Quintana Roo perdió más de 190 mil hectáreas de selva en 15 años: Conafor

Quintana Roo ocupa la tercera posición dentro de la Península de Yucatán en áreas deforestadas, que en la entidad se han usado para construir complejos turísticos o agricultura según la Conafor
martes, 10 de agosto de 2021 · 08:20

En México, no hay zona más deforestada que la Península de Yucatán, lamentó Catherine Navarro Duarte, Gerente de Información Forestal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

“El tema de deforestación, sobre todo en la Península de Yucatán, que es la zona del país más deforestada, sí es preocupante que en estas magnitudes se esté deforestando”, alertó la experta en entrevista para Por Esto!

De acuerdo con el sistema Satelital de Monitoreo Forestal (Samof), los territorios de Quintana Roo, Campeche y Yucatán aparecen junto a Chiapas, Oaxaca y Jalisco en la lista de los puntos más críticos de deforestación en México.

En este visualizador, se puede apreciar en color amarillo (capas ráster) los puntos más afectados en el periodo 2001-2018.

Campeche es el estado con más puntos de deforestación reportados por la Conafor de 2001 a 2018: 489, le sigue Yucatán, con 327, y Quintana Roo, con 235.

El espacio campechano deforestado equivale al 7.5 por ciento de la superficie analizada por la Comisión Nacional Forestal, en Yucatán, la proporción es de 7.4 por ciento, y en Quintana Roo de 4 por ciento.

En suma, en la Península de Yucatán hay mil 51 puntos en situación de depredación del entorno natural, esto equivale al 53.7 por ciento de las mil 956 zonas críticas identificadas en el país en 17 años.

La ficha técnica de deforestación de la Conafor indica que las selvas cálido-húmedas de los tres estados peninsulares son los ecosistemas más golpeadas, como también lo son las selvas cálido-secas, presentes en el noroeste de Yucatán y Campeche.

De acuerdo con el “Análisis de los procesos de deforestación 2003-2018”, en los últimos 15 años se registró una pérdida bruta de 194 mil hectáreas de superficie cubierta por selvas, sólo en Quintana Roo.

El proceso de deforestación es resultado del cambio de uso de suelo promovido, principalmente por el avance de la agroindustria y el desarrollo turístico, dijo Navarro Duarte, quien atribuyó que el incremento de la producción agropecuaria “es lo que más está deforestando” los ecosistemas de selva, seguido por el avance de la demanda del uso de suelo urbano y turístico.

“Influyen los precios de algunos productos agrícolas y sus rendimientos. Cuando sube el precio de la caña , al productor le interesa vender más”, explicó.

Justamente es una correlación de varios factores que tienen que ver con los costos de los cultivos, la facilidad de cultivar esa planta en específico, los rendimientos y la accesibilidad que se tenga de los caminos a las localidades (de siembra)”, detalló.

Esto, comentó la experta, también se estimula por los incentivos que otorgan los gobiernos a la siembra de monocultivos, a través de apoyos al campo. “Cuando hay bastante dinero de apoyo al campo se dispara por ahí la cifra de deforestación”.

La tala de la selva para la instalación de granjas porcícolas, dijo, puede acarrear severos problemas para los mantos acuíferos, alertó la funcionaria pública.

“Todo esto que se permea de las granjas porcícolas, a gran escala, se va a los mantos acuíferos y sobre todo a las localidades que están circunstantes a estas granjas, les puede afectar a la salud”, dijo.

La Gerente de Información Forestal explicó que los taladores no advierten de los problemas a largo plazo que generan en los ecosistemas, principalmente la escasez de agua y los daños que pueden provocar a la salud de la población.

Mencionó que aún no existe una cuantificación del daño ecológico que ha provocado la tala de selva. “Cuantificado no está, pero en términos ecológicos, cuando tú haces un cambio de suelo de forestal a un monocultivo, te estás quedando con una especie. Mientras que en la selva tienes 200, 300 especies más, entonces, justamente esta perdida de biodiversidad es bastante lógica”, alertó.

Síguenos en Google News y recibe la mejor información.

“En México, los ecosistemas más diversos son las selvas altas y medianas que son las que predominan en la Península de Yucatán, entonces estás perdiendo una serie de diversidad, toda una evolución genética que ha perdido la selva para meter un monocultivo o para meter un animal de ganado, que estamos hablando de una sola especie. Pasas de cientos y miles de especies a tener una sola especie que es altamente productiva en términos económicos”, advirtió.

CG