está mujer purgaba a una pena de 21 años, luego de confesar el asesinato de Juan José "Pepín" González, ocurrido en el mes de septiembre del año 2007. Según información recabada en aquel entonces, el asesinato fue motivado por los abusos sexuales cometidos en su contra y de su hija.

El pasado mes de marzo del año 2019, Spat Avilés solicitó ante un juez el beneficio de la libertad anticipada, pero ésta no se concedió, por lo que esperó hasta este año para solicitarla de nuevo.

Alrededor de las 00:30 horas, salió de prisión Nikita Spat Avilés, después de una audiencia breve, en donde la acusada demostró tener elementos para solicitar su libertad condicionada, según como lo marca el artículo 137 de la Ley Nacional de Ejecución Penal Federal.

Al otorgarle este derecho, Spat Avilés tendrá que estar bajo la tutela de su hijo, quien se hará cargo de ella en lo económico, a su vez tendrá que portar un rastreador en el tobillo para que las autoridades puedan ubicarla en caso de ser necesario y tendrá que pasar a firmar asistencia al Cereso de Chetumal todos los días martes.

Como medida adicional, se solicitó que se informe de su actividad y que se abstenga de estar cerca de alguno de los ofendidos por el delito que cometió.

En algún momento se tuvo la sospecha de que Nikita Spat era parte del autogobierno que se encontraba en el interior del Cereso; sin embargo, estos hechos no pudieron ser demostrados de manera legal.

El asesinato de Juan José González Sabido ocurrió al inicio de septiembre del año 2007, en la colonia Campestre de la ciudad de Chetumal; aparentemente el móvil de este crimen fue el odio que sentía Nikita Spat contra este sujeto.

“Pepín” González tenía una red de trata de mujeres, muchas de ellas menores de edad. En las declaraciones ministeriales que realizaron los implicados, señalaron que también sostenía relaciones con niños y en algunos casos era con el consentimiento de sus padres.

En el expediente AP/ZS/CHE/01/SD/1862//9-2007, se expresó que “el señor Juan José González Sabido sostenía relaciones sexuales con mujeres y con niños, ya que por lo general cuando se metía con algún miembro de una familia buscaba sostener relaciones sexuales con todos los integrantes de esa familia”.

En el relato, se menciona la manera como González Sabido utilizó el dinero como instrumento corruptor de menores y de las madres de éstos, al tiempo que habló de la forma como se envolvió en su “clan”.

Según lo declarado en aquel momento, la planeación del crimen pudo haberse dado en una “noche de copas”, cansada del trato que recibía por parte de “Pepín” González Sabidos, quien al haber utilizado el poder económico para lograr sus propósitos sexuales, incluso con la hija Spat Avilés, prácticamente firmó su sentencia de muerte cuando se supo.

Spat Avilés sostuvo que el odio que tenía por González Sabido fue porque involucró a su hija en el clan, y por tanto mantenía relaciones sexuales con él, y porque la prostituía.

Todo esto derivó en que el primero de septiembre del año 2007, Nikita Spat Avilés emborrachó a “Pepín” González y luego de que este sujeto se metió a dormir, ella en compañía de una mujer más lo ahogaron con una almohada, al ver que no se movía le pusieron una bolsa en la cabeza y por ultimo le clavaron un cuchillo en el costado izquierdo del cuerpo.

Según las investigaciones del ministerio público, la principal responsable fue Martha Nikita Spat Avilés. Las declaraciones de esta última ante el juez Segundo Penal, Diego Cortés Díaz, abrieron varias líneas de investigación que mantuvieron por varios años bajo investigación, sin que arrojen a ningún responsable.

En la investigación se vieron involucrados actores políticos de aquel entonces, presuntos narcotraficantes y personas ligadas a los medios de comunicación. Este caso causó mella en la sociedad chetumaleña, destapó una cloaca de trata y abuso contra mujeres y menores de edad.

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JCL