Cártel de Cobre: Huachicolean cable en la zona sur de Quintana Roo

Los delincuentes al sur de Quintana Roo llevan el cableado de cobre robado de la CFE y lo revenden en el estado de Yucatán; obtienen cerca de 97 mil pesos por tonelada vendida
jueves, 29 de julio de 2021 · 08:43

En la Zona Sur de Quintana Roo se tienen detectadas dos bandas delictivas dedicadas al robo de cables y tuberías de cobre del servicio público, las cuales aprovechan que estos delitos son poco investigados y representan un riesgo menor en comparación con otros, como el asalto a transportistas.

Entre enero y junio pasados, hubo 896 denuncias por sustracción de materiales de cobre en todo el país, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). De éstas, 349 se abrieron en Quintana Roo, lo que representa que cuatro de cada 10 carpetas de investigación se concentran en la entidad. 

El delito se agravó durante el 2020, cuando hubo un incremento de cuatro mil 333 por ciento respecto al 2019, al pasar de seis a 260 denuncias.

Esta inusual alza se debe a la operación de dos células delictivas en el sur de la entidad, de acuerdo con información recabada al interior de la Fiscalía General del Estado (FGE).

La larga distancia que tienen que recorrer las autoridades policiales y lo complicado que resulta acceder a las comunidades hace que los criminales puedan actuar con soltura en esta zona.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) es la más afectada, ya que su tendido eléctrico en el estado es basto y los cables que llevan la energía eléctrica son de gran tamaño y peso.

Así, un kilómetro de tendido eléctrico contiene aproximadamente 500 kilogramos de cable de cobre y las recicladoras pagan hasta 97 pesos por kilo, por lo que los delincuentes pueden obtener hasta 48 mil 500 pesos sin correr tantos riesgos.

A esto se añade el 'tortuguismo' mostrado por la FGE en las pesquisas, ya que hasta la fecha no hay reportes de personas detenidas por estos delitos en zonas rurales.

Modus operandi

Los delincuentes que integran el llamado 'Cártel del Cobre', usan una camioneta y ganchos aislados para bajar la línea eléctrica. Los ganchos son tirados a los cables y una vez que se encuentran agarrados, son amarrados a un extremo de la camioneta, que acelera.

Si el camino es propicio y la camioneta tiene buena tracción, pueden bajar de tres a cuatro kilómetros de tendido de una sola vez, con el cable de cobre abajo, es cortado con cizallas aisladas, es enrollado y subido por parte a algún vehículo.

Como estos cables están envueltos con plásticos de alta resistencia, son difíciles de separar del cobre, pero no imposible, ya que este grupo de personas le prende fuego a lo robado, haciendo que el plástico se derrita y separando el producto.

Una vez que tienen el puro cobre, es subido a una camioneta y llevado a las recicladoras de la ciudad de Mérida, en el estado de Yucatán, donde pagan hasta 97 pesos por el kilo, sin hacer preguntas del origen del producto. De este modo, por cuatro kilómetros pueden llegar a embolsarse 194 mil pesos.

Denuncias que no avanzan

Fuentes de la CFE revelaron a POR ESTO! que cada semana interponen de dos a tres denuncias en el estado; sin embargo, la premura por reestablecer el servicio provoca que “se contamine” la escena del crimen antes de que lleguen las autoridades, dificultando las pesquisas, a las que finalmente se les da 'carpetazo'.

Otro de los servicios que se ve afectado por el robo de cables en Quintana Roo es el de telefonía. Cada semana se denuncian de una a dos antenas vandalizadas y sin cables, haciendo que las zonas de cobertura de telefonía celular sean menores y dificulten la operatividad de diversos servicios importantes, que van desde la seguridad y el transporte entre comunidades de la región.

Comunidades, las más afectadas

Los datos recabados señalan que los pueblos más afectados por estos grupos delictivos son los ubicados en la Zona Limítrofe con el estado de Campeche, así como los ubicados más al poniente de la carretera Ucum-La Unión.

La frecuencia del delito es tal, que habitantes de esa región ya lo tienen normalizado.

“Es normal que nos quedemos sin energía eléctrica una o dos veces por semana. Hay días en que oyes las camionetas pasar y oyes cómo el cable se revienta, ¿pero qué hacemos?, abrimos la ventana y seguimos con nuestras vidas”, señala María “D”, habitante de Cocoyol, en la Ribera del Río Hondo.

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Desde la comunidad de Caobas hasta Pioneros del Río, en la Zona Limítrofe, ocurre el robo de cables de cobre y muchas de las denuncias provienen de esa área; sin embargo, al ser una zona de difícil acceso, las autoridades demoran más en llegar, lo que facilita la tarea del “Cártel del Cobre”.

CG