Perrera municipal de Othón P. Blanco opera con presupuesto de tres mil pesos
A pesar de la proliferación de fauna callejera, el Centro de Atención Canino trabaja con el mínimo de presupuesto y de personal
Pese a proliferación de fauna canina callejera, por pandemia COVID-19, el Centro de Atención Canino (municipal), opera con recurso de sólo 3 mil pesos, más lo que asigne la propia dirección de salud municipal, al cambiar esquema de operación, se entrevistan con los vecinos antes de proceder a recogerlos, informó el encargado de dicho centro canino, el C. Mario Ayala.
Dicho centro coloquialmente, conocido como “perrera” municipal, se ubica en calle Paseo de los Lagos de colonia El Sol, a un lado de colonia Tumben Cuxtal, ya ha sido cuestionado por sus instalaciones, contando actualmente con jaulas y una capacidad para al menos 20 canes, dependiendo de su tamaño, sin embargo a simple vista las instalaciones se visualizan en deterioro.
El veterinario encargado del Centro de Atención Canino, el C. Mario Ayala, reconoció que se tiene el presupuesto de 3 mil pesos, más lo que destine la dirección de salud municipal a cargo de la C. María Fernanda Aguilar Ayala, quien a pregunta expresa vía telefónica sobre el presupuesto destinado para la “perrera municipal”, evitó brindar el dato.
Ante la proliferación de perros callejeros, por la pandemia COVID-19, dijo que siguieron operando pero con el mínimo de personal, a veces hasta sólo una persona operaba, ya que de las 9 personas con que cuenta el área, varios son personas en riesgo (vulnerables a la pandemia).
Por lo que actualmente operan en atención a las llamadas al 072, para atender casos de perros o gatos en la calle, pero antes de ser recogidos, consensan (diálogo) a los vecinos a fin de evitar conflictos (que ya se han presentado) y si están de acuerdo se recoge el canino y en caso de encontrarse una persona en desacuerdo, se le invita a que asuma la responsabilidad de cuidarlo.
Agregó como invitación a la población, que en caso de buscar un canino como compañía, recurrir a la adopción en vez de compra y que sea un acto de responsabilidad, como cuidado de un ser vivo, para su futura esterilización, además de cuidarlo para que no escape a la calle y evitar dejarlos a su suerte, puntualizó.
MA
