Violan a tres personas cada 24 horas en la Península de Yucatán: SESNSP

Existen más de 4 mil 370 denuncias por agresiones sexuales de enero de 2015 a mayo de 2021; Quintana Roo registra el 54 por ciento, a Campeche le corresponde el 26 por ciento, según datos de la SESNSP
miércoles, 7 de julio de 2021 · 08:11

Una madre en Chetumal obligó a sus hijos a mantener relaciones sexuales con ella. La mujer grabó cada violación y el material lo envió a su pareja sentimental, preso en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de esta ciudad.

Las víctimas: una niña de cuatro años de edad y sus dos hermanos, un pequeño de siete años y un bebé de 16 meses, informó la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo (FGE).

Esta historia no es un hecho aislado, los abusos sexuales contra adultos y, peor aún, contra menores de edad, son cada vez más comunes en la región. De acuerdo con estadísticas oficiales, en promedio, cada día violan a tres personas en la Península de Yucatán. Este delito experimenta una tendencia de crecimiento en al menos los últimos dos años.

Antes, de 2015 a 2020, las autoridades recibieron al menos dos denuncias diarias por violencia sexual; con un año más en el conteo, este promedio aumentó a una víctima más.

De enero de 2015 a mayo de 2021 se presentaron 4 mil 372 denuncias por violación en la Península de Yucatán. En 2015 se reportaron 833 casos; sin embargo, en 2018 cayó a 411 querellas; pero se recuperó y creció a 872 registros en 2020.

Sólo de enero a mayo de 2021 ya se acumulan 458 actos de violación, de acuerdo con datos obtenidos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

El 54 por ciento de las denuncias de violencia sexual corresponde a Quintana Roo, el 26 por ciento está relacionado con Campeche y el resto con Yucatán.

En este contexto estadístico, la violación es el segundo delito sexual con el mayor número de denuncias en la Península de Yucatán, después del abuso sexual, que acumula 5 mil 30 querellas de enero de 2015 a mayo de 2021.

“La violencia sexual es un problema social que tiene que ver con formas de educación que reciben hombres y mujeres”, explicó en entrevista Laura Martínez Rodríguez, directora de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas (Adivac).

“Está muy naturalizada la violencia en nuestra sociedad porque cuando te llegan a tocar tu cuerpo, llegan a decir: ‘es que nada más la tocó, o es que nada más la besó’. Perdóname, pero es violencia sexual… No hay que minimizar la problemática”, consideró.

Peligroso edén

Que más de la mitad de denuncias por violación de la Península de Yucatán se concentre en Quintana Roo implica que en los últimos cinco años, en el Estado, haya una víctima al día en promedio.

De enero de 2015 a mayo de 2021 se reportaron 2 mil 370 querellas por este crimen en la entidad más joven de la región, de los 4 mil 372 casos registrados en la Península, según el SESNSP.

En 2015 hubo 530 querellas por violencia sexual. En los años siguientes, de 2016 a 2018, la cifra delictiva disminuyó; sin embargo, en 2019 creció nuevamente a 263 casos. En 2020 se registró la cantidad más alta de reportes (635) de los últimos seis años.

Actualmente, de enero a mayo de 2021, la tendencia de crecimiento continúa hasta alcanzar los 331 registros.

Quintana Roo también ocupa el primer lugar a nivel nacional en violación contra mujeres por cada 100 mil habitantes en lo que va del año, de acuerdo con el documento “Información sobre violencia contra las mujeres, incidencia delictiva y llamadas de emergencia 911” del SESNSP, sólo por debajo de Chihuahua y Querétaro.

Aumento en Campeche

Tenía 10 años cuando pasó a ser parte de las estadísticas de violación sexual. Señaló de la agresión al esposo de su niñera y a sus dos hijos en una casa refugio ubicada en Ciudad del Carmen.

La víctima contó lo sucedido a la directora de la institución, pero ella la ignoró. También hizo una denuncia ante el Patronato y, lo mismo, nadie la escuchaba. Le dijo a sus cuidadoras en la casa hogar y no le creyeron. Lo comentó incluso con la representante del Sistema DIF, quien lo minimizó.

La niña fue dos veces víctima: de los hombres que la violaron y del sistema de gobierno que restó importancia a sus demandas.

El 26 por ciento de las querellas por violación registradas en la Península de Yucatán en los últimos cinco años corresponden a Campeche.

De enero de 2015 a mayo de 2021 se reportaron mil 131 denuncias por la comisión de este delito en la Entidad, de los 4 mil 372 casos registrados en esta región.

Este crimen del fuero común ha tenido un comportamiento fluctuante en los últimos cinco años y cuatro meses; sin embargo, mantiene una tendencia al alza.

De acuerdo con el SESNSP, en 2015 se reportaron 79 querellas por violación y continuó en ascenso hasta alcanzar los 272 casos en 2019, el registro más alto de los últimos dos años. Sin embargo, en 2020 observó un ligero descenso a 202 denuncias.

En los primeros cuatro meses de este año se presentaron 104 denuncias por este delito.

Campeche se sitúa en el séptimo lugar en el ranking nacional en violencia sexual contra mujeres por cada 100 mil habitantes de enero a mayo de 2021, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo.

En descenso

Dos de cada 10 violaciones reportadas en la zona de la península suceden en Yucatán.

De enero de 2015 a mayo de 2021 se presentaron 871 querellas por violencia sexual en la entidad, de las 4 mil 372 que hubo en toda la región en ese periodo.

En 2015 se reportaron 224 denuncias de violación en Yucatán, la cifra más alta de los últimos seis años. El delito ha mantenido una curva a la baja. En 2016 se reportaron 221 casos, mientras que en 2020 sumó 35 querellas.

Sin embargo, de enero a mayo de 2021 ya se han reportado 23 denuncias más.

Una huella para toda la vida

Martínez Rodríguez explica que la repercusión emocional en las personas víctimas de violencia sexual es imborrable.

“Las personas están afectadas emocionalmente por esa vivencia que tuvieron. Y muchas de esas personas sí tienen una vida muy dolorosa y una vida muy diferente a las personas que no han vivido violencia sexual”, expuso.

“Les afecta para toda su vida porque es una violencia, es un ataque a la integridad y a la intimidad de las personas. Hay muchas niñas y niños que lo viven y en cada etapa de su vida van resignificando de forma diferente la violencia sexual, porque muchas veces, cuando lo viven de niños o de pequeñas, no alcanzan a acomodar en su cabeza que lo que están viviendo es una violencia, un ataque, y va en contra de su integridad, va en contra de su inocencia”, explicó.

La activista recomienda que los niños acudan a terapia para acomodar los recuerdos que guardan en su memoria, mientras que las personas adultas deben trabajar con sus emociones.

“(Los adultos) entran en una crisis muy fuerte, muchos intentan quitarse la vida y entran en crisis de ansiedad, de no poder dormir, de tener alterado su ciclo de alimentación, puede ser que coman mucho o puede ser que no coman, dependiendo de cómo haya sido el tipo de violencia sexual al que fueron sometidos”, precisó.

“Con estas personas no tienes que trabajar la violencia sexual, tienes que hablar de cualquier otra cosa, menos de la violencia sexual, porque están en una situación de mucha crisis…

“Muchas se sienten culpables, creen que ellas tienen la culpa de lo que pasó, cuando el único culpable es el que ejerció la violencia en contra de ellas”, apuntó.

Abuso de poder

La violencia sexual es el abuso de poder que ejerce el agresor sobre la víctima, según explica la directora de Adivac.

“La violencia sexual es el uso de poder que yo tengo en contra de alguien porque es en contra, en una oposición, como en una lucha, en un ataque. Entonces, yo tengo un poder sobre esa persona; entonces, la persona, sobre todo cuando son niñas y niños y mujeres que tienen una educación muy convencional o que sufrieron discriminación, de devaluación, se topan con alguien que se impone, que lo ven con autoridad y hacen lo que ellos dicen, como si fueran niñas y niños”, ejemplificó.

Cifra negra e impunidad

Martínez Rodríguez recordó que no todas las víctimas de violencia sexual denuncian a sus agresores, por lo que la cifra negra es alta.

“Hay una cifra negra muy alta porque no se denuncia o no acude a las instancias de acceso a la justicia a reportar el delito, pero lo viven, lo han vivido y no lo reportan”, sostuvo.

“Y muchas personas no reportan la violencia sexual porque tienen vergüenza, porque tienen miedo, porque creen que no les harán caso en lo que vivieron, en las autoridades, por un lado, y porque piensan que no les creerán en su familia.

“Por ejemplo, en Adivac atendemos un promedio de 400 personas a la semana. De estas 400, el 75 por ciento son personas adultas, y de esas personas adultas, el 65 por ciento vivió violencia sexual en la infancia y nunca lo reportó hasta ahora”.

En 2016, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) estimó que la cifra negra de la violencia sexual en México ascendía a 60 mil casos, cita la activista.

A esta cifra negra del delito se agrega la falta de confianza que tienen las víctimas en las instituciones encargadas de ofrecer acceso a la justicia.

“En México, las personas no tienen confianza en las autoridades para denunciar porque hay una gran impunidad”, acusó.

“La impunidad está a la orden del día en los casos de violencia sexual en el aspecto legal. Es el único delito en el que tienes que demostrar pruebas con tu cuerpo, o sea, tienes que mostrar tu cuerpo para que vean que realmente te pasó”, lamentó.

“Y es un delito de oculta realización porque nada más quien la vivió y quien la ejerció saben lo que pasó… En una violencia sexual ni aunque te revisen, que vean tu cuerpo, aunque vean que estás lastimada… muchas veces ni con eso se quedan tranquilos. Estamos en una justicia hecha por hombres y para hombres”, acusó.

CG