Piden al Gobierno de Quintana Roo plan para anticipar recales de sargazo

Autoridades de los tres niveles de Gobierno tienen que empezar a planear desde ahora las estrategias para contrarrestar el recale masivo de alga de la siguiente temporada, señaló Esteban Amaro, director de la Red de Monitoreo del Sargazo.

Tras observar la situación actual en el Caribe Mexicano, donde los esfuerzos para evitar el acumulamiento del residuo fueron nuevamente superados, el experto comentó que las autoridades sabían de antemano que la temporada inicia en primavera, y la arribazón se recrudece a finales de abril y principios de mayo.

Pese a esto, no hicieron nada para prevenir la problemática, sino que reaccionaron cuando la talofita invadía ya las costas quintanarroenses.

Destacó que la actual temporada es similar a la de 2018 que, como se recordará, es la que tiene el mayor registro. Incluso, de continuar con la tendencia, podría batir récord.

Esteban Amaro expuso que "tenemos un problema muy intenso de este año, en particular; se ha platicado en foros y con expertos que este ciclo va ser muy crítico con las cifras que tenemos".

Recordó que a partir de 2011, cuando comenzó el arribo masivo, la talofita ha incrementado año con año su presencia.

Por lo anterior, insistió en que los Gobiernos deben prepararse y  anticipar la respuesta mediante la planeación, no sólo actuar después que se acumuló el alga en las playas.

Suma de errores

El experto señaló que una de las principales fallas de las autoridades es que año con año contratan a una empresa diferente y sin experiencia para encarar la problemática.

Sobre la ausencia de la barrera antisargazo de Playa del Carmen y de las sargaceras de la Secretaría de Marina-Armada de México, el director de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), Marco Antonio Loeza Pacheco, explicó que la primera fue retirada porque será reemplazada por otra que será instalada en aproximadamente 10 días.

Sobre la nave, explicó que debido al mal tiempo que predomina desde el fin de semana, tuvo que ser resguardada hasta que mejoren las condiciones.

Por ahora, se cuenta con más de un centenar de trabajadores que, apoyados con maquinaria, se dan a la tarea de remover el sargazo de las playas.

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RM