Delincuencia y violencia intrafamiliar rodea a niños de Quintana Roo

El panorama para los niños en Quintana Roo es incierto, pues la pandemia ha aumentado los casos de rezago, violencia y delincuencia a su alrededor

Si bien, los contagios y muertes derivados del SARS-CoV-2 no son incidentes en niños, las afectaciones de esta pandemia impactan su desarrollo en general, ya que en su entorno se ven expuestos a la violencia, problemas socioemocionales y rezago académico, advirtió Angélica Vázquez Barrón, miembro de la Asociación Mexicana de Psicología Infantil.

De acuerdo con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), de los más de 23 mil contagios en Quintana Roo, 180 son en menores de entre cero a nueve años; de ellos, han fallecido cinco.

Por otra parte, el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica reportó que, hasta la última semana de abril de este año, la violencia intrafamiliar se incrementó, ya que en 2020, en ese mismo periodo, se registraron 269 casos, mientras que en 2021 se reportaron 375.

En la parte educativa, con base en datos de la Secretaría de Educación del Estado, se tienen matriculados a 247 mil 11 estudiantes de inicial, prescolar y primaria, que desde hace un año toman clases a distancia, por lo que la especialista dice que será complicado que los niños recuperen el tiempo que no asistieron a clases, ya que de por sí el sistema educativo tenía sus carencias desde antes de la pandemia y ahora la brecha didáctica se evidenció.

El no compartir con niños de su misma edad, provoca en los menores trunquen sus relaciones sociales, que son parte fundamental durante la vida, es por ello que se deben de crear estrategias para lograr mitigar los desórdenes futuros de toda una generación.

En cuanto a la alimentación, en un lugar donde se perdieron trabajos de manera masiva se van a los extremos: o se tiene problemas con la obesidad por el consumo excesivo de grasas y carbohidratos, además de la falta de ejercicio o hay indicios de desnutrición.

Panorama infantil en Quintana Roo

En 2020 fueron atendidos en hospitales de Quintana Roo más de 500 niños y adolescentes por violencia; 88.3 por ciento fueron mujeres, reveló la Red por la Defensa de los Derechos de la Infancia en México (Redim).

Las cifras reflejan un aumento de casos respecto a 2019, destacó Juan Martín Pérez García, representante de Redim, lo cual prende los focos rojos en la vulnerabilidad de niños y adolescentes en el Estado.

En el documento “Indicadores 2020”,  la Redim señala que en 2020  había 543 mil 728 niños y adolescentes en Quintana Roo; esto representa 29.26 por ciento de la población Estatal de un millón 857 mil 985 personas.

Con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional e Seguridad Pública (SESNSP), Redim señala que las defunciones de menores por agresiones han aumentado en Quintana Roo. A partir de 2016, cuando se inicia la llamada “guerra contra el narco”, se registró un incremento. En ese año fueron nueve casos; en 2017, 21; en 2018, 25; y en 2019 se registraron 29.

Los feminicidios de 0 a 17 años también aumentaron, luego de que en 2017 y 2018 hubo uno para cada año; en 2019, ninguno, pero en 2020 se registraron tres, lo que suma, en cuatro años, cinco casos.

Las defunciones por suicidio de menores ha sido variable. En 2007 se tuvo el registro más alto en este siglo con 17 casos, posteriormente fue a la baja con 13, 10 y 9 en 2008, 2009 y 2010, respectivamente, hasta que en 2011 hubo un repunte con 14 casos, de ahí otra vez bajó y en 2019 hubo nueve casos.

Situación socio-económica

Del total de la población infantil en Quintana Roo, 20 mil 151 hablan una lengua indígena, lo que significa que 3.7 niños y adolescentes, de cada 100, son indígenas.

Las cifras han ido disminuyendo en la Entidad, luego de que en 2010 había 29 mil 154 y para 2015 cayó a 27 mil 962, sobretodo derivado de la falta de difusión y programas para la defensa de lenguas indígenas.

En 2020, la población de cero a 17 años de Quintana Roo que no asistía a la escuela, fue de 81 mil 880, lo que representó un incremento significativo de casi 20 mil menores que dejaron la escuela, luego de que en 2010 eran 68 mil 992 y, para 2015, se redujo a 60 mil 915.

En cuanto a afiliación a algún servicio de salud pública, en 2020 se registró una caída importante, luego de que en 2015 había 80 mil 391 sin una aflicción y para 2020 la cifra aumentó a 130 mil 133.

La población de 12 a 17 años de edad, que estaba casada o en unión libre, tuvo una ligera disminución en 2020 con 4 mil 151 casos, contra 4 mil 485 en 2015, destacó Redim con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En el caso de mujeres de 12 a 17 años con hijos, hubo un ligero incremento al pasar de mil 982 en 2015 a mil 977 en 2020.

Por otra parte, en 2018, 35.9 por ciento de la población de 3 a 17 años de edad en el Estado, vivía en pobreza y 4.2 por ciento en pobreza extrema; 19.3 tenía carencia de alimentos, 11.3 carencia de servicios de salud y 8.8 con rezago educativo.

Aumento de violencia en confinamiento

En México, durante 2020, 63 por ciento de los niños experimentaron al menos una forma de disciplina violenta y 10 por ciento, en edades de 14-17 años, reportó sufrir alguna forma de violencia sexual, reveló Redim en su Balance Anual 2020: “El año de la sindemia y el abandono de la niñez en México”.

Señala que, independientemente del tipo de acto, las mujeres son más violentadas que los hombres en sus entornos familiares, especialmente entre los 14 y 15 años y sus principales agresores (as) son hermanos, madre (24.1 por ciento) y padre (20.7 por ciento).

El confinamiento agudizó los riesgos de violencia infantil. Las discusiones y tensiones en el hogar aumentaron 34.2 por ciento y de enero a octubre de 2020 se registraron 586 mil 834 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia familiar.

La invisibilidad de la niñez ante el Covid-19

El impacto de la pandemia en la garantía de derechos de la infancia en México tendrá un efecto dominó que aún es difícil dimensionar, reconoció Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de Redim.

La idea equivocada de que el virus no afectaba a la niñez y adolescencia o lo hacía en menor medida, generó que durante la pandemia el Gobierno Federal fuera omiso en la atención a este sector, señaló.

Ante esta situación, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado de atención a los Estados para ampliar los esfuerzos en la prevención del contagio especialmente en infantes.

La invisibilidad de la niñez, que ya tenía antes de la pandemia, se ha profundizado porque la narrativa sanitaria eclipsó todos los temas pendientes en el país, subrayó Redim en su balance anual 2020.

“El abandono de la niñez y adolescencia tendrá consecuencias a corto, mediano y largo plazo, que pueden ser devastadoras, dado que se pronostica un aumento de entre 10 por ciento y 50 por ciento de la mortalidad infantil global”, precisa el reporte.

Advierte de un aumento en la desnutrición aguda, una crisis alimentaria infantil, un incremento de la pobreza, niñez trabajadora y, como consecuencia, la falta de acceso a servicios básicos, principalmente en materia de salud.

“Esto traerá consigo el incremento de desigualdad económica y el rezago social, factores estructurales que pueden propiciar que estén más expuestos, por ejemplo, al reclutamiento por el crimen organizado”, alerta la red en su balance anual.

En el caso de los niños, el informe destaca que la baja incidencia de la enfermedad a nivel clínico les invisibiliza, lo que aumenta su riesgo en materia de salud y compromete el acceso a sus derechos humanos, especialmente durante la pandemia.

“La falta de respuesta por parte del Gobierno Mexicano o una respuesta tardía ante toda esta problemática, podría tener como resultado el aumento del daño, la profundización de la crisis y, con ello, alargar el proceso de recuperación y revertir los avances en materia de desarrollo sostenible”, sostiene el informe.

Niños y adolescentes se encuentran en una situación de vulneración de derechos en medio de esta pandemia, cuya magnitud se ha multiplicado por el confinamiento y para el que es urgente que el Estado mexicano dé una respuesta urgente, advierte Redim en su balance anual.

Pornografía y pederastia en Cancún

Hay temas que no se tocan por lo dolorosos que pueden ser. La pornografía infantil es una realidad que ha migrado a las redes sociales. Con el avance de la tecnología, los medios de distribución pueden ser tan simples como una cuenta de Twitter. Gran número de pederastas crearon un código para nombrar este material, actualmente el más conocido es Caldo de Pollo, que toma las iniciales CP de Children Pornography o pornografía infantil, sin embargo, el nombre cambia constantemente.

En 2020, al navegar en Twitter y colocar Caldo de Pollo en el buscador, se mostraba una serie de tuits que normalmente redireccionaban a grupos en la red social We Chat; éstos contenían pornografía infantil y había un intercambio material, lo que se ignoró por mucho tiempo, hasta que un grupo de twitteros hicieron visibles estas prácticas y se comenzó una cacería digital para denunciar las cuentas en ambas redes sociales. Así se eliminó un canal de distribución de pornografía infantil.

En 2003 salió a luz el caso de pederastia de Jean Succar Kuri, en donde se documentaron siete casos de niños de Cancún que fueron abusados sexualmente por este empresario libanés, además de que años después se determinó que habían delitos de pornografía infantil, corrupción de menores y violación equiparada; hasta ese momento se ignoraba que estos casos sucedían.

 “Comenzamos a trabaja desde hace mucho tiempo con este tema (protección a niños) porque era un tema invisible hace 15 años. La sociedad creía que no sucedía. No es que el turismo lo provoque, el turismo es un medio utilizado por los perpetradores para llevar lo que hacen en sus ciudades hacia un plano local y usar la infraestructura turística para eso”, señaló Gerardo Vera, director de Cadenas Humanas.

Señaló que en el sector turístico se ha trabajado para establecer protocolos dentro de los hoteles y que involucra a todos los prestadores de servicios públicos para que detecten posibles comisiones de esos delitos y tener la capacidad necesaria de denunciarlos y dar aviso.

“En Volaris lograron detener dos casos de pederastia, uno hace siete meses y otro hace unos días, cuando el piloto de un avión y una aeromoza vieron a una niña de 12 años acompañada de alguien que no se veía como que fuera su papá o familiar. Avisaron y resultó que era un pederasta”, señaló Gerardo Vera.

Los problemas de pornografía infantil y pederastia están presentes hoy en día en Cancún y las redes sociales son un medio para captar víctimas, es allí cuando se pide a los padres atención en lo que ven sus hijos, señaló el entrevistado.

Psicología infantil

Los niños perciben la realidad tal cual en su entorno, aunque los adultos no pongan atención a lo que están expuestos, porque consideran que no se dan cuenta, ni entienden lo que está pasando, sin embargo se ha demostrado que no es así.

En un experimento social que realizó Por Esto!, se solicitaron dibujos a menores de entre 10 y 12 años, de cada uno de los municipios, sobre cómo percibían a su Estado. Dichos trazos fueron analizados por una especialista.

Entre los diseños se observó que la mayoría manifiesta una problemática diferente, de acuerdo con el entorno en que viven, sin embargo, la mayoría resalta la violencia y el desorden social, explicó Angélica Vázquez Barrón, psicóloga y miembro de la Asociación Mexicana de Psicología Infantil.

Entre los dibujos resalta uno con violencia de género, que si bien los menores no conocen los términos, saben que eso está sucediendo en su realidad, incluso, el mismo infante que realizó el dibujo del hombre cubriendo la boca de una mujer, puede ser él o su familia sean víctimas directas.

Delincuencia como escenario diario

Es alarmante que en varios de estos dibujos la delincuencia este presente, lo que quiera decir que se adoptó como algo a lo que están expuestos a ver diariamente en los medios de comunicación, como televisión y redes sociales, sobre todo en éstas, donde tienen acceso a todo tipo de contenido sexual, violencia, narcoseries y noticias con imágenes explicitas, lo que indica que los adultos no estamos alertas en lo que nuestros niños visualizan.

Las consecuencias que esto puede tener a largo plazo es que niños adopten comportamientos inadecuados. En el caso de los que son violentados, tienen la tendencia de no tener un desarrollo social óptimo, generalmente caen en situación de drogas y alcoholismo, además de seguir patrones cuando son jefes de familia.

Lo que se tiene que hacer es tratar de estar más atento de lo que se platica o se ve en casa, sin embargo, aclaró que no se trata de ocultarle las cosas, sino de tratar de explicarle, de manera más digerible, las problemáticas que acontecen. En el caso de los niños que son violentados, el Estado debe crear estrategias de detección temprana para evitar consecuencias mayores.

CG