Cancún: Ciudadanos esperan más de cinco horas por una prueba rápida de COVID-19

El algodoncillo es rociado con un químico y vertido un par de gotas en un plástico similar a una prueba de embarazo, donde “una rayita” significa negativo y dos, “positivo”
jueves, 26 de agosto de 2021 · 10:11

Por más de cinco horas, cancunenses esperan que se instale el módulo de pruebas rápidas y gratuitas para detectar el COVID-19; hay tres en la ciudad y sólo reparten 200 fichas para la prueba. Ayer la Secretaría de Salud de Quintana Roo reportó 414 nuevos contagios de coronavirus y 26 defunciones por este virus.

Sin embargo, en el comunicado técnico diario precisa que se reflejan 26 defunciones más con respecto al martes, “se hace la aclaración de que son 8 defunciones ocurridas en la últimas 24 horas, las otras 18 defunciones ocurrieron entre el 27 de julio y 24 de agosto”.

En total suman 53 mil 124 casos positivos acumulados y 3 mil 648 defunciones por COVID-19 en Quintana Roo.

En el módulo ubicado en la zona de”El Crucero”, sobre la avenida López Portillo casi esquina con Tulum, a un costado de la Plaza Las Tiendas, aproximadamente a las 10:45 de la mañana, media decena de personas aguardaban es las escalinatas del centro comercial.

Ahí esperaban pacientemente que abran el módulo, “estoy desde las 9 de la mañana hasta las 2 que empiezan las pruebas”, dijo Javier García.  Mencionó que acudió a realizarse la prueba rápida, ya que se tiene que vacunar y el viernes viajará a Ciudad de México a visitar a sus padres.

“Es por seguridad, trabajo en la Región 96, en el trabajo hasta ahorita no hay ningún contagiado. Vengo por prevención, porque voy a viajar, voy a visitar a mis padres y pues es para estar seguros, hasta el momento me siento bien”.

Marian, otra entrevistada, indicó que acudió a realizarse la prueba para poderse vacunar; sin embargo, expuso que tendrá que esperar a que se abra la convocatoria para aplicarse la primera vacuna.

“Es para estar segura y ya vacunarme, apenas es la primera -dosis- porque no quería. No sé si era desconfianza o qué, quería esperar la verdad”.

Mencionó que vive con madre e hijo y a más un año y siete meses de pandemia por COVID-19, en su casa a nadie se ha enfermado, “mi abuelita murió en Progreso, Yucatán, pero no se sabe si fue de eso -de covid-, pero se le taparon sus pulmones”.

Cuestionada sobre si tiene un plan de contingencia en caso de salir positivo a la prueba, respondió que no y que prácticamente tendría que cuidarse ella sola para no contagiar a su madre e hijo, “tendría que prepararme los alimentos, de cuidados, pues yo sola lo tendría que hacer, mi mamá no podría”.

Verónica mencionó a Por Esto!, que acudió a realizarse la prueba por mera curiosidad. Cuestionada sobre si en su trabajo le han exigido el examen negativo, respondió que no.

“Ya me puse la vacuna, una. Me voy aplicar la segunda, pero aún me falta, trabajo en ventas”. Explicó que en su centro laboral hubo compañeros que se contagiaron y pese a que pudieran estar o no riesgo, no les pidieron prueba negativa de covid.

“Van al seguro -al IMSS- les dan incapacidad y hasta que se compongan ya regresan (…) a nosotros no nos dicen nada que nos hagamos la prueba”.

En el módulo de pruebas rápida de la avenida Kabah, en el estacionamiento de la multiplaza, inició operaciones a las 3 de la tarde, eran las 17:30 horas y ya se habían agotado las 200 pruebas para saber si los asistentes tienen o no COVID-19.

“Le voy a pedir que por favor se destape nada más la nariz, respire profundo ¿alguna desviación en la nariz?” 

No, respondió el solicitante. Posteriormente introduce un hisopo en una de las fosas nasales, la enfermera hace unos movimientos suaves para no lastimar al paciente y luego lo retira.

El algodoncillo es rociado con un químico y vertido un par de gotas en un plástico similar a una prueba de embarazo, donde “una rayita” significa negativo y dos, “positivo”.

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JCL