Chetumal: Madre pierde a su hija de 2 años a causa del COVID y ahora teme salir a la calle

La mujer tuvo que buscar ayuda profesional luego de que su hija muriera por complicaciones del COVID-19; Quintana Roo registró 15 muertes en 24 horas, según datos de la SESA
miércoles, 7 de julio de 2021 · 09:04

La vida después del COVID-19 sigue para quienes se recuperan, pero hay familias quintanarroenses que quedaron marcadas por la pandemia. Para Ana “S”, quien perdió a su hija de dos años en 2020, es una situación en la que ha trabajado con profesionales de la salud para poder aceptarla; mientras que para Catalina “G”, la pérdida de sus padres por esta enfermedad, con una semana de diferencia, la obligó a mudarse a casa de su hermana para no estar sola.

Hasta el corte del día de ayer, la Secretaría de Salud estatal reportó 316 nuevos contagios, un total de 34 mil 517 transmisiones, además de un acumulado de 3 mil 73 defunciones por COVID-19 en Quintana Roo, un total de 15 en las últimas 24 horas, cifra que significa la pérdida de madres, hijos abuelos, conocidos, amigos, compañeros de trabajo, entre otros.

El SARS-CoV-2 no respeta edades y aunque el riesgo de que un menor de edad sufra los síntomas graves de COVID-19 es bajo, no deja de ser real. Es lo que Ana “S” vivió cuando su pequeña de dos años resultó infectada y no logró salvarse, tras la tragedia tuvo que buscar apoyo para poder recuperarse y seguir adelante por los dos hijos que aún tiene y que ahora busca proteger a toda costa contra el virus, “no los dejo salir ni a la puerta, he tomado medidas más estrictas, sólo salimos si es necesario, de lo contrario se quedan en casa”.

La madre asegura que hasta la banqueta desinfecta en sus días de descanso, pero el resto de la semana, por las mañanas, antes de trabajar, deja listo el tapete sanitizante y ella mantiene su equipo de protección todo el día. “Ahora la rutina ha cambiado, llego, me desinfecto, me baño, llevo mi ropa a un cesto especial que nadie toca, los zapatos, aunque tengo el tapete, se quedan afuera”. Asegura que el miedo de perder a otra persona amada es mayor y no podría soportarlo.

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Sin embargo, dijo que las nuevas precauciones que toma, incluso en el trabajo, le han traído problemas con sus compañeros cuando les señala que deben de usar el cubrebocas en todo momento o utilizar el gel sanitizante, lo cual no es bien visto por ellos, “es como si ellos no hubieran perdido a nadie en esta pandemia, como si no tuvieran miedo a enfermarse o contagiar a sus seres queridos”, por lo que espera pronto pase todo esto y pueda volver a salir con sus hijos sin miedo al contagio, y desea de corazón que pronto los niños sean vacunados contra el COVID.

Con base en el último reporte del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) y la Secretaría de Gobernación (Segob), actualizado al 27 de junio del 2021, en la Entidad 392 menores de edad han sido contagiados; en la misma fecha, pero del año pasado, apenas se registraron 56 casos, lo que refleja un aumento del 600 por ciento en un año.

En este periodo han fallecido nueve menores, cuatro menores de 0 a 4 años y cinco de 12 a 17 años. Benito Juárez es el municipio con mayor número de defunciones, con cuatro; seguido de las tres que registró Solidaridad; una en José María Morelos y una más en Lázaro Cárdenas.

Por su parte, Catalina, a quien todos llaman “Caty” de cariño, lamenta que sus padres no hayan creído en el COVID-19, razón por la que fueron contagiados, “yo le decía a mi mamá que usara el cubrebocas, que no saliera a la calle, que no saludara de beso, pero no entendía, no creía en la enfermedad y aunque papá sí se cuidaba, no sabemos cómo se infectó, porque fue el primero en enfermar y ser internado”, después de varios días de luchar por su vida falleció y días después de su deceso, su madre también enfermó y fue internada, “justo a los ocho días de la muerte de papá, mi mamá murió”.

Ante la situación y quedar sin sus padres, Caty se fue a vivir a casa de su hermana para no estar sola, ya que siempre había vivido con sus progenitores, a quienes cuidaba por ser adultos mayores y ahora tendrá que vivir sin ellos, por lo que espera que las personas acudan a inocularse como ella lo hizo, en cuanto el Plan Nacional de Vacunación lo permitió, y lamenta que sus padres no hayan podido inmunizarse contra la enfermedad, “porque a lo mejor todavía estuvieran vivos”.

Desde el inicio de la pandemia han fallecido mil 991 adultos de 55 años en adelante, 751 mujeres y mil 240 hombres, lo que representa un 65.1 por ciento de las defunciones totales. Las comorbilidades como la hipertensión, diabetes, obesidad y otras, agravaron los síntomas de estos pacientes, que no pudieron recuperarse.

CG