Lluvias destruyen telarañas del Boulevard Bahía en Chetumal
Las telarañas que aparecieron de manera inusual en Chetumal, han sido afectadas por las lluvias; la migración del mosco bobo redujo la cantidad de arañas en la zona
Ante las lluvias recientes y su efecto natural, al caer ramas y hojas sobre las sábanas de telaraña a lo largo del Boulevard Bahía en Chetumal, éstas irán desapareciendo y aunque seguirá habiendo arañas nativas e incluso mosco bobo (quironómidos), no se prevé que al menos en las próximas semanas se vuelvan a observar enjambres de moscos ni de las telarañas sobre los árboles, expresó el técnico investigador del Colegio de la Frontera Sur, César Raciel Lucio Palacio.
Como se recordará, la presencia de telarañas en árboles del Boulevard Bahía y los enjambres de mosco “bobo” por la noche, es un fenómeno inusual como parte de un espectáculo natural, asociado al restablecimiento del equilibrio ecológico del entorno, expresaron a finales de mayo los investigadores de Ecocusur, Yann Henaut y César Raciel Lucio.
Dichos investigadores realizaron un recorrido por diferentes sitios del Boulevard Bahía para la toma de datos y hacer un muestreo, ya que la población del mosco bobo se incrementó ante las fuertes lluvias del 2020, cuyos nutrimientos recalan en la bahía u otros cuerpos de agua de la región, por lo que el litoral luce un tono café, lo que sirvió de alimento para el mosquito.
Por su parte, Raciel Lucio refirió que este mosco tiene un ciclo de vida corto, en menos de 20 días se convierten en adultos y están listos para reproducirse de nuevo.
Tal proceso de reproducción de las larvas de mosquito representa un proceso de alimentación del exceso de nutrientes; es decir, limpian nuevamente las aguas hasta que regresen a su equilibrio natural y ahora, los mosquitos, al salir del agua, volaron e invadieron la ciudad, provocando molestias e incertidumbre a la población.
Tal situación tuvo relación con las inmensas telarañas que cubrieron la vegetación del Boulevard Bahía de Chetumal, siendo arañas que habitan de manera natural en nuestro entorno. “No son peligrosas para el ser humano y no son peligrosas para el ecosistema”, explicaron los investigadores.
Estas arañas pertenecen a la especie Tetragnatha, viven cerca de los cuerpos de agua y son depredadoras de mosquitos, es decir se alimentan del mismo mosco bobo.
Comentaron que este escenario, es un espectáculo natural, que debemos apreciar antes de que desaparezca.
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Pues los mosquitos bobo limpian el agua y las arañas controlan la población de este mosquito y, en la medida que disminuye la presencia de mosco bobo, las arañas también disminuirán hasta restablecerse el equilibrio natural.
Por lo que el investigador de Ecosur, en la unidad Chetumal, César Raciel Lucio Palacio, expresó que desde su presencia, comentaron que ante las primeras lluvias de temporada, esta telaraña desaparecería, por el hecho natural y mecánico de la lluvia, al generar peso en la telaraña y materia pegada (hojas y millones de mosquitos), es decir por el sólo hecho del peso se caerá la telaraña.
En ese sentido, seguirán tomando datos, por lo que tal araña seguirá viviendo, aunque reconoció que aún se encuentran arañas nativas de la región construyendo telarañas para capturar su alimento, van más de 10 días de que no se aprecian esos enormes enjambres de quironómidos (mosco bobo).
Y aunque las arañas tienen alimento al atrapar cualquier tipo de insecto, seguirán viéndose arañas en esa zona del Boulevard Bahía, pero ya no con esta huella de la “sábana de telaraña” sobre los árboles, y conforme sigan presentándose las lluvias ya no habrá abundancia de alimento.
Al referirse a los moscos bobo y sus enjambres, dijo desconocer la zona y como ocurrió su presencia en años pasados, pero con base en el conocimiento de fechas recientes, se estima que es poco probable que al menos en las próximas semanas, hagan presencia nuevamente esas enormes nubes o enjambres del mosquito.
Ahora existe una dinámica diferente en los cuerpos de agua, originada por las corrientes de agua, que no permiten que los mosquitos se establezcan, ni que los nutrientes se queden asentados en el fondo del litoral, que es lo que busca el mosco y lo cual propició la sobreabundancia del llamado mosco bobo.
CG
