Mujeres vulnerables, blanco fácil de Ricardo Ponce, acusado de abuso sexual

El conferencista, acusado de abuso sexual, diseña sus cursos para ser atractivos a personas que buscan mejorar sus vidas, pero no esperan ser víctimas de delitos
martes, 1 de junio de 2021 · 08:25

Abandono paternal, relaciones conflictivas, superación de la infidelidad, sentimientos de abuso y traición son los problemas que la agrupación encabezada por el coach de vida, Ricardo Ponce; promete resolver a personas, principalmente mujeres, que puedan pagar sus seminarios, que alcanzan cifras de hasta 65 mil pesos por sesiones de tres días.

Sus cursos están diseñados para ser atractivos a un grupo de personas que presentan sentimientos de rechazo, abandono y soledad, que buscan un cambio en sus vidas, por lo que las propuestas de coaching de vida y “autosanación” son atractivas para realizar esa mejora anhelada, sin esperar ser víctimas de delitos como el denunciado por la youtuber Maire Wink, quien acusó a Ricardo Ponce de abuso sexual, luego de acudir a uno de sus seminarios, el pasado 18 de febrero.

“Tengo que hacerme responsable que a mediados de febrero de este año fui invitada a un retiro en Bacalar de Ricardo Ponce, y lo recomendé en mis historias de Instagram, después viví y vi cosas muy turbias de ese lugar y de Ricardo que no me gustaría que nadie más viviera y mucho menos si alguien llegó ahí por recomendación mía”, inicia el relato la youtuber.

“Es mi responsabilidad hablar abierta y públicamente de lo que ocurre en esos retiros, es mi responsabilidad como ciudadana que presenció lo que yo considero un delito muy grave, es mi responsabilidad como mujer alzar la voz para evitar que se siga perpetuando el abuso sexual”, agregó.

Fuente al interior del DIF estatal señala que el coaching no está considerado como una herramienta científica, por lo que profesionales de la salud no se inclinan por esta práctica, “cualquiera se pude llamar coach, sin contar con los estudios o el entrenamiento para atender a personas en situación de crisis”, afirma.

Aunque se podría considerar en la psicología positiva, aún no cuenta con una validez oficial, lo que es usado por personas que a través del mensaje transformador del cambio interior, fuerzas superiores o el mejoramiento con ayuda del amor, buscar atraer a personas en situación vulnerable.

Al respecto, del movimiento que encabeza el autodenominado experto en liberación emocional, Ricardo Ponce, afirma que “busca un perfil de mujeres vulnerables, que por falta de afecto son atraídas al mensaje positivista; sin embargo, están expuestas a que personajes sin ética usen los momentos de crisis para aprovecharse prometiendo el apoyo emocional anhelado”.

Es en esta situación, cuando se busca llenar el vacío interior con afecto, que opera el abusador. Un abrazo, un beso o una caricia pueden no ser considerado como una señal de alarma, sino de ayuda. La misma vulnerabilidad de las personas que buscaban una respuesta o una solución espiritual las lleva a caer en manipulaciones, que el victimario presenta como consentimiento, para cometer el abuso sexual, confiando en que la parte afectada no exponga la situación por el sentimiento de vergüenza y culpa.

“Mi opinión es que, la gente cae en esa situación porque no encuentran una salida a sus problemas, por lo que piensan que es la receta mágica para resolverlos”, explica la psicóloga Guadalupe Esparza, situación contraria a una terapia psicológica formal, en la que el profesional de la salud te dirige para que con la voluntad propia logres resolver los conflictos internos.

“La gente no está dispuesta a hacer eso, aunque reconocen que están mal, pero quieren una solución fácil, por eso creen que ahí (grupos de coaching) les darán la respuesta para el empoderamiento y de cómo hacer las cosas, delegando la responsabilidad personal hacía alguien más”, finaliza.

La situación que denuncia la influencer Marie Wink fue calificada como un "culto de abuso sexual disfrazado de autosanación". De acuerdo con ella, los primeros días no sospechó nada respecto al retiro espiritual, pues todo parecía normal. Sin embargo, no fue hasta unos días después que, aprovechándose de su estado emocional, la invitó a tener un encuentro sexual, situación por la que han atravesado otras mujeres. 

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Confirman modus operandi del abusador

El abogado Rodrigo Maldonado Ríos, asesor de Paola “N”, una de las denunciantes en Quintana Roo por abuso sexual, señaló la veracidad de los videos mostrados por la influencer Maire Wink en sus redes sociales, en donde señala al empresario y gurú de vida Ricardo Ponce como el presunto perpetuador de los abusos, estas denuncias se realizaron en la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales del estado y se confirmó también un contraataque legal en contra de la víctima.

Los casos de presunta violación ocurrieron en el hotel Akalkí en Bacalar, Quintana Roo, lugar en donde comúnmente realizaba sus retiros de sanación, esto según las palabras de las denunciantes, incluidas Paola “N”, que participó en el video de Maire Wink, en el que explicó que ella trabajó para Ricardo Ponce durante seis meses, aseguró que vivió acoso sexual, además de que en una ocasión el hombre supuestamente la obligó a ver cómo mantenía relaciones sexuales junto a otra compañera de trabajo.

Sin embargo, ella también señaló irregularidades en el caso por parte de las autoridades del Estado, además, añadió que Ricardo Ponce la demandó a ella, “La Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales en Quintana Roo no me da acceso a los registros de investigación, se está tramitando también un amparo solicitando diligencias de investigación. Paola N”, señaló en video.

En este sentido, existen múltiples denuncias de una secta sexual que opera en Quintana Roo, parte de los testimoniales que presentó Maire Wink señalaban que en Cancún existe un domicilio en donde aloja a mujeres extranjeras, de las cuales presuntamente abusa sexualmente, también se menciona que dentro de los retiros que suceden en Bacalar ocurren la mayoría de los abusos.

Actualmente, se mantienen activos los enlaces para inscribirse a otros cursos de autoayuda de este movimiento, algunos de los que se realizarán nuevamente en el hotel Alkalkí, en Bacalar, a pesar del golpe mediático de la joven youtuber.

CG