Doña Bertha y don Miguel, la historia de los voceadores de mayor edad en Cozumel

Apasionados por informar, los voceadores de periódicos de Cozumel se ganan la vida con gran esfuerzo
domingo, 4 de abril de 2021 · 15:49

Bertha María Sansores Can y Miguel Alfredo Dzul son los voceadores de periódicos de mayor edad en la isla, que con su tiempo, dedicación y esfuerzo, hacen llegar hasta sus manos los distintos ejemplares que provienen de otros estados y municipios; ambos son yucatecos de nacimiento, pero se establecieron en Cozumel desde hace muchos años.

Detrás de la edición de un diario hay mucha gente involucrada, desde reporteros, correctores, jefes de edición, capturistas, área de circulación y demás, hasta una rotativa que es donde se realiza la impresión del periódico.

Sin embargo, no menos importantes son sin duda algunas de las personas que se desempeñan como voceadores, pues son los que invierten parte de su tiempo para lograr que un medio impreso llegue directo a sus manos, sin importar que llueve, truene o haya relámpagos.

Historia de Doña Bertha

Hoy conoceremos a Doña Bertha María Sansores Can, originaria de Izamal, Yucatán, quien llegó a la isla en el año de 1986, justo cuando se llevaba a cabo en México el Mundial de Futbol y dos años más tarde viviría su primer fenómeno natural con el Huracán Gilberto el 14 de septiembre de 1988.

La mujer, de condición socioecómica humilde, lleva vendiendo periódicos seis años ininterrumpidos, teniendo como su principal base la 30 Avenida con Juárez, frente a la gasolinera del Centro. Dice haber ido a la escuela, pero “como era de cabeza dura”, no aprendió nada, pero eso sí, nadie la “baila” con sus cuentas en la compra-venta de los ejemplares.

Al día vende poco más de 50 periódicos de diferentes medios informativos, ventas que bajaron considerablemente a causa de la pandemia, situación que la ha llevado a recolectar chatarra en su caminar diario para sacar un poco más de dinero. Pero eso no es todo, ya que por las noches también ocupa su tiempo en otra actividad, en una lonchería, donde se encarga de preparar los panuchos, salbutes y sopes entre otros antojitos para la venta, lo que representa un extra en sus ingresos.

Doña Bertha es de las clásicas mujeres “luchonas” que no se intimidan ante nada, ni ante nadie, dedicada en cuerpo y alma al trabajo, pues afortunadamente sus cuatro hijas ya están casadas y son independientes, sólo le queda un joven de 20 años de edad que actualmente estudia la carrera de enfermería en la universidad.

Sus clientes en ocasiones también la han apoyado con algunas propinas; asegura que mientras las fuerzas no la abandonen, seguirá entregando los periódicos a los asiduos lectores de la isla de Cozumel.

La historia de don Miguel

El caso de Don Miguel Alfredo Dzul es muy diferente, a pesar que se dedica a la misma actividad como voceador de periódicos, pues aunque lleva más tiempo en el oficio -alrededor de 16 años- la pandemia también le ha dado un duro golpe en su economía, pues al igual que Doña Bertha, también vio mermados sus ingresos al bajar la venta de los ejemplares, pues hasta antes de que apareciera el virus, vendía mucho más de lo que hoy logra vender.

Pero su mayor dilema y preocupación son las deudas que lo agobian, ya que al bajar drásticamente sus ventas no ha podido pagar la titulación universitaria de su hija, aproximadamente 18 mil pesos, quien estudió la carrera de psicología, aunado a que también se encuentra pagando una casa de interés social.

Don Miguel cuenta con el apoyo de su actual pareja, quien también recorre las calles de Cozumel en una pequeña bicicleta para entregar periódicos y recolectar de igual manera latas.

Pese a todo, él no baja la guardia y se ve forzado a seguirle dando a la “talacha”, impulsado por sus necesidades familiares. Él es oriundo de Tizimín, Yucatán la tierra de los Tres Reyes Magos; recién llegado a la isla se dedicó por muchos años a la venta de saborines y paletas con los clásicos carritos de dos ruedas, el cual se apostaba afuera de las escuelas para poder ofrecer sus productos.

Don Alfredo Miguel lleva 45 años en la isla y en la actualidad sólo se dedica a la venta de periódicos. No tuvo oportunidad de asistir a la escuela porque desde pequeño y parte de su juventud se dedicó a la vida del campo, aunque con el tiempo aprendió otros oficios como albañilería y plomería, sin embargo, prefirió ser un gran voceador.

Con su triciclo recorre gran parte del centro de Cozumel y algunas colonias para entregar sus periódicos, entre ellos el POR ESTO! de Quintana Roo; gracias a su tiempo y dedicación nuestro ejemplar llega a usted desde temprana hora, para que esté enterado del acontecer más relevante que ocurre en el Estado y la península.

Nuestro eterno agradecimiento a estos héroes sin capa, porque si no fuera por ellos, el periódico no llegaría hasta sus manos, aunque también se reconoce el esfuerzo del personal del área de circulación, integrado por Gabriel Ruiz, Jorge Bé y por Don Mario Dzib, quienes todos los días acuden al Muelle Fiscal en busca de los ejemplares para distribuirlos en sus respectivas rutas.

¡POR ESTO… POR ESTO! ¡Si hay, si hay ¡ ¿Cuántos?

MR