Grupo Xcaret logró concesión turbia para obtener Xel-Há en Quintana Roo

Hasta el momento se desconocer si Grupo Xcaret tiene una concesión estatal y paga por ella, para operar este parque ecológico
jueves, 8 de abril de 2021 · 08:45

El Grupo Xcaret se ha aprovechado de lagunas legales para explotar cuevas, cavernas, cenotes y ríos subterráneos a lo largo de la zona costera de Quintana Roo, señaló el abogado ambiental Gerardo Solís Barreto.

“En los años 90, cuando inició Xcaret, la legislación ambiental no era tan  estricta y los desarrolladores hacían y deshacían, se construyeron fraccionamientos completos sobre el manglar”, señaló.

Sin embargo, dijo, también es cierto que en muchos casos como en el de Xcaret, aplicaron aquello de que 'más vale pedir perdón que pedir permiso' y desarrollaron como quisieron sobre los recursos naturales.

“Al final de cuentas hicieron lo que quisieron, dinamitaron, cavaron, transformaron el entorno natural en artificial, pero el colmo ha sido lo que ocurrió ahora en este parque”, subrayó el ambientalista.

“Es completamente criminal que a una familia le digan que si no firman el perdón no le entregan el cuerpo de su hijo; son unos sinvergüenzas que están acostumbrados comprar a quien se les ponga enfrente”, sentenció.

El abogado Solís Barreto se refirió a la versión que difundió el padre del niño Leonardo fallecido por un “descuido humano” en el parque Xenses, que opera el Grupo Xcaret, en el que acusa que le fue condicionada la entrega del cuerpo de su hijo a cambio de firmar el perdón a la empresa.

Xel-Há, envuelto en la opacidad

Otra opacidad del Grupo Xcaret que destacó Solís Barreto se refiere al parque Xel-Há, el cual no se sabe a ciencia cierta si es una concesión, si paga por ese derecho y cuánto paga al gobierno. 

“Fue el gobernador Mario Villanueva Madrid el que prácticamente entrega Xel-Há a ese grupo de inversionistas, un predio que es emblemático del Estado de Quintana Roo”, afirmó.

'Se trata del primer parque público de una naturaleza desbordada que Mario Villanueva entregó en arrendamiento y que después Joaquín Hendricks Díaz lo ratificó, pero no se sabe por cuántos años', indicó.

“Puede ser que desde esas épocas se haya prestado ese grupo a la corrupción, al cochupo, al ventajismo para obtener la explotación de esa zona natural tan hermosa que es Xel-Há”, presumió el abogado ambiental.

Realmente, dijo, allí hay orígenes turbios, poco claros, sería muy bueno que la sociedad se entere a quién pertenece realmente Xel-Ha, porque no se sabe; es una empresa que genera ingresos y muy fuertes.

Hasta el momento se desconoce por cuánto tiempo es la concesión y cuánto pagan, cuánto obtienen el gobierno del Grupo Xcaret por el usufructo de las riquezas naturales de todos los mexicanos en ese parque, precisó.

“Esto es algo muy opaco, porque así les convino a los gobernadores en turno, que la verdad han sido muy ladrones”, afirmó el abogado, quien participó en la denuncia contra el desarrollo de Tajamar y el hotel Riu en Punta Nizuc.

Laguna legal

Por su parte, Alejandro López Tamayo, investigador de la organización civil Centinelas del Agua, señaló que en México no existe una legislación aplicable al entorno kárstico y los cenotes, que regule la explotación de estos entornos por las empresas turísticas.

En el marco de la Ley General de Aguas, donde se ha estado trabajando para que se incorporen los sistemas kársticos y los cenotes, que haya una regulación en cuanto a su cuidado, uso y explotación.

Se busca precisamente una regulación para que no se dinamite, porque se pone en riesgo la única fuente de agua dulce que se tiene en la península y que es el acuífero y que lo conforman cenotes, cuevas, cavernas y ríos subterráneos.

Al dinamitar y exponer el nivel freático, lo que se hace  es que se vuelve más vulnerable a la contaminación este acuífero, es como abrir una herida en la piel que corre el riesgo de infectarse, lo mismo sucede con el suelo de la región.

Comentó que en el caso del Parque Xoximilco, otro de los parques del Grupo Xcaret, lo que se observa en los canales artificiales es agua del nivel freático que no tiene la transparencia de un cenote porque está cargada de sedimento.

“Al abrir el nivel freático el acuífero queda expuesto a escurrimientos de lluvia que arrastra materiales que aportan nutrientes y crecen algas que hacen el agua verde o café y como no tiene una filtración afectan la calidad del agua”, explicó.

El investigador del tema del agua reconoció que en Quintana Roo los delitos ambientales están a la orden del día y en el caso de la explotación del sistema kárstico por parte de desarrollos turísticos.

CG